Gobierno de Argentina desregula controles y afecta la protección ambiental de Uruguay
El medida podría afectar zonas como el Banco Inglés, Isla de Flores, Isla de Lobos y zonas de atracción turística como las plazas de Punta del Este y demás balnearios de Maldonado y Canelones”.Uruguay y Argentina comparten espacios comunes en el Río de la Plata. La zona “Delta” se encuentra al oeste de Punta del Este frente a Punta Ballena, y la zona “Alfa”, a mitad de camino entre Montevideo y el balneario esteño.
En aguas argentinas hay también dos zonas de uso común de ambos países. Se tratan de “Zona B” o “Bravo” y “Zona C” o “Charlie” cercanas a la costa argentina. Como las zonas argentinas tienen poca profundidad, los transbordos de petróleo de buque a buque se realizan en aguas uruguayas desde hace 20 años.
Debido a que la mayoría de las operaciones que se realizan en las zonas “Delta” y “Alfa” implican cargas que tienen como destino o provienen de puertos argentinos, quedan bajo jurisdicción del gobierno del vecino país aunque dichos lugares se ubican en aguas uruguayas. Así lo señala un acuerdo firmado entre Uruguay y Argentina.
Hace 12 días, Argentina cambió las reglas de juego sobre el control ambiental de esos trasiegos de combustibles de buque a buque al derogar una disposición de 2023 que establecía que los transbordos en las zonas “Alfa” y “Delta”, debían realizarse a través de empresas especializadas.
Es decir, el gobierno de Javier Milei desreguló el control de la operativa de los trasiegos de petróleo en aguas uruguayas, mientras que Uruguay mantuvo el criterio de exigir que los transbordos de crudo sean planificados y controlados por empresas especializadas en la materia.
Para comprender el problema hay que retrotraerse a 2023. El 19 de octubre de ese año, la exsubsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de Argentina estableció un régimen de habilitación específico para las empresas que realizan operaciones de transbordo (buque a buque) en el Río de la Plata, introduciendo requisitos y procedimientos específicos que debían ser cumplidos por los operadores.
El decreto de 2023 obligaba a que las operaciones de buque a buque (petroleros) debían realizarse “exclusivamente por empresas habilitadas”.
En tanto, la resolución del gobierno de Milei, fechada el 30 de julio de este año, señala que el decreto de 2023 debía ser derogado porque el sistema logístico argentino “depende en gran medida de la flexibilidad y agilidad” en las operaciones de transbordos de petrolero realizadas en aguas uruguayas, especialmente en un contexto de “creciente competencia” internacional en el transporte fluvial y marítimo.
También advierte que la derogación del decreto se debe, además, a que existen mecanismos “ya establecidos” en la legislación ambiental y en la Ley General de la Prefectura Naval Argentina referida a la prohibición de contaminar aguas fluviales, lacustres y marítimas por hidrocarburos.
La desregulación argentina le da importancia en los controles a los capitanes de los barcos y no a las empresas especializadas. El nuevo decreto recuerda que las operaciones de buque a buque podrán estar a cargo tanto del capitán o del primer ofician de uno de los barcos intervinientes en la operación.
Y advierte que el objetivo de promover la seguridad ambiental debe lograrse “mediante un enfoque simplificado y coordinado” que “no imponga” cargas administrativas “desproporcionadas” en el sector fluvial.
Por ello, señala la resolución argentina, corresponde derogar el decreto que exigía empresas especializadas en el manejo de los transbordos de hidrocarburos de barco a barco en las zonas “Alfa” y “Delta”, ya que los objetivos buscados de evitar la contaminación pueden lograrse el cumplimiento de leyes y reglamentos y vigentes “sin necesidad de establecer un régimen de habilitación adicional”.
Un documento elaborado por un operador marítimo, al que accedió El País, advierte que las normas de seguridad que quedaron vigente en Argentina “no son del mismo nivel que asume Uruguay”. Y agrega: “esta desregulación argentina pondrá en riesgo nuestro medio ambiente frente a zonas críticas como el Banco Inglés, Isla de Flores, Isla de Lobos y zonas de atracción turística como las plazas de Punta del Este y demás balnearios de Maldonado y Canelones”. Es decir, la carga será argentina y el riesgo ambiental lo enfrentará Uruguay.
El lunes 4, el portal Correo de Punta del Este, consignó que las playas esteñas “son especialmente vulnerables a los derrames de petróleo y sus derivados los que podrían tener consecuencias catastróficas para el ecosistema del Río de la Plata y la industria turística uruguaya”.
El viernes 8, vecinos del balneario Sauce de Portezuelo, dieron aviso a la Prefectura sobre la presencia de hidrocarburo en la línea de la costa. Todavía no se sabe si el hidrocarburo encontrado surgió por la pérdida ocurrida la semana pasada en la boya petrolera de José Ignacio, ubicada en aguas atlánticas o se debió a otro incidente.