En ferrocarril al puerto: una idea que cobra fuerza para captar negocios regionales
UPM dio el primero paso con carga de celulosa desde Paso de los Toros hasta el puerto de Montevideo; se espera generar el interés de operadores regionales.Dos proyectos avanzan en forma separada y en distintos tiempos, pero en diferentes ámbitos se los comienza a vislumbrar como una oportunidad de negocio. El objetivo final es captar carga de comercio exterior de la región que potencie a Uruguay como un centro de distribución regional.
El primer proyecto ya tuvo su inicio formal este martes con la primera tanda completa de celulosa en ferrocarril de la segunda planta de UPM desde Paso de los Toros hasta el puerto de Montevideo. La posibilidad del tren como modalidad de transporte para la pastera se concretó a través de la obra del Ferrocarril Central.
El segundo proyecto es la profundización del acceso al puerto de Montevideo que permitirá la llegada de barcos de mayores dimensiones y más capacidad de almacenaje de contenedores.
La visión de las autoridades es que el calado a 14 metros lo colocará en un lugar de privilegio en el Río de la Plata frente a Buenos Aires, su principal competidor.
El puerto de Montevideo arrastra hace años un aumento de la actividad que se sustenta en la llegada de mercadería regional en tránsito. Básicamente es paraguaya de exportación que transita en barcazas por la hidrovía para llegar al puerto y allí se embarca en buques de ultramar hasta su destino final.
Se estima que UPM movilizará 2 millones de toneladas de celulosa al año, dentro de una capacidad total de la vía de 4 millones. Entonces, el sistema ferroviario cuenta con el 50% de su capacidad ociosa y eso plantea el desafío de captar más carga.
Sin embargo, en filas oficiales se asume que, más allá de que otros operadores opten por utilizar el ferrocarril, difícilmente el crecimiento de la actividad llegue a través de mercadería uruguaya.
Luis Ceiter, asesor del Ministerio de Transporte, explicó a El Observador que la utilización del tren había caído, antes del comienzo de las obras del Ferrocarril Central, a 300 mil toneladas movilizadas por año.
Años atrás el volumen era superior, pero aún recuperándolo, continuaría quedando capacidad disponible. Allí es cuando comienza a cobrar impulso la opción de movilizar productos de terceros países que consigan un verdadero crecimiento del actual sistema ferroviario. La idea está latente tanto a nivel público como privado.
Nuevos negocios
La semana pasada, el presidente paraguayo, Santiago Peña, participó del “Latin Annual Meetting” que se realizó en Punta del Este.
En el evento mantuvo un encuentro con Alejandro Ruibal, presidente de la Cámara de la Construcción y vicepresidente comercial y de operaciones de Saceem. El empresario comentó a El Observador que uno de los temas tratados fue la posibilidad de desarrollar un corredor económico que conecte Paraguay con el puerto de Montevideo.
En paralelo, el gobierno paraguayo impulsa la construcción de un centro logístico en el sur del país. Y ese proyecto podría entrelazarse con Uruguay. Las exportaciones paraguayas, en vez de llegar en barcazas, lo harían en tren.
El comienzo de la operación se ubicaría en la cuidad de Encarnación, al sur de Paraguay. Luego recorrería Argentina hasta llegar a Concordia para conectar con Salto. Después desde ese departamento hasta el comienzo de la vía del Ferrocarril Central en Paso de los Toros. El último tramo sería el que actualmente utiliza UPM hasta el puerto de Montevideo.
Para completar ese circuito se necesita la rehabilitación de vías férreas ubicadas en el norte. Y también contar con la financiación para hacer frente a las obras. Ceiter explicó que la mayoría de las vías existentes tienen necesidad de inversión, ya que no están en condiciones operativas adecuadas.
“Hay que ir compatibilizando (los trabajos) con los eventuales flujos de carga. Eso se analiza; hay ver qué cargas se aspiran a mover y en qué condiciones están las líneas para eso. A partir de ahí ver si existe necesidad de inversión”, expresó.
“Si hay un corredor económico que lo justifique es más fácil invertir en eso”, dijo Ruibal al respecto.
El empresario mencionó al tren como otra alternativa de transporte. “Las barcazas van a seguir viniendo. Lo más importante en eficiencia a larga distancia es el transporte fluvial; luego viene el ferrocarril y después el camión”, expresó.
Además de Paraguay también puede plantearse otra línea con Brasil, con vagones provenientes de Rio Grande do Sul. En ese caso el tren llegaría a Rivera y luego hasta Paso de los Toros.
Incluir al ferrocarril como una nueva modalidad para el tránsito de mercadería aportaría a la visión oficial de convertir a Uruguay en un centro de distribución regional.
A principios de mes, el ministro de Transporte, José Luis Falero, se refirió a la trascendencia que puede generar en ese sentido el proyecto del Ferrocarril Central.
“Uruguay sería visualizado como un país que tiene una forma clara de utilizar el sistema ferroviario, quizás fuera de fronteras, para llegar hasta el puerto de Montevideo”, señaló.
En la misma línea opinó el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Juan Curbelo, en una entrevista realizada con El Observador días atrás.
“Hay que ofrecer la mayor cantidad de servicios, no solamente con mercadería propia, sino con carga de la región. Ese es el objetivo final. Ahí está el verdadero crecimiento de nuestros puertos”, dijo.