Gobierno entrante dará “señales” fuertes de austeridad desde sus primeras medidas
a administración de Luis Lacalle Pou, que se instalará el próximo domingo 1º, tiene previstas, entre sus primeras medidas, varias que ordenarán recortar gastos en la administración central y en las empresas públicas, algunos más simbólicos que significativos por su monto. La intención es enviar “señales importantes” de austeridad desde el comienzo del mandato, aseguró a Búsqueda una fuente del gobierno electo.
Las medidas, que serán instrumentadas mediante decretos que están siendo redactados, esperan que “contagien” en distintas órbitas del Estado. Entre otras cosas, se indicarán porcentajes de reducción del gasto en determinados rubros.
En la misma dirección, Lacalle Pou pidió a sus futuros ministros que prescindan de dos de los cuatro adscriptos que están asignados actualmente, lo que permitiría ahorrar unos $ 52 millones anuales. “Nadie espera que el déficit baje a 2%” del Producto Bruto Interno (PBI) de inmediato, sino que se apunta a poder mostrar rápidamente un cambio en su tendencia creciente de los últimos tiempos, explicó el informante.
También se planea reducir la flota de vehículos —cuyo aumento durante los gobiernos del Frente Amplio “rompe los ojos”, según dijo otra fuente— y se considera hacer un “remate general” con los que se consideren innecesarios.
Otra decisión inmediata del Poder Ejecutivo entrante será el aumento de las tarifas públicas. Según indicó uno de los informantes, si bien todavía no están definidos los porcentajes, el ajuste previsto es “el que debió haberse hecho en enero”, pero que la administración saliente decidió no efectuar alegando una mejora en los costos de las empresas estatales.
La fuente puso énfasis en que, más allá de lo prioritario que será atacar el problema fiscal, para el futuro gobierno es también relevante poner en marcha cuanto antes una “agenda de crecimiento y más inversión”.
Flota
El futuro ministro de Ganadería, Carlos Uriarte, explicó en una cena ante varios empresarios las tareas que deberá enfrentar cuando asuma el cargo el 2 de marzo. Como ejemplo, dijo que recibirá una secretaría de Estado con 2.000 empleados y 600 autos, y opinó que “quizás” el organismo esté “sobredimensionado”.
Esa mención a los autos oficiales causó comentarios entre quienes lo escuchaban en la reunión, organizada el martes 18 por el exsenador colorado Pedro Bordaberry para recaudar fondos con el fin de poner en marcha un centro educativo en el pueblo Carlos Reyles.
Lo plantado por Uriarte no es casual. Es que la cantidad de vehículos con los que cuenta el Estado ha sido un tema de conversación entre los integrantes del futuro gabinete, dijo a Búsqueda una fuente del gobierno entrante.
Según los primeros datos que manejan las autoridades electas, la flota creció en casi 10.000 en 15 años y llega a poco más de 14.000 en la actualidad. El informante señaló que el aumento “rompe los ojos” y consideró que “no tiene sentido” tener tantos vehículos.
La situación de la flota oficial entrará en el plan de ahorro que impulsará Lacalle Pou. Manejan la idea de que, una vez relevadas las necesidades de cada inciso, se haga un “remate general de autos” prescindibles.
Algunos jerarcas designados ya tienen resueltas decisiones en ese sentido. En el Ministerio de Desarrollo Social, Pablo Bartol prevé desprenderse de todos los “autos de lujo” con que cuenta el organismo —incluidas varias camionetas 4 x 4— y pretende que su flota sea de vehículos utilitarios, informó un integrante del futuro gabinete.