UPM II
Diputado electo por Cabildo Abierto plantea parar UPM II y el Ferrocarril Central
“La seguridad jurídica que el presidente Luis Lacalle, le garantizó al director de UPM, que en el Uruguay existe, es la que nos permitirá parar el tren y la planta de UPM. En una democracia, el valor y fuerza de la soberanía en la nación es invencible”, dijo el diputado electo por Cabildo Abierto, Eduardo Lust.
En las últimas horas el presidente electo Luis Lacalle Pou recibió al CEO de UPM, Jussi Pesonen.
Del encuentro también participaron el futuro secretario de Presidencia, Álvaro Delgado; y la futura ministra de Economía, Azucena Arbeleche.
Luego del encuentro, Delgado manifestó que se trató de “una reunión de presentación”.
Según informó El País, Lacalle Pou “brindó seguridad jurídica” a UPM.
Parar la planta de UPM y el tren
“La seguridad jurídica que el presidente electo Lacalle Pou le garantizó al director de UPM, que en el Uruguay existe, es la que nos permitirá parar el tren y la planta de UPM. En una democracia, el valor y fuerza de la soberanía en la nación es invencible”, expresó el diputado electo por Cabildo Abierto, Eduardo Lust, en su cuenta de Twitter, tras el encuentro entre Lacalle Pou y Pesonen.
Lust ha sido muy crítico con el acuerdo entre Uruguay y UPM para la instalación de la segunda planta de celulosa y con las obras del Ferrocarril Central.
Antes de resultar electo diputado había manifestado que es un contrato “indefendible” desde el punto de vista jurídico.
Dijo que se trata de un contrato “inconstitucional porque quien lo otorgó no tenía competencia para hacerlo, y es nulo e ilegal porque las cláusulas que se establecieron no están permitidas por ninguna Ley”.
Por otro lado, Lust manifestó en las últimas horas que “existen varios puntos que se podían haber negociado mejor, de acuerdo a los intereses del pueblo, como por ejemplo: las condiciones de pago de la casi exclusividad de la vía férrea o las condiciones del manejo del río Negro”.
En entrevista con Montevideo Portal, recordó que hace un año comenzó un proceso de ocho referéndums locales, para que la gente se pronuncie si quiere que el tren pase por el centro de la ciudad o el campo.