De 44 localidades analizadas, 32 registraron un coeficiente de especialización productiva (CEE) superior al promedio de la economía, según estudio de técnicas de Opypa
Diversificación y especialización agropecuaria están vinculadas a dependencia de recursos naturales y “vocación histórica”
Colonia del Sacramento, Canelones, Fray Bentos, Minas, Paysandú, Salto, San José de Mayo, Carmelo y Santa Lucía se encuentran entre las ciudades intermedias de Uruguay (CIU) con “mayor diversificación productiva” en términos relativos. Mientras que Lascano, Tarariras, Tranqueras y José Pedro Varela son las ciudades con “menor diversificación de actividades económicas y reflejan, por lo tanto, economías más especializadas”.
Esas son algunas de las principales conclusiones de un informe elaborado este año por las técnicas de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa) María Noel Ackermann y Angela Cortelezzi con el objetivo de “identificar la vocación agroproductiva de las ciudades intermedias de Uruguay (CIU) a partir del estudio de la especialización o diversificación del empleo generado”.
Las autoras lograron encontrar “patrones de diversificación o concentración de actividades económicas” en cinco cadenas productivas agroindustriales (CPA): forestal, soja, arroz, carne bovina y leche.
El estudio, titulado Cadenas agroindustriales y vocación productiva de ciudades intermedias de Uruguay: una aproximación por empleