marcan a Uruguay"Ya no chocamos, pero tampoco crecemos", el "fracaso total" de una ley, y más situaciones que marcan a Uruguay

Expertos y empresarios se reunieron por el lanzamiento de un observatorio financiero y advirtieron sobre los límites del sistema uruguayo y la necesidad de fortalecer la economía.Mientras Uruguay enfrenta desafíos estructurales en el crédito y la inversión, expertos y empresarios coinciden en la necesidad de decisiones basadas en datos, planificación estratégica y visión de largo plazo para mejorar el sistema financiero local. De eso se debatió durante el lanzamiento del Observatorio de Finanzas y Sociedad de la Universidad Católica del Uruguay y UCU Business School. Ahora, ¿qué plantearon los expertos?

Guillermo Tolosa, presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), resaltó la necesidad de profundizar la formación en finanzas como un elemento clave para la estabilidad, la inclusión y el desarrollo uruguayo. En este sentido, dijo que la educación financiera “no es un lujo”, pero sí “una condición para que Uruguay crezca con estabilidad y resiliencia, pero también es una condición de justicia y democracia”.

Tolosa también hizo énfasis en la importancia de tomar decisiones financieras informadas y, en este caso, puso como ejemplo a la crisis de 2002. “Miles de empresas perdieron todo por malas decisiones de financiamiento. La destrucción de valor y de conocimiento fue incalculable”, señaló. En este sentido, según el presidente del BCU, la formación financiera “permite convivir con la incertidumbre de forma racional”, sumado a que permite desarrollar una mentalidad “prudente y estratégica, que reconoce el riesgo y lo gestiona”.

Tolosa reconoció los avances logrados desde la crisis, con empresas “menos frágiles”, mayor ahorro previsional y una deuda pública “más sólida”, pero sí advirtió que Uruguay aún no logra transformar su ahorro en inversión productiva.

“Tenemos recursos, talento e ideas, pero esos recursos no están llegando a alimentar los proyectos que el país necesita. Ya no chocamos como antes, pero tampoco crecemos”, sostuvo.

El presidente del BCU también alertó sobre el impacto de las malas decisiones de ahorro, especialmente la persistencia del ahorro en dólares. “Ahorrar en dólares hace 20 años significó que hoy los uruguayos tengan la mitad del poder adquisitivo de cuando esos ahorros fueron generados”, apuntó, y añadió que “si además esos ahorros hubiesen estado rentando, los uruguayos tendrían tres veces mejor poder adquisitivo de lo que tienen hoy”.

Para Tolosa, dicha conducta refleja una baja formación financiera y una pérdida de confianza interna. En ese marco, manifestó que Uruguay tiene la deuda mejor valuada de la región, “reservas récord y bancos sólidos”, pero que los ahorristas “huyen de la moneda nacional como en ningún otro país”.

“Cuando uno decide ahorrar en pesos o en dólares, está expresando lo que cree de su país”, agregó. En ese contexto, sostuvo que fortalecer la investigación y la educación en finanzas “aportará criterio, responsabilidad y visión de largo plazo”.

Por su parte, la economista y socia de Exante, Tamara Schandy, analizó los principales desafíos del sistema financiero uruguayo, destacando un problema estructural de escala.

“Uruguay tiene un problema de escala. No es algo propio de este mercado, sino una consecuencia de que somos un país chico, es un elemento definitorio de los negocios en Uruguay. Los negocios en Uruguay tienen la escala de un país de tres millones de habitantes y conviven con esa realidad. Eso tiene "implicancia" desde el punto de vista de atraer nuevos jugadores, "la posibilidad de entradas y como son las posibilidades de salida para un inversor que va a venir a operar a Uruguay.”, opinó.

Schandy explicó que estas limitaciones se ven reflejadas en niveles de crédito muy bajos si se compara con otros mercados internacionales. “En Uruguay tenemos crédito en el eje de los 31 puntos del Producto Interno Bruto (PIB), 17 puntos del PIB a nivel de crédito a empresas y 14 puntos del PIB a nivel de crédito a las familias, si se suma también lo que prestan las empresas financieras no bancarias. Eso cuando uno lo mira en una comparación transversal es bastante bajo”, remarcó.

En esta línea, hizo énfasis en que esos 17 puntos del PIB de crédito a empresas en la región están solamente arriba de Argentina, con 4 puntos del PIB de crédito, mientras que Chile tiene un ratio de 50% de su PIB en materia de crédito a empresas, por ejemplo.

