La Feria de la Construcción cerró su edición “más grande e innovadora”.
Durante 5 días los interesados o curiosos pudieron descubrir el potencial que tiene la construcción en Uruguay con una innumerable cantidad de tecnología. Se realizó del 15 al 19 de octubre la 13ª edición de la Feria de la Construcción Uruguay, en un escenario que para la gente del campo es como si fuera su propia casa: en la Rural del Prado.
Durante 5 días los interesados pudieron descubrir el potencial que tiene la construcción en Uruguay con una innumerable cantidad de tecnologías, tan variadas como de avanzada, cumpliendo exigentes estándares de calidad, casi que podría decirse que lo mejor de la construcción se ubicó, mientras duró la feria, en un solo lugar
La feria “más grandes e innovadora en toda su historia”, escribió el Ing. Manuel Ríos, presidente de la Liga de la Construcción del Uruguay en su editorial para el Catálogo 2025, una publicación que presenta datos sobre los casi 340 expositores, las 50 horas de conferencias y los 56.000 metros cuadrados de exposición.
Al recorrer los estands, galpones o incluso el ruedo donde se colocaron dos carpas gigantes con varios expositores en su interior sobre un piso instalado para que expositores ni visitantes tengan que tocar el pasto, la Feria de la Construcción nos mostró un Prado totalmente renovado, adaptado a las necesidades del evento.
Otro punto de destaque es el nivel profesional de la muestra, en la que no falta nada, y lo que falta no se nota, porque es tanto y tan asombroso lo hay para ver que uno no puede menos que valorar positivamente.
La cordialidad y la disposición de los expositores, siempre dispuestos a dar las explicaciones pertinentes de los productos que ofrecen, destacando el potencial y las virtudes de la tecnología, es otro valor positivo que no puede dejar de mencionarse.
Empresas nacionales y extranjeras de todos los rubros mostraron su trabajo y el área en que se desempeñan: pintura, energía, metales, madera, paneles acústicos, camiones, maquinaria, todo tipo de herramientas, tuberías, iluminación, climatización, saneamiento ecológico, purificadores, geotécnica, calefacción a leña y pallets, alumbrado solar, aberturas, entres muchos más.
También hubo conversatorios, charlas, conferencias, competencias de destreza en el manejo de maquinaria, y concursos de ideas como Arqaton.
Además, los pabellones, con especial destaque el Pabellón China por la lejanía y una curiosidad, más de 20 empresas dieron la vuelta al mundo para poder estar 5 días en Uruguay. Veámoslo con claridad: así de importante es la Feria, hecha en Uruguay, para Uruguay, pero con repercusión internacional. Además de China, también hubo un Pabellón Argentina, buena cosa sería un Pabellón Brasil, otro Unión Europea, aunque eso no depende solo de los organizadores.
La Feria se realiza cada 2 años. Habrá que esperar hasta 2027 para el reencuentro, un tiempo demasiado largo, teniendo en cuenta todo lo hay por descubrir.