"Estamos potenciando a Uruguay como centro regional" y hay proyectos de entre 1.000 y 5.000 millones de euros
El presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación de Uruguay, Alberto Charro, habló sobre las principales líneas de inversiones tras la visita del presidente de España, Pedro Sánchez, al país.La visita del presidente del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, junto con una misión de empresarios, a Uruguay esta semanadejó entusiasmo de negocios en ambos países.
Las inversiones españolas en el país ascienden a US$ 7.500 millones, y podrían crecer sobre todo a medida que los proyectos en hidrógeno verde tomen más cuerpo y si se ratifica el acuerdo Mercosur-Unión Europea (UE), como está previsto para este año.
Lo cierto es que el presidente Sánchez se reunió con unos 300 empresarios españoles y los alentó a invertir acá. Hay más de 100 empresas españolas instaladas en Uruguay, entre ellas, Iberia, Air Europa, Mapfre, Prosegur, Inditex, BBVA y Santander. Entre los proyectos más prometedores en este momento están los de hidrógeno verde, en algunos de los cuales participan empresas españolas.
Sobre éstos y otros aspectos, habló el presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación de Uruguay, Alberto Charro, quien también es presidente de BBVA en Uruguay.
-¿Qué evaluación hace de la visita a Uruguay del presidente Pedro Sánchez, junto a una misión de empresarios españoles?
-Fue una visita muy buena en sí misma porque tuvo bastante contenido. Se firmaron varios acuerdos en temas económicos, sociales y de seguridad, que servirá para mejorar los lazos entre Uruguay y España, y se habló de temas concretos de inversiones. Pienso que son muy importantes las iniciativas de “desempapelamiento” anunciadas por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de Uruguay y el hecho de que se sabe que va a ser Casupá la opción para el agua y que se inicie ese proceso de inversión. Es decir, que sea la opción que el gobierno quiera, pero es importante que se haya aclarado este asunto. A partir de eso, tenemos que seguir impulsando los sectores económicos que pueden generar inversión mutua en España y Uruguay.
-¿Dónde España ve más oportunidades en este momento?
-Las hay en la tecnología del agro, pero aún no hay muchas empresas españolas que vengan a Uruguay a invertir en ello, como sí sucede, por ejemplo, en la banca, los seguros, la seguridad. No obstante, España es un país puntero en tecnología agrícola en el mundo, y hay movimientos por ese lado. En data centers también hay oportunidades de negocios; Uruguay puede ser centro regional de servicios. Hay empresas españolas, de distinto tamaño, que tienen su sede en Uruguay con la idea de entrar en otros países del Mercosur. Entre ellas, Eatable Adventures, que tiene presencia en varios países y ha abierto un centro en Uruguay para toda Sudamérica. Desde la Cámara Española de Comercio, estamos potenciando a Uruguay como un centro regional, y lo que más nos mueve la aguja es el hidrógeno verde.
-¿Qué tan importante es la sostenibilidad en Europa ante la urgencia de las guerras y los aranceles impuestos por la administración de Donald Trump?
-Mucho. En Europa es obligatorio por ley, aumentar determinado uso de combustibles alternativos sostenibles, en plazos específicos. En Europa hay tres grandes bloques en las legislaciones con nuevas exigencias en: la movilidad eléctrica, ya que el sector automotriz es uno de los principales generadores de empleo en Europa; la descarbonización de las industrias europeas, lo que significa sustituir gas natural por hidrógeno verde; y la tercera línea es la descarbonización de la aviación civil, que incluye a las transportadoras marítimas. En esto último entra Uruguay. La mayoría de los proyectos que hay en Uruguay sobre hidrógeno es para fabricar combustible sintético, que es lo necesitan las navieras y los barcos.
-Pero, ¿qué tanto afectan los eventos internacionales a la hoja de ruta europea sobre energías limpias?
-El costo del gas natural ha aumentado con la guerra en Ucrania, eso hace que las empresas tengan peores resultados económicos y puedan dedicar menos recursos a esa hoja de ruta. Tampoco Europa está creciendo mucho en estos años y esperamos que los aranceles estadounidenses no lleguen a afectar ese crecimiento. Por eso se está dando un poco más plazo para cumplir con la nueva legislación europea, porque la prioridad de las energías limpias se mantiene. Los hidrógenos que van por tubería desde Marruecos para sustituir gas natural en España y en otros países europeos, sí se van a ver afectados en la demanda, pero Uruguay es de los pocos países que consigue producir el combustible sostenible por su biomasa, y eso interesa a Europa.
-¿Cuál es la participación que se proyecta de las empresas españolas en el sector del hidrógeno verde en Uruguay?
-En Uruguay hay cuatro grandes proyectos de hidrógeno, de más de US$ 1.000 millones de inversión. Está el de HIF, que es fundamentalmente chileno; Enertrag, que es alemán; y hay otras dos inversiones, de magnitud similar, a través de empresas españolas, que prefieren que por ahora no las mencione, pero algunas de esas personas están trabajando en Uruguay desde 2018. Lo importante es que son proyectos de entre 1.000 millones y 5.000 millones de euros de inversión, para producir combustibles sintéticos para barcos y aviones. Deberían estar operativos entre 2028 y 2030. O sea, la mitad de los proyectos importantes en este sector en Uruguay, son españoles. Además, se está haciendo un trabajo muy cercano con el gobierno de cumplir todos los requerimientos. Otra parte de la relación con España es que algunos de los cuatro grandes proyectos están con promotores que abren mercado, y ahí siempre suele entrar algún actor industrial de una compañía energética fuerte, y en España hay muchas empresas de ese perfil. Esas empresas españolas aún no han mirado mucho a Uruguay para invertir en hidrógeno verde, porque han estado trabajando para hacer sus procesos de homologación y obtener ayudas europeas para esta industria, pero ahora tienen las manos libres para venir. Esto significa que, de los cuatro grandes actores, dos son españoles, y además las empresas que vendrán a desarrollar ese crecimiento del sector pueden ser también españolas. Y, por otro lado, Uruguay necesita de las inversiones para crecer.