Por otro lado, aunque Uruguay ha sido “pionero” en inclusión financiera, la economista y socia de Exante advirtió que el uso de los servicios financieros “todavía no es tan extendido”, ya que hay “más de un millón de personas” que aún no cuenta con tarjeta de crédito en el país, por ejemplo. Además, indicó que menos de un cuarto de las pymes recurren a fuentes de financiamiento externo.

La economista también diferenció la realidad del crédito entre empresas grandes y pequeñas. “Para las empresas grandes tenemos un mercado bastante fluido, con ofertas competitivas, spreads bajos y bancos dispuestos a prestar. Pero en el mundo de las pymes la situación es otra. Las limitaciones de escala hacen que operar sea más costoso y que el acceso al crédito sea más difícil”, explicó.

Schandy también subrayó que los costos operativos del sistema bancario uruguayo son altos en comparación regional. “Si uno mira la incidencia de costos operativos sobre activos, el Banco República tiene una ratio menor al 3%, pero en la mayoría de los bancos supera los 3 puntos, llegando a veces a más de 4. Son números fuertes para un sistema que en general maneja niveles de rentabilidad de apenas 3 puntos”, puntualizó.

En este contexto, sostuvo que la transformación tecnológica es una oportunidad clave para ganar eficiencia. “Muchos bancos están trabajando en cómo la tecnología puede modificar los canales de distribución, estandarizar productos y bajar los costos de comercialización. El desafío es hacerlo de una forma que sea beneficiosa para la sociedad y coherente con la responsabilidad de los actores del sistema”, concluyó.

Martín Guerra, socio fundador de Incapital, Paigo y Handy, también se hizo presente en el lanzamiento del Observatorio de Finanzas y Sociedad de la UCU y UCU Business. En esta ocasión, destacó los desafíos de la banca retail en Uruguay, especialmente para la llamada “renta masiva”, que abarca al 70% de la población y al 75% de las empresas pequeñas.

“Hay un divorcio enorme entre lo que esta gente y empresas necesitan y lo que los políticos y reguladores entienden que necesitan”, afirmó.

Asimismo, Guerra cuestionó la efectividad de la ley de Usura de 2008, señalando que, pese a buenas intenciones, fue “un fracaso total”.

“Hoy 1.400.000 personas no acceden a crédito, y todo indica que las nuevas modificaciones podrían dejar a más personas fuera”, agregó.

El empresario coincidió con la importancia de la formación de profesionales financieros, pero destacó los límites de la educación financiera dirigida a la población general. “Hemos invertido tiempo, dinero y voluntariado en educar financieramente a escuelas y liceos, pero gran parte de la gente no tiene la capacidad de absorber todo ese conocimiento. Del dolor se aprende: hay que dejarlos probar, crecer y reciclar sus experiencias”, sostuvo.

Dato revelador
En tanto, Fernando Barran, director de Riesgos de Banco Itaú, analizó los principales desafíos del sistema financiero y puso sobre la mesa un dato revelador: Uruguay ocupa el puesto 80 en el ranking mundial del PIB per cápita, pero, en contrapartida, ocupa el puesto 109 entre 140 países en crédito sobre PIB.

“No es solo una cifra estadística, sino una muestra del tamaño real de nuestra economía y de las limitaciones que eso impone al crédito, la intermediación y el desarrollo del sistema financiero”, agregó.

Barrán sostuvo que el país cuenta con un espacio de crecimiento en el crédito respecto al PIB, aunque subrayó que ese margen debe aprovecharse de forma prudente y basada en datos. “El objetivo que tenemos como sociedad es usar los datos, definir que tenemos un problema y diseñar planes de acción en consecuencia”, señaló, enfatizando la necesidad de tomar decisiones apoyadas en información y no en intuiciones.

En cuanto a la estructura del sistema bancario, señaló que la escala limitada de Uruguay representa un desafío, pero también una oportunidad. “Somos un país pequeño; en algunos aspectos la escala incide negativamente, pero en otros permite probar nuevas soluciones más rápido que en sistemas más grandes”, afirmó.

Sistema sólido pero pequeño
El economista remarcó que, aunque el sistema financiero uruguayo es sólido, sigue siendo relativamente pequeño. “El sistema podría haber financiado con liquidez una obra como UPM, pero no tenía capital suficiente para hacerlo sin poner en riesgo su patrimonio”, ejemplificó. Ese tipo de limitaciones, explicó, no son fallas del sistema, sino reflejo de su dimensión.

Finalmente, Barran destacó la capacidad de innovación de los bancos para ampliar el acceso a la población. “Cuando identificaron restricciones de horario o altos costos de acceso, los bancos empezaron a adquirir empresas capaces de llegar a ciertos grupos de la población, creando soluciones que hoy forman parte de los conglomerados financieros”, concluyó.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 23 Octubre 2025