En Argentina: Millones de hectáreas afectadas por la sequía y otras inundadas
Una situación muy particular vive Argentina en estos días. Mientras la sequía arrasa en las provincias de Santiago del Estero y el Chaco, que ya tienen 6,7 millones de hectáreas muy comprometidas, en el partido 9 de Julio, provincia de Buenos Aires, más de 50.000 hectáreas están bajo agua, con caminos intransitables y cultivos bajo el agua.
El análisis de imágenes satelitales confirma la gravedad de la crisis hídrica, sostiene un informe de diario La Nación. En Santiago del Estero, el 58% del territorio se encuentra en categoría de sequía severa, lo que representa más de tres millones de hectáreas. Además, un 35% sufre sequía alta, unos 1,8 millones de hectáreas. En Chaco el 71% del área analizada está bajo sequía severa, lo que equivale a 1,54 millones de hectáreas. En tanto, hay 391.806 hectáreas en un nivel de sequía alto. En total, en las dos provincias hay 6,7 millones de hectáreas con sequía alta y severa. Los datos provienen de un informe elaborado por la Sociedad Rural del Noreste Santiagueño y la consultora Incaica, basado en imágenes satelitales del programa Sentinel 2 y en registros meteorológicos del INTA Quimilí.
El estudio alertó que la provincia enfrenta un escenario extremadamente adverso. Los departamentos más afectados en Santiago del Estero son Moreno, Alberdi, Copo, Figueroa y Juan Felipe Ibarra. El mapa de NDDI (Normalized Difference Drought Index) confirmó que las zonas más castigadas se encuentran en el nordeste de Santiago del Estero y el noroeste de Chaco, donde los suelos presentan niveles críticos de estrés hídrico. Además, el informe estableció una correlación entre la distribución de precipitaciones y la intensidad de la sequía. “La distribución de las lluvias de los meses de febrero tiene alta correlación con la distribución de los valores de NDDI, presentando en algunas zonas valores menores a 80 mm y en otras cercanos a 200 mm. Se observan en la provincia de Santiago del Estero dos polos marcados de baja pluviometría alrededor de las localidades de Quimilí y Monte Quemado”, describió el documento.
La falta de lluvias es el factor clave de esta crisis. El estudio reveló que la campaña 2024/2025 comenzó con precipitaciones favorables en noviembre, cuando se registraron 127 mm frente a un promedio de 91 mm. Sin embargo, a partir de diciembre la situación cambió de manera drástica. “Los meses siguientes de diciembre, enero y febrero, junto con el período transcurrido de marzo, registraron precipitaciones por debajo del promedio, acumulando 186 mm entre enero y marzo, mientras que el promedio para el mismo período es de 433 mm”, apuntó el informe. En diciembre solo se registraron 75 mm de lluvia, cuando la media esperada es de 115 mm. En enero, la situación se agravó aún más, con apenas 32 mm, muy por debajo de los 113 mm promedio. En febrero, las precipitaciones alcanzaron los 75 mm, frente a los 105 mm esperados. Este déficit de 151 mm en el primer trimestre del año generó pérdidas significativas en los cultivos y redujo la disponibilidad de agua para la ganadería.
Inundaciones
En cambio, el partido de 9 de Julio en la provincia de Buenos Aires enfrenta una situación crítica. Más de 50.000 hectáreas siguen bajo el agua, los caminos están intransitables y la producción agropecuaria sufre un fuerte impacto. La combinación de lluvias excesivas y la falta de mantenimiento en la infraestructura vial dejó a muchos productores con serias dificultades para sacar sus cosechas y trasladar hacienda. El deterioro de la infraestructura vial es una de las mayores preocupaciones del sector. “Hay caminos que hoy pueden ser transitados con camionetas 4x4, pero a la hora de pasar un camión para sacar cereal o trasladar hacienda, es imposible”, señalaron desde la entidad rural a La nación. Desde el INTA trabajan en la evaluación del impacto de las inundaciones. Lisandro Torrens, jefe de INTA 9 de Julio, explicó que recién el martes 18 lograron obtener imágenes satelitales sin nubes, lo que les permitió avanzar con el análisis de la superficie afectada.