árboles no siempreTener más árboles no siempre es una buena noticia.

La manera más fácil de evaluar el estado de los bosques es mirar cuántas hojas tienen.El mundo necesita de más árboles, esa es una afirmación con la que todo el mundo está de acuerdo, pero poseer más ejemplares no siempre es una buena noticia. Por ejemplo en España, país de la Unión Europea que impone normas para prevenir la deforestación, se encuentra con que posee más árboles, pero la salud de ellos ha generado alarma entre los expertos.

España tiene más árboles, sí, pero sus bosques están más afectados que nunca por largas temporadas secas que los dejan, además, vulnerables a agresiones como las plagas, opinó Francisco Lloret, experto, investigador del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) y catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona.

La manera más fácil de evaluar el estado de los bosques es mirar cuántas hojas tienen. El nivel de defoliación –es decir, de falta de hojas o acículas– marca la salud de los árboles y, por tanto, de las masas forestales. En 2024, la defoliación media en España fue de un 22,9% que es casi la misma de un año antes (23,06%) y sigue en los niveles más altos desde que hay registros según el último Inventario de Daños Forestales del Ministerio de Transición Ecológica.

Se trata, según los técnicos, de una “defoliación ligera”, aunque en su “banda más alta”, a un paso de alcanzar el siguiente nivel. Ese nivel medio de España esconde, lógicamente, estados mucho peores en diversas zonas (como Catalunya o la sierra Morena) y otros mejores.

“Aún no se trata de superficies exageradas, no estamos en una emergencia, pero sí viendo claramente síntomas de bosques afectados relacionados con años secos y plagas”, explica Lloret Maya a ElDiario.es

Y esta situación se ha dado durante un año (2024) que la Agencia Estatal de Meteorología calificó como “húmedo en su conjunto”. Las precipitaciones en la península supusieron un 105% respecto al promedio. Incluso el mes de octubre fue el más lluvioso de toda la serie histórica. Sin embargo, no fue suficiente para remontar significativamente el vuelo tras años de sequía.

Esto se produce porque algunas especies, como las coníferas (los pinos y los abetos), presentan una gran capacidad de resistencia a la falta de agua, pero, una vez superado cierto punto de no retorno, las lluvias ya no les salvan. Por otro lado, las especies frondosas se desprenden de las hojas en cuanto les falta humedad, pero si les llegan las lluvias pueden rebrotar.

Francisco Lloret abunda en que hay una relación entre el estrés hídrico y el ataque de plagas que infectan los árboles. “Están de manera natural en el medio y cuando un árbol se debilita lo atacan”, afirma el ecólogo.

Para corregir eso, lo primero que hay que hacer es revertir el cambio climático: “Lo primero que hay que hacer es revertir el cambio climático. Eso no quita para que puedan aplicarse técnicas silvícolas que ayuden, pero si dejamos para el final la causa principal, vamos a quedarnos sin bosques a los que aplicar esas medidas”.

TODO EL CAMPO -Montevideo - URUGUAY -21 Julio 2025