España puede convertirse en productora de tierras raras, aunque ello exija volar montañas enteras para obtenerlo
El planeta libra una difícil batalla entre mercados globales, laboratorios de tecnología punta y despachos en los que se firman acuerdos estratégicos, conflictividad que radica en las tierras raras, conjunto de elementos esenciales para elaborar un amplio catálogo de productos: desde teléfonos móviles hasta turbinas eólicas, abarcando incluso misiles de precisión. España podría convertirse en el primer país europeo en producirlas, según informó el portal ecoticias.com.
"Tierras raras" son un grupo de 17 elementos químicos con propiedades únicas que las convierten en imprescindibles para la fabricación de varias tecnologías predominantes.
Pese a su nombre, no son materiales escasos en la corteza terrestre, pero su extracción y proceso puede resultar complejo, convirtiéndolas en materias estratégicas en la industria global. Dichos componentes, entre los que destacan el neodimio, el terbio, el cerio y el itrio, resaltan por sus propiedades ópticas, magnéticas y eléctricas.
La contienda geoeconómica está dominada casi por completo por China. Un escenario en el que España está empezando a tomar un lugar protagonista. El territorio español tiene un gran potencial que podría quedarse en eso, potencial, si no se explota adecuadamente, debido a inconvenientes administrativos, medioambientales y la negativa de la población residente.
Ciudadanos/as que viven cerca de lugares con este potencial tienen miedo de que sus comarcas terminen transformadas en grandes minas a cielo abierto, con un contexto marcado por el movimiento de camiones y operarios. La mayoría desea disfrutar de las ventajas económicas que implica la generación de estos recursos, pero casi nadie está dispuesto a soportar que esta actividad se ejecute frente a su domicilio.
Este debate carga de incertidumbre el potencial de yacimientos de tierras raras y minerales de múltiples regiones de España. Según la organización EURARE, una iniciativa financiada por la Comisión Europea para analizar la viabilidad de la explotación sostenible de tierras raras en Europa, "todavía no se han descubierto depósitos económicamente viables de tierras raras en España y Portugal".
Sin embargo, sí existen señales esperanzadoras en varias formaciones geológicas del país. En la zona del Monte Galiñeiro (Galicia), en Matamulas (Ciudad Real) y en algunos lugares de Canarias, hay claras evidencias de ganancias de estos valiosos elementos. Sumado a esto, hay registros de cuatro posibles yacimientos más en Extremadura.
A su vez, Andalucía es otro punto geográfico donde el potencial de tierras raras parece estar gritando desde el suelo. Mientras España se estudia como una opción, estos son los países que van ganando en la guerra silenciosa por las tierras raras.
En declaraciones al portal El Economista, el profesor Manuel Regueiro, antiguo Jefe de Asuntos Externos del Servicio Geológico de España (IGME), dijo que España podría convertirse en la primera productora de Europa de tierras raras.
"España tiene capacidad para ser el primer productor de Europa de tierras raras. La producción mundial de tierras raras es del orden de 350 000 toneladas/año. Si España produjera 35 000 toneladas al año se convertiría en el primer productor europeo", observó.
Este contexto, además, contribuiría a solventar la dependencia exterior del país europeo. Recordemos que, actualmente, España importa todas las tierras raras que utiliza. "España no tiene casi industrias que consuman tierras raras, aun así, importa actualmente 550 toneladas de metales de tierras raras utilizadas en las industrias del vidrio y de la cerámica, fundamentalmente de China, Italia, Francia y Austria", expresó el especialista.
Pese a los indicios prometedores, la explotación de tierras raras en España continúa siendo más un anhelo lejano que una realidad palpable. La exploración todavía es incipiente y, hasta ahora, no se han interceptado depósitos a gran escala preparados para su desarrollo industrial. Pero, como advierte EURARE, la "composición alcalina de algunas intrusiones convierte a España en un objetivo interesante para futuras investigaciones".
De acuerdo al medio ya nombrado, Regueiro reparó en que "en España hay indicios más o menos estudiados de estos materiales".
"El más estudiado desde todos los puntos de vista es el yacimiento de monacita (la monacita es un fosfato compuesto principalmente por elementos de tierras raras, como cerio (Ce), lantano (La), neodimio (Nd), praseodimio (Pr) y torio (Th). Su fórmula química general es (Ce,La,Nd,Th)PO4) de Matamulas en (Ciudad Real), que son gravas monacíticas es decir monacita dispersa en un depósito aluvionar en forma de pequeños nódulos (de 0,5 a 3 mm) y se caracterizan por su alto contenido en europio y la práctica ausencia de en torio".
España podría tener en su "interior" el tesoro más codiciado por el mundo. Con la debida investigación, llegaría un momento en el que sería posible volar montañas enteras para obtenerlo. Siguiendo esta línea, se ha conocido una nueva alternativa para extraer tierras raras, que evita su daño al planeta.