«Muchas veces discrepamos con UPM y tuvimos que pelear cosas; todo eso pasó»
El ministro de Economía Danilo Astori aseguró que la política forestal en el Uruguay comenzó con Wilson, no con Sanguinetti
El ministro de Economía y Finanzas Danilo Astori afirmó que la negociación con UPM fue «muy larga y dura» y en la que, Uruguay, «defendió a muerte los intereses del país». Desmintió que haya existido «secretismo» y afirmó que una vez concluída «se dio a conocer todo lo que se había acordado».
En entrevista con LA REPÚBLICA, Astori se refirió también al acuerdo Mercosur-UPM, a la política de acuerdos en el Frente Amplio y a la situación en Venezuela. No dudó en calificar de «dictadura» al gobierno de Nicolás Maduro y respaldó la posición de Uruguay favorable al diálogo en ese país para encontrar una salida negociada y evitar un «baño de sangre».
El acuerdo Mercosur-Unión Europea y la confirmación de la instalación de UPM 2 constituyen dos muy buenas noticias para el gobierno.
Naturalmente que lo son, absolutamente. Uruguay está buscando una agenda potente de crecimiento para enfrentar y superar la desaceleración que ha sufrido la actividad uruguaya, durante el año pasado, y los primeros meses de este año. Por eso hace… dos años que hemos venido trabajando en la instauración de nuevos estímulos económicos para la inversión, porque se crece invirtiendo y Uruguay necesita incrementar sus actuales niveles de inversión.
Y las inversiones necesitan estímulos, necesitan rentabilidad, si no, no se hacen. Estoy pensando fundamentalmente en el sector privado, cuando digo esto. Sobre el sector público ahora también voy a hablar. Pero sobre el sector privado se necesita para tener un buen clima de inversiones, asegurar rentabilidad, como se la está asegurando con los acuerdos realizados a la instalación de UPM en particular.
Y desde hace dos años, repito, hemos venido trabajando intensamente y yo estoy seguro que a partir del segundo semestre de este año, vamos a empezar a recoger resultados positivos al respecto. Ahora, también está haciendo un esfuerzo muy importante para fortalecer la agenda de crecimiento, el sector público. Cuando termine este año, vamos a llegar a los once mil millones de dólares de inversión pública en infraestructura en todo el período 2015-2019.
Esto quiere decir transportes, comunicaciones, servicios portuarios, naturalmente incluye la mejora en la infraestructura vial y del ferrocarril que estamos construyendo ahora. Esto demuestra un esfuerzo importante del sector público uruguayo.
Bueno, si a esto le agregamos la buena noticia del acuerdo Europa-Mercosur, y de la instalación de UPM en Uruguay, entonces esa agenda, sobre todo, para los que dicen que no tenemos agenda, se fortalece enormemente. Y por eso lo hemos celebrado como una gran noticia. El acuerdo con Europa requerirá una implementación, una puesta en práctica, que va a llevar un tiempo de concreción…
¿En qué tiempo se estima que podrá estar vigente el acuerdo Mercosur-UE?
No lo puedo estimar, pero ojalá en dos años pudiéramos estar concretando las oportunidades que abre este acuerdo. El acuerdo significa una liberalización muy importante del comercio entre los dos bloques. Y es muy beneficioso para un Uruguay que está pagando, entre comillas, alrededor de ciento seis millones de dólares todos los años, por concepto de aranceles.
Son los impuestos que pagamos para entrar en Europa. Entonces ahora en un período de diez años, esa protección arancelaria de Europa respecto a la del Mercosur, y en particular a la de Uruguay, se va a ir desmontando, en un proceso de diez años. Y al mismo tiempo, nosotros vamos a ir desmontando nuestra protección arancelaria respecto a Europa, en un período de quince años. Esto es por las evidentes asimetrías que hay entre las economías europeas y la economía uruguaya o las economías del Mercosur.
El Mercosur tiene también asimetrías internas, porque Brasil y Argentina son economías mucho más grandes y poderosas, aunque tienen problemas muy serios actualmente, pero son más grandes y poderosas que Uruguay y Paraguay. De todas maneras, si tenemos en cuenta estos acuerdos, nosotros vamos a poder, con esta realidad nueva, potenciar mucho la inversión en el comercio. Por eso hablo de ventana de oportunidades. Y la instalación de UPM, ya de por sí, en materia de productos, son dos puntos arriba del que tenemos hoy.
Dos puntos de producto es mucho para Uruguay. Después, tenemos miles de puestos de trabajo directo, indirectos e inducidos. Pero pensando solo en la planta, va a generar mucho empleo durante su construcción, aunque durante su funcionamiento el empleo es menor. Sobre la cadena productiva, hay todo un sector que provee de bienes y servicios a la planta y ahí hay… habrá desde empresas grandes, pero también mucho negocio micro, pequeño y mediano, que se va a favorecer.
