Plaga. “Las loras se están comiendo el dinero de la gente”.
La población de loras ha ido creciendo; cada lora saca cinco pichones y no muere ninguno porque si le pasa algo a la madre toda la colonia los alimenta, entonces cada año, entre octubre y noviembre hay una generación nueva. Las aves como las loras, son un fuerte inconveniente para los productores, es necesario tomar medidas para controlar la población. Griselda Mendieta, referente de mujeres rurales de Juanicó, departamento de Canelones, explicó la problemática: “Se están comiendo el dinero de la gente”.
Consultada sobre las aves depredadoras, como las loras, Mendieta dijo que debido a los daños que causan en la producción, se armó, hace dos años y medio, una comisión para tratar el tema, y a raíz de las demandas de la Mesa Rural Canaria. Esa comisión está integrada varias reparticiones del Estado.
Hizo referencia al uso de cebos o de pegamento como forma de combatir la presencia de las loras, pero esos mecanismos no están permitidos, por lo cual se hizo un plan piloto que incluyó varias herramientas como la malla sanitaria y los aparatos sonoros.
MALLA SANITARIA Y APARATOS SONOROS.
Lo que más protege contra las aves es la malla sanitaria, que es un producto que tiene su costo y forma de colocación al que no todos pueden acceder, expresó.
Sobre los aparatos sonoros comentó que se emite un sonido que espanta a las loras. Esa herramienta dio resultado, pero da trabajo porque hay que colocarlo temprano y cambiarlo de lugar porque si las loras se dan cuenta pierde efectividad.
Cumplida esa primera etapa piloto, ahora comienza la segunda, para la cual se ha llamado a otros organismos del Estado para que ayuden, como el Ministerio de Salud, porque la lora en el hacinamiento genera un problema de zoonosis, incluso hay personas que fallecieron por esa razón.
También está el tema de la zona de control que “no sé cómo se iría a implantar porque todo esto recién se va a empezar a trabajar en las mesas de desarrollo, y se va a escuchar todas las ideas para ver cómo podemos hacer”.
En principio se trataría de bajar los nidos con los huevos, cosa que se trabajaría con UTE que tiene las herramientas para poder hacerlo. Otro instrumento de posible uso son los drones, pero se necesita gente especializada.
Mendieta planteó la necesidad de que se “acepte” que estamos hablando de “plaga que se está comiendo el dinero de la gente”, con productores “que sufren un daño del 58%, entonces ya tenemos que hacer algo”.
La población de loras ha ido creciendo; cada lora saca cinco pichones y no muere ninguno porque si le pasa algo a la madre toda la colonia los alimenta, entonces cada año, entre octubre y noviembre hay una generación nueva.
Para controlar que no cause daño no se puede poner malla en todos lados, tampoco el sonido es solución definitiva porque se corre el problema a otra chacra. Lo que hay que hacer es reducir la población y mantenerla controlada.