Detrás de Neptuno
Así funciona el organismo público no estatal que tiene un rol clave en obras como Arazatí
La Corporación Nacional para el Desarrollo está involucrada en casi mil proyectos en todo el país por un total de US$ 4.000 millones.La Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), la institución detrás del mejoramiento de rutas, la construcción de viviendas, liceos y escuelas y de obras saneamiento, también juega su papel en megainversiones, como el Ferrocarril Central y el Proyecto Neptuno.
Este organismo de derecho público no estatal está involucrado en casi mil proyectos en todo el país por un total de US$ 4.000 millones. Su tarea consiste en administrar y ejecutar fondos de inversión para infraestructura pública, y también planificar y gerenciar obras. Por esos servicios percibe ingresos y con las ganancias que obtiene vuelca recursos al Estado.
De hecho, desde 2020, la CND remitió utilidades al Estado por US$ 45 millones. De esa suma, US$ 25 millones se destinaron al Fondo Covid, creado durante la pandemia. Y, a partir de 2023, la CND cedió una partida de US$ 10 millones por año para el financiamiento de programas de ciencia e investigación, a partir de una resolución del Parlamento.
Que sea de derecho público no estatal “implica que no se rige por el derecho público, sino por el derecho privado; esa es la gran diferencia jurídica”, indicó a En perspectiva su gerente general, el contador Sergio Fernández.
“Por otro lado, sus cometidos sí están directamente vinculados con los fines que persigue el Estado”, amplió.
La CND fue creada en diciembre de 1985 tras la vuelta a la democracia. En 2009 se aprobó una ley que concentra su actuación en dos áreas.
Por un lado, la CND opera en infraestructura pública; allí puede ser concesionario, administrador o fiduciario, además de prestar servicios de asesoría y consultoría y analizar y estructurar proyectos de inversión en infraestructura pública.
Por otro lado, ofrece un grupo de servicios como fiduciarios, de administración de fondos, de gestión de recursos humanos, contables y financieros.
“Hacemos foco principalmente en aumentar la eficacia en los procesos de inversión y de los servicios que nos contratan nuestros clientes mediante menores tiempos y costos”, resaltó Fernández, y afirmó que esto se puede lograr gracias a operar en el derecho privado y contar con técnicos especializados.
Tras esto, brindó un ejemplo: “En la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la CND ejecuta aproximadamente el 70% del plan de inversión de infraestructura educativa. Tenemos un fideicomiso con ANEP a través del que se realizan los llamados y las contrataciones para la ejecución de obras en escuelas, liceos, UTU y para su mantenimiento. El otro 30% lo realiza ANEP”.
“Estamos trabajando en proyectos de bastante más envergadura”, acotó, y nombró su trabajo en el Ferrocarril Central, en el Proyecto Neptuno y el proyecto del puerto, entre otros.
Así, resaltó que “la actividad de la CND ha aumentado de forma significativa en los últimos años y así también sus ingresos”. Estos ingresos provienen de los honorarios que le estipula a las instituciones que son sus clientes.
Consultado sobre si no tendría que ser un organismo sin fines de lucro, afirmó: “Si no tuviésemos alguna utilidad, no podríamos constituir las reservas que nos pide el Banco Central y no podríamos realizar todos los servicios que realizamos, algunos de los cuales realmente son muy importantes para la sociedad”.
Aquí ejemplificó: “Tenemos US$ 2.500 millones en el fideicomiso de los cincuentones, que lo administramos nosotros”.
En cuanto a infraestructura pública, Fernández aludió al trabajo con los contratos de Construcción, Rehabilitación, Mantenimiento y Financiamiento (Cremaf) de colaboración público-privada. En este punto, afirmó que estos han logrado ser más eficientes que los habituales contratos de PPP, cuyos tiempos para concretarse pueden ser de años, y también presentan costos mayores.
Este tipo de contratos Cremaf han sido criticados por la oposición por su uso excesivo, que permiten que se lleven a cabo inversiones, pero no se registre el gasto en el momento.
De esa manera, advierten desde la oposición, se logra mejorar el resultado fiscal, pero se comprometen recursos de la próxima administración.
“En todo proceso de inversión en infraestructura se va a financiar; no es razonable financiar grandes procesos de infraestructura con dinero al contado. Lo que hay son alternativas diferentes de financiamiento. Siempre va a haber compromisos a futuro cuando se realizan inversiones”, comenzó su respuesta a esta crítica Fernández.
En cuanto a la registración, el jerarca afirmó que esta “no es especialidad ni competencia de la corporación; eso es un tema del Ministerio de Economía y del Banco Central”.