Sobre todo en esa zona tan pobre, tan vacía, de Pueblo Centenario. Y después está la salida de la planta, todo el esquema logístico en el que juega un papel fundamental el ferrocarril y el puerto de Montevideo, que son también miles de puestos de trabajo, de ingresos y de resultados positivos para el país. Entonces considerando toda la cadena, lo que está antes, la planta y lo que viene después, bueno, el efecto empleo es muy importante.
Vamos a aumentar las exportaciones, como piso, en unos mil millones de dólares, agregando la producción de celulosa de la nueva planta. No hay que olvidar que la nueva planta es la más grande de todas las que plantas de celulosa que tiene Uruguay. Es mucho más grande que la UPM 1 y es mucho más grande que Montes del Plata. Es la más grande de todas. Entonces es por esto que yo veo con perspectiva positiva, muy positiva la recuperación de niveles de crecimiento que Uruguay está necesitando.
La definición de UPM era una noticia muy esperada por el gobierno, quizás la más esperada. ¿Cómo lo vivió usted?
Trajo alegría, sin duda. Yo tengo que confesar que estaba enterado desde unos días antes. Pero me comprometí a mantener la reserva, a no divulgarlo por razones obvias, porque tenía que anunciarlo primero la empresa y tenía que hacerlo en el momento que entendía conveniente. Pero sentí una alegría muy grande ya desde el momento en que me enteré y cuando me confirmaron, a las siete de la mañana de ese día (martes, 23 de julio), me sentí muy contento. Obviamente que la labor del Presidente fue absolutamente fundamental para lograr que UPM anunciara ahora, en este momento el acuerdo.
¿Se adelantó el anuncio?
Lo que pasa es que… vamos a entendernos, algunos toman la fecha de febrero, como la fecha del anuncio. La fecha de febrero fue el límite que les puso el Presidente y el equipo de Presidencia para anunciarlo. Porque algunos dicen, bueno, lo adelantaron para que… no, no se adelantó. El anuncio lo hicieron cuando ellos lo entendían conveniente. La fecha de febrero era el límite máximo, hasta esta fecha los esperamos, si en esta fecha no hay resolución queda todo sin efecto, le dijo la Presidencia y el grupo negociador a UPM.
El gobierno debió conformar un equipo negociador numeroso para abarcar distintas áreas
Sí, la verdad que fue un proceso de negociación con mucha experiencia, con mucha dureza… muy largo… El equipo de Uruguay defendió a muerte los intereses del país. Tuvimos incluso diferencias entre nosotros, las discutimos, las resolvimos. Y fue una experiencia que nos dejó muchas enseñanzas a nosotros sobre aspectos que se consideraron absolutamente en detalle y a los que hubo que dedicar tiempo, paciencia, conocimientos, estudio.
Tuvimos que estudiar cosas nuevas. Estoy hablando del equipo en su conjunto. Porque se abordaron áreas muy diferentes. Yo puedo hablar del área económica, pero estaba el área ambiental, el área de la energía… el área logística… el área laboral. O sea, cada área de gobierno aportó lo suyo, y el complemento fue adecuado.
¿A qué se refiere con «dureza» en la negociación?
A que muchas veces discrepamos con UPM. Y tuvimos que pelear cosas, discutir precios, discutir costos, discutir cánones, todo eso pasó. Y en algunos casos la discusión fue larga, fue intensa. A eso me refiero.
¿Por qué cree que UPM eligió a Uruguay?
Ah, yo creo que por varias razones, que van desde las productivas hasta las institucionales. Voy a empezar por las segundas. Nadie hace una inversión de este tipo, si no confía en el país en el que la hace. Nadie. Yo estoy hablando de la inversión productiva más grande de la historia del Uruguay, y de la inversión productiva más grande en la historia de UPM.
UPM nunca hizo una inversión de este tipo en ningún país del mundo. La hace en Uruguay. Y eso lo resuelve porque confía en este país. Porque lo ve con, más allá de las diferencias que los uruguayos podamos tener entre nosotros, como un país institucionalmente fuerte y sólido. Al mismo tiempo, respetuoso del derecho, de las reglas de juego, de los compromisos asumidos.
Eso para mí es decisivo. Ahora también están las razones productivas. El recurso natural del país, la ubicación del país. Cuando digo el recurso natural, me refiero a la propia materia prima que va a utilizar UPM 2, que es la ideal para el tipo de producción que quieren realizar. Y si no me equivoco, y espero que no me equivoque, la mejor de la región, en la que nos encontramos. La de conformación física más adecuada a los objetivos de la empresa.
