Ancap: negocio del portland acumula pérdidas por más de US$ 800 millones en 25 años
En 2024 la producción de cementos de la empresa estatal terminó con un resultado negativo de US$ 24,5 millones.La falta de producción local de combustibles por la parada de la refinería fue una de las explicaciones principales por las que en 2024 Ancap presentó pérdidas por US$ 118 millones, luego de tres años consecutivos con ganancias.
Al interior del resultado operativo, que totalizó pérdidas por US$ 111 millones, el negocio del portland aportó un rojo de US$ 24,5 millones en el ejercicio pasado. La cifra es similar a la registrada en 2023 cuando el resultado negativo ascendió a US$ 25 millones.
Con ello, la unidad de producción de cementos acumula pérdidas por alrededor de US$ 810 millones desde el año 2000 a la fecha, según datos procesados por El Observador a partir de los estados contables. Esto entre pérdidas operativas y de valor de las inversiones realizadas en ese tiempo.
La suerte de este negocio estuvo marcada en el último tiempo por una situación crítica, tanto en lo industrial, por el atraso y obsolescencia de las instalaciones, como en lo comercial por la falta de competitividad de la producción. Así Ancap fue perdiendo participación en el mercado local, que además registró el ingreso de nuevos jugadores en los últimos años, por ejemplo Cielo Azul en 2021.
Además, enfrenta una competencia comercial agresiva en una región en la que, solo entre Argentina, Brasil y Paraguay, se consumen casi 75 millones de toneladas, y tiene capacidad de producción por más de 130 millones de toneladas.
En setiembre de 2023 Ancap declaró desierta la licitación internacional para una asociación industrial y comercial del portland que no recibió ofertas. Tras ese intento frustrado durante la administración del presidente Luis Lacalle Pou, la postura en Torre Ejecutiva fue que la próxima administración se ocupara de encontrar una solución de fondo. Así, el cierre de las plantas no fue una alternativa que las autoridades pusieran en agenda, y esa posibilidad quedó solo como un tema que se había manejado en campaña electoral.
“Una curita para una hemorragia”
En el último tiempo Ancap se concentró en una reestructuración del negocio, con estrategias industriales diferentes para las dos plantas, desde el punto de vista estructural y operativo. El objetivo principal: “mitigar” las pérdidas.
Por ejemplo, durante 2024 se había sellado un acuerdo comercial con cementos Charrúa para utilizar sus instalaciones de almacenamiento. Esto aumentó la capacidad de acopio de producto terminado y permitió levantar una restricción que en alguna ocasión obligó a tener que apagar alguno de los hornos.
Esto como parte de un plan de producción que alternaba entre Minas y Paysandú, con las plantas funcionando de forma intercalada, y que buscaba reducir costos de mantenimiento y quiebres de stock. Una fuente de Ancap consultada por El Observador lo había definido como “una curita para una hemorragia”.
El futuro del portland de Ancap
En una entrevista con La Diaria publicada en marzo pasado, la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, declaró que “es uno de los temas a trabajar con Ancap”, y que se está “haciendo un diagnóstico”.
“¿Por qué puede ser un mercado o nicho para algún privado y no pasó así con Ancap? Los trabajadores nos han dicho que están con el mínimo imprescindible de trabajadores para portland. (…) Hay que ser muy quirúrgicos en las decisiones que tomemos con ese diagnóstico, considerando que son puestos de trabajo, que puede ser un golpe a la industria nacional”, había dicho.
“También nos tenemos que preguntar para qué, cuál es la realidad de la demanda y qué nichos podemos generar a nivel nacional e internacional. Esto toca a otras carteras, porque no podría pensar en portland sin pensar en Vivienda. Tenemos que trabajar en salidas en conjunto prontamente, dejar de ver al Estado como compartimentos estancos y dejar de ser ineficientes”, añadió.
En enero pasado, el semanario Búsqueda informó que la producción de cemento portland se mantenía alternando el encendido de los hornos de las plantas de Minas y Paysandú. En esa oportunidad se dio cuenta que Fancap le planteó al gobierno del Frente Amplio “apostar seriamente” a la industria cementera y sostuvo que se precisa un “shock de inversión”.
Allí se planteó que tiene que haber un “plan estratégico superador” a los períodos de gobierno porque las propuestas “de achique, primero, y de asociación con privados, después, no han dado resultado”. Y que la empresa pública tiene “todo (piedra caliza, tecnología y conocimiento) para que el negocio del portland estatal sirva para las políticas de infraestructura y de vivienda del Estado”, consignó el semanario.