Monitorear el nivel de fósforo en los suelos permite ahorrar dinero
“Generalmente, a la siembra de un verdeo, el productor ganadero decide aplicar 80 a 100 kilos de algún fertilizante binario (18-46/46-0 o 7-40/40-0), otros vienen de una historia de aplicación de fosforita y algunos otros no aplican”, sostiene la ingeniera agrónoma Jimena Gómez.
Sugiere realizar un análisis de suelo, porque “cuando hablamos de gramíneas, la exigencia en fósforo (P) es menor que la de las leguminosas, por lo tanto, en chacras con historia de fertilización, al realizar el análisis se puede determinar que no sea necesario aplicar una dosis tan alta, o en algunos casos incluso no es necesario corregir para P”.
En el otro extremo, “¿qué sucede si la concentración de fósforo es muy baja?”, se pregunta la profesional. “Más allá del nutriente que la planta necesita para emerger, esa carencia limitará fuertemente la respuesta de la planta al nitrógeno que se aplique en otoño y/o invierno”, dice.
Por lo tanto, “se puede generar un gasto innecesario por fertilizar sin necesidad, o perder producción de forraje en invierno con una Urea mal aprovechada”.
En el análisis de suelo “se pueden determinar otros nutrientes además de Materia Orgánica, pH, etc”. Entiende que “es importante realizar bien el muestreo, enviar a un laboratorio de confianza y evaluar qué analizar con un técnico que también interprete el resultado”.