pedidos de Ambiente a OSE represa de CasupáMejorar la información sobre la calidad del agua y los modelos hidrológicos: los pedidos de Ambiente a OSE para avanzar con la represa de Casupá

El Ministerio debe dar su aval para que la empresa pública pueda empezar a mover tierra.La construcción de una represa en Casupá para multiplicar las reservas de agua dulce que utiliza el área metropolitana fue un compromiso de campaña de Yamandú Orsi. El hoy presidente prometió que la obra se haría sí o sí independientemente del futuro que tuviera Arazatí, la apuesta de Luis Lacalle Pou para aumentar y diversificar la producción de agua potable tomándola del Río de la Plata.

Ya en el gobierno, el frenteamplista descartó la planta en San José –negociación mediante– y optó por una en Aguas Corrientes, al lado de la actual que seguirá siendo el eje principal del sistema. A su vez, acordó obras en el Solís Chico donde se construirá otra pequeña planta y una represa que permitirán mejorar el abastecimiento a la población de la Costa de Oro

En paralelo con este proceso, tal como había prometido, OSE reactivó la construcción de Casupá. Lanzó una precalificación de empresas, obtuvo financiamiento de CAF para hacer la obra y pidió al Ministerio de Ambiente volver a poner en marcha el trámite para la obtención de la autorización ambiental previa (AAP), sin la cual no es posible mover un centímetro de tierra.

Junto a estos asuntos formales, también empezó a moverse el tema a nivel social. Vecinos comenzaron a pronunciarse –a favor y en contra–, pedir explicaciones y exigir a las autoridades que recorran la zona que va a ser afectada. Lo mismo ocurrió a nivel político, donde oficialismo y oposición, salvo contados casos, quedaron enfrentados en el “falso dilema” –al decir del exgerente general de OSE, Arturo Castagnino– de Arazatí vs. Casupá.

Afectará 3.418 hectáreas, de las cuales 2.100 serán inundadas y el resto formarán parte de un área protegida que se creará. Deberán expropiarse 102 padrones. El gobierno asegura que toda la obra costará US$ 130 millones.

Más allá del impacto social, que ya está siendo fuente de conflicto y resistencias, una de las incógnitas es las exigencias que pondrá Ambiente para autorizar la tala de 426 hectáreas de monte nativo previstas en la construcción. En el último antecedente, la planta de HIF Global en Paysandú, obligó a modificar la zona de construcción para bajar de 100 a 33 hectáreas.

Luego que OSE presentara la solicitud de reactivación e información actualizada sobre varios aspectos del proyecto, Ambiente le hizo una serie de pedidos de información complementaria, principalmente sobre la calidad del agua, que deberá cumplir sine qua non para que le den la autorización.

Más y mejor información
“Visto el lapso transcurrido desde el momento en que se realizaron los estudios técnicos para la definición del proyecto y la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) hasta el presente, resulta pertinente la complementación o actualización de la información previamente presentada y de alguno de los análisis oportunamente realizados”, le planteó y le pidió una “actualización del EsIA a los fines de poder proseguir con la evaluación de la autorización ambiental previa solicitada”.

Previamente, solicitó actualizar la caracterización hidrológica y comparativa con la información del proyecto y planteó que era conveniente “revisar la caracterización que respalda los distintos análisis ambientales realizados” porque la información hidrometeorológica actualmente disponible era “más extensa y actualizada que la utilizada inicialmente”.

También pidió un análisis comparativo para identificar las diferencias entre los “valores de escurrimiento y los períodos de retorno originalmente utilizados y aquellos que puedan ser derivados a partir de la información más reciente, para evaluar técnicamente sí se requiere actualizar los resultados de los estudios previos”.

El análisis debería incluir, al menos, una comparación de los caudales extremos estimados para distintos períodos de retorno: sequías severas y crecidas extraordinarias. “En particular, resulta de especial interés para el análisis ambiental detallar cuál es el tiempo de residencia proyectado para el embalse y cuál es el rango de variación esperable de esa magnitud en función de las pautas de operación previstas”.

A su vez, consideró necesario ampliar la información respecto a la definición de las áreas objeto de expropiación para poder "justificar y respaldar" las conclusiones presentadas por OSE.

Pidió profundizar la modelación utilizada y aplicar herramientas de simulación de calidad de agua para poder representar de forma “más integral el comportamiento de los nutrientes y sus relaciones con otros parámetros”. La intención es que se puedan simular escenarios para poder “evaluar la sensibilidad e incertidumbre asociadas a los resultados” y fortalecer la toma de decisiones en relación con las medidas de prevención, mitigación o compensación a implementar”.

Por último, a la luz de los resultados que surgieran de la actualización metodológica, pidió revisar, ajustar y validar los componentes del plan de mitigación propuesto.

Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 20 Noviembre 2025