-El objetivo principal el Ministerio de Economía y Finanzas es, precisamente, apuntalar el crecimiento con inversiones. ¿Han mantenido conversaciones al respecto?
-El ministro de Economía (Gabriel Oddone) afirmó que Uruguay necesita US$ 16.000 millones en inversiones por año, para mantener el estado de bienestar por la ecuación productividad-nivel de vida. Y las dos empresas españolas en el sector de hidrógeno verde representan unos US$ 5.000 millones en total. Eso es importante. También en la cámara española queremos convertirnos en el networking de las empresas uruguayas que quieran invertir en España y en Europa (a través de España), ayudarlas en la internacionalización y que también puedan prestar sus servicios a las multinacionales españolas en distintos países.
-¿Cómo ve el acuerdo Mercosur-UE, a la luz de lo que está sucediendo en Europa?
-España fue la promotora de ese acuerdo, junto con Uruguay, y 20 años después seguimos siendo los que más interés tenemos que se dé, porque somos socios muy cercanos a Uruguay y Argentina, y porque con los aranceles —antes de los aranceles también, pero ahora más— necesitamos crear espacios económicos comunes con otros países. Lo que puedo decir es que el presidente del gobierno de España es optimista, el ministro de Economía de Uruguay dijo que no lo era hace un par de años, pero ahora sí, y la representación de la Unión Europea también lo es. Una vez que el acuerdo se va a explicando, se obtienen logros en países que han presentado reparos, como Francia. Este acuerdo se necesita para todos.
- La Unión Europea se ha abierto más al mundo a partir del anuncio de la imposición de nuevos aranceles, en este caso del 30%, por parte de EE.UU., ¿qué tanto afecta ésto concretamente a España, y qué piensa que podría pasar de ahora en más?
- Es cierto que Trump ha ayudo, por así decirlo, a la apertura comercial de Europa. En los últimas semanas, la Unión Europea ha firmado varios acuerdos; se firmó el acuerdo Mercosur-EFTA (se refiere a la asociación comercial de Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza), también UE-Indonesia, entre otros países. Y, si todo sale bien, también lo hará con el Mercosur, aunque todas esas negociaciones venían de antes. España es el país de Europa menos afectado por los aranceles estadounidenses, básicamente porque no somos grandes exportadores de acero u otros metales. Donde nos pega más fuerte es en la industria del automóvil, aunque tampoco exportamos automóviles a EE.UU., pero hay impacto. Sí, los aranceles estadounidenses nos afectan en rubros específicos, como el aceite de oliva y el vino. Somos un país (España) fundamentalmente turístico y agrícola, que exportamos mucho a otros países de Europa, por lo que los aranceles estadounidenses no nos afectan tanto.
-El presidente Pedro Sánchez está en medio de acusaciones en su contra y de su partido, ¿qué tanto los problemas internos de España podrían afectar la política exterior o los planes de inversiones en otros países?
-España es institucionalmente muy sólida y las relaciones entre los dos Estados, con Uruguay, son muy buenas, por encima de los gobiernos de turno. Hay valores y objetivos comunes, como el multilateralismo, la cooperación, la visión común de que los países tienen que ser democráticos y crecer para elevar las vidas entre las poblaciones. No hay ningún riesgo de que estos proyectos sobre los que hemos hablado queden frustrados por esas cuestiones que menciona.
Límites a la cooperación financiera
Uno de los temas que preocupa a las autoridades uruguayas es que el país ha dejado ser elegible para la cooperación española y de otros países en materia financiera, en la medida en que su renta per capita ha superado el límite para ello. Cabe recordar que, al pasar a ser clasificado como país de renta media -y no baja-, ya no puede recibir este tipo de ayuda, en el marco de la cooperación internacional tradicional (Norte-Sur). Esto ocurre porque la elegibilidad para este tipo de ayuda está ligada a países con menor desarrollo económico, y Uruguay ya no lo es. Sobre este punto, Alberto Charro, comentó que "Uruguay, al superar ciertos umbrales de ingresos per capita, ya no cumple con los criterios para poder acceder a los fondos y programas de cooperación de España que se destinan a países en desarrollo".
"Esto implica que las instituciones españolas y otras agencias de cooperación internacional deben reducir o eliminar sus programas de asistencia financiera directa a Uruguay. Pero España quiere seguir aportando, por lo que se están manejando alternativas para que la cooperación continúe. Venimos cooperando desde siempre con Uruguay, como en el agro y en las energías renovables, y queremos seguir haciéndolo", señaló.
Si bien el presidente de la Cámara Oficial Española de Comercio, Industria y Navegación de Uruguay no entró en detalles, El País tiene información de que España y Uruguay están preparando alternativas o soluciones al respecto, como ser un nuevo acuerdo de cooperación diferente al tradicional para países de menor desarrollo económico, ya que estaría enfocado en países con un nivel de desarrollo medio.
De lograrse, ese sería el primer acuerdo en su tipo para la cooperación financiera. De esta forma, Uruguay y España están llevando encuentros para definir los términos cuanto antes, manteniéndose siempre dentro de las normas, considerando que la cooperación española se cortaría en 2025. De lograrse definir este nuevo acuerdo en lo que queda de este año, la cooperación española continuaría para Uruguay, sin haber interrupciones o períodos sin que este país la reciba. Esta es la intención de ambas partes, que estaría actualmente en pleno proceso de resolución.