¿Se reconocen las políticas implementadas en anteriores gobiernos? ¿Se puede hablar de una política de Estado en esta materia?.
Tenemos que empezar por reconocerlo nosotros. Hubo políticas de Estado en materia forestal… que algunos lo marcan en su comienzo con el gobierno de Sanguinetti. Yo creo que mucho antes que eso, ya Wilson Ferreira Aldunate, siendo Ministro de Ganadería y Agricultura, que así se llamaba el Ministerio, yo trabajaba con Wilson en esa época, hizo una ley forestal.
Porque como parte de aquellos conocidos siete proyectos de ley que elaboró la oficina de programación y política agropecuaria, con Wilson de Ministro, uno de ellos era el forestal, y fue el primer mojón que mostró, bueno acá hay un camino estratégico que el país puedo seguir. Luego durante el gobierno de Sanguinetti, y también durante el gobierno de Lacalle, se confirmó ese camino.
Y yo creo que el país hizo bien. Y en cuanto a nuestro partido, el Frente Amplio, apoyó siempre este tránsito y esta trayectoria de la prioridad productiva en esta área tan importante del Uruguay. Así que, sí, hubo políticas de estado y queda demostrado lo que gana un país cuando tiene un proyecto nacional que estratégicamente alude al mediano y al largo plazo.
«No hubo secretismo»
La oposición cuestiona, entre otros aspectos, el «secretismo» con el que se manejó la negociación con UPM. ¿Qué dice al respecto?
Discrepo totalmente con lo de secretismo, no hubo secretismo. Hicimos una comparecencia en el Senado, todos los Ministros que habíamos participado de esta negociación. Cada uno respondió a todas las preguntas que nos hicieron. Estuvimos horas en el Senado contestando. Y luego, elaboramos un extenso informe, no recuerdo ahora cuántas páginas tiene, pero un extenso e intenso informe, para remitir al Parlamento, por escrito. Así que nunca hubo secretismo. Obviamente nuestras instituciones, nuestros Ministerios siempre estuvieron dispuestos a contestar todos los informes que se nos pidieron al respecto.
¿Y sobre la confidencialidad?
Que sí la hubo para la negociación, pero no para los resultados de la negociación. En todos estos acuerdos, mientras se discute, hay un acuerdo de confidencialidad, porque la violación de la misma, puede arruinar toda una discusión; es un mecanismo mínimo de seguridad. Pero terminada la negociación, se dio a conocer todo lo que se había acordado.
La proyección oficial de crecimiento del PBI para este año es de 0,6% y de 2,6% para el año que viene.
Sí, recogiendo el efecto de UPM. Como nosotros ya sabíamos que eso se iba a anunciar concretamente, ya incluimos en la Rendición de cuentas, un efecto, que incluso alude a la instalación de la planta de UPM, y su efecto dinamizador de la economía.
«La fórmula Martínez–Villar es nuestra fórmula»
La elección de la vice generó «ruido» interno, al decir del presidente del FA Javier Miranda.
Prefiero pasar la página, está todo sellado. Es nuestra fórmula. Está cerrado. La fórmula es Martínez-Villar. Nosotros somos frenteamplistas, es nuestra fórmula y trabajaremos por ella.
Pero hacia adelante, ¿qué procedimiento cree que el Frente Amplio debería adoptar?
Lo dije antes de esta decisión. El procedimiento de consultar a los puntos de referencia o a los compañeros y compañeras de referencia y luego que el candidato tome una decisión, me parece la mejor trayectoria. Y en esta oportunidad se hizo lo mismo, solo que no se hizo, a mi juicio, de la mejor manera. Se hizo con una gran exposición de prensa, se hizo manejando nombres que adquirieron notoriedad pública.
El procedimiento de consultar y luego tener en cuenta prioritariamente la decisión del candidato, me parece el mejor procedimiento. Naturalmente, después hay que cumplir con las obligaciones constitucionales. Hay que ir a la Convención Nacional y que la Convención Nacional… digamos, culmine la designación del candidato a la Vicepresidencia.
Que fue lo que nos pasó a todos los que fuimos candidatos a la Vicepresidencia. Ese procedimiento hay que seguirlo. O sea, hay que aunar o articular las necesidades del partido, del Frente Amplio, con las obligaciones constitucionales. Y dentro de la etapa frenteamplista, digamos así, el procedimiento de consultar y que el candidato a la presidencia tenga una palabra importante, influyente, me parece lo mejor.
El Frente Amplio tiene una larga historia de acuerdos. ¿Cómo observa el ofrecimiento del candidato Daniel Martínez al diputado Fernando Amado para conformar un espacio más amplio al FA?
