Forestación: una inversión en forma de caja de ahorro estable y sin sorpresas
Gonzalo Invernizzi, productor asociado de Montes del Plata Alianzas, considera que la producción forestal es una forma de rentabilizar el negocio familiar
Con la idea de aprovechar al máximo el campo, los Invernizzi pensaron en forestar. “Teníamos áreas ganaderas marginales que aportaban muy poco a la empresa. Allí empezamos a analizar la forestación”, cuenta Gonzalo Invernizzi del establecimiento San Rafael en el departamento de Soriano.
¿Cómo es el campo familiar?
Originalmente el campo era un emprendimiento ganadero. Desde hace seis años empezamos a hacer agricultura en los mejores campos y hace dos años empezamos un negocio nuevo que es la forestación. Nos dimos cuenta que era una alternativa superinteresante ya que tiene en Uruguay un buen ambiente para crecer.
¿Por qué decidieron incursionar en la forestación?
Empezamos a ver que había partes del campo muy marginales para la ganadería por su poca producción de pasto y a buscar alternativas. Después de analizarlo bien decidimos invertir en forestación, contactamos a Montes del Plata y fueron ellos quienes nos guiaron en cómo encarar el negocio.
¿Cómo fue el proceso inicial?
Era 2016, vinieron los técnicos y les preguntamos qué aptitud forestal había. Terminamos forestando 18 pedacitos del campo, que al final representan el 10% del área total.
¿Qué diferencias nota en la forestación?
Producimos granos, producimos carne y semillas, pero esto es otro sistema diferente, con otros mercados, con otros principios de regulación de precios, que nos permite diversificar todo el negocio, tener una caja de ahorros sin sorpresas que sí las podés tener en la agricultura.
¿Cómo fue la relación con Montes del Plata?
El mayor valor agregado fue cómo nos recibieron, cómo nos atendieron y entendieron nuestra necesidad y la rapidez con la cual se tomaron todas las decisiones para llegar a lo que tenemos hoy.
En cinco meses ya teníamos el monte plantado. Hoy los montes tienen dos años de crecimiento y con tasas de crecimiento que colman nuestras expectativas y están acorde a los objetivos que buscábamos con nuestra inversión.
¿Cómo trabajaron las áreas forestales? ¿Qué especies incorporaron?
Montes del Plata nos dio una mano en elegir la genética, las especies y también seleccionar las zonas. Plantamos eucaliptos duni, el caballito de batalla de la forestación, pero hay muchas especies más dependiendo de los suelos.
¿Cómo se estableció el negocio en alianza con Montes del Plata?
Hay varias opciones: la más sencilla es un arrendamiento, la segunda opción es más asociativa es la medianería y la tercera opción, por la que optamos nosotros, es lo que llaman la promoción, donde la empresa te vende el monte llave en mano; es tuyo pero con la primera opción de compra para la empresa.
¿Qué le dirías a aquellos que tienen miedos de incorporar la forestación?
Que es un negocio a largo plazo, es una decisión a 10 o 20 años, muy diferente a los negocios agropecuarios tradicionales. Hay que cambiar la cabeza en cuanto al plazo y al retorno de la inversión. A veces a algunos productores les cuesta tomar la decisión por esa diferencia. Hay que pensar en un negocio totalmente diferente con otra mentalidad. Nos convenció porque cuando nos comparamos con los mejores lugares del mundo están solo 20% arriba de Uruguay en productividad, tenemos tasas de crecimiento muy buenas.
¿Hoy qué balance hacen de la integración de la forestación?
Consideramos que ser productores forestales es una de las mejores formas de aprovechar las áreas del campo que no son productivas para la agricultura y muy poco productivas para la ganadería. El hecho de producir esas áreas nos permitió rentabilizar mejor todo nuestro negocio.
Además, empezamos a ver que cuando sacamos aquellas áreas forestales que producían poca carne, nuestro resultado ganadero empezó a mejorar y obtuvimos otro plus como es la sombra para el verano y abrigo para el invierno, lo cual juega a favor de todo el sistema de producción.
¿Cómo analiza la inversión?
Nos pareció interesante como inversión; es una forma de colocar dinero con un interés relativamente tentador, para lo que da hoy el mercado agropecuario. Los precios son bastante más estables que los de los productos agrícolas, tienen relaciones más constantes y no tiene correlación directa con lo agropecuario. Evaluamos que sirve para diversificar el riesgo de todo el negocio.