Positivo. Positivo. Y ojalá se pudieran acumular nuevas fuerzas que nos permitieran precisamente aumentar el potencial en beneficio, vuelvo a repetir, del país. No para asegurarle el cargo a nadie, sino para hacer más probable una política de transformación positiva en beneficio de los uruguayos.
¿Corre riesgos el sistema político con la aparición de nuevos partidos?
Me preocupa la fragmentación de partidos. Me preocupó la cantidad de candidaturas que hubo en la interna porque eso revela quizás que muchos casos estamos buscando… objetivos que no descansan precisamente en el interés nacional, sino simplemente en la satisfacción de intereses sectoriales, o personales. Esa es la principal preocupación que tengo.
«Es imposible bajar el gasto salvo que se cometa una salvajada»
Desde la oposición, se lanzan propuestas de bajar el gasto. ¿Es posible hacerlo?
El 80% del gasto endógeno de Uruguay, es gasto social, educación, salud, vivienda, seguridad social. Entonces, hay que revisar todo aquello que se pueda mejorar en cantidad y en calidad, pero lo, digamos, aprovechable desde ese punto de vista es muy poco. Y es muy poco porque no se puede entrar a los hachazos con ese gasto, como pretenden algunos, en lo que es además una propuesta irrealizable. Cuando yo oigo que van a bajar el gasto en 900 millones, o en 1000 millones de dólares…
¿Se refiere al candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou?
Lo que digo es que es absolutamente imposible, salvo que se cometa una salvajada. La salvajada de entrar con la famosa motosierra a eliminar derechos. ¿Me explico? Como no puedo acusarlos de querer hacer eso, no tengo derecho a hacerlo… Sí digo que la propuesta que hacen es absolutamente imposible de lograr. Absolutamente, imposible de lograr. O sea, esas propuestas están entre una salvajada, y una promesa irrealizable. Esas son las dos posibilidades.
Venezuela: «Una dictadura con consecuencias gravísimas»
¿Venezuela preocupa?
Sí. Venezuela… lo de Venezuela es horrible. Y a la tradicional pregunta de si es una dictadura, contesto, sí, es una dictadura. Una dictadura con consecuencias gravísimas, ya no en materia de libertades, sino en materia de las condiciones humanitarias de la sociedad. Horrible.
Ojalá encontremos el camino, que no sea el de la confrontación, y por eso apoyo decididamente los esfuerzos que ha hecho Uruguay en pos del diálogo para intentar avanzar. Ahora, el tema es que el diálogo necesita del otro lado también disposición. Y yo a Maduro lo veo con pocas ganas de dialogar. Pero bueno, habrá que seguir insistiendo, porque lo peor que puede pasar, es que, a todo lo que está ocurriendo hasta ahora, le agreguemos un baño de sangre. Eso hay que evitarlo.
«No frenar la renovación; tampoco tirar por la borda la experiencia acumulada»
¿Cómo observa el proceso de renovación en el Frente Amplio?
Yo creo que renovación tiene que haber siempre. El problema es que… renovación no puede implicar, me parece, y me siento personalmente involucrado y lo digo desde mi sentimiento personal, no puede ser… dejar de lado la experiencia que podamos aportar quienes tenemos una edad más avanzada digamos. Yo creo que hay que articular las dos cosas, la presencia de juventud, que es muy importante, sin ninguna duda, no necesito ni fundamentarlo.
Y al mismo tiempo, la experiencia de quienes, teniendo unos años más, hemos atravesado por diferentes etapas políticas y por lo tanto podemos estar en condiciones de hacer algún aporte valioso al conjunto. O sea… no frenar la renovación, pero tampoco tirar por la borda la experiencia que se acumuló durante tantos años. Mi objetivo es el Senado y desde allí trataré de hacer mi aporte.
¿Qué implica el acuerdo entre Asamblea Uruguay y Alianza Progresista desde el punto de vista electoral?
Bueno, nosotros tenemos un acuerdo con la Alianza Progresista. El acuerdo es presentar una lista conjunta al Senado. Con el Frente Líber Seregni también estamos planificando la posibilidad de tener un sublema, que incluya también al Nuevo Espacio, que tendrá su propia lista al Senado.
Y con ambos, tanto con la Alianza Progresista como con el Nuevo Espacio, buscar la posibilidad de actuar también en la mayor parte de los casos conjuntamente en el interior del país. Y en eso estamos trabajando intensamente también en cada departamento. Donde trabajamos informándonos, intercambiando opiniones con Alianza Progresista y el Nuevo Espacio.
¿La lista estará encabezada por usted?
Vamos a tener una lista al Senado que voy a encabezar yo y en el segundo lugar estará Lilian Kechichián.
Kechichián era su candidata para la vicepresidencia del FA.
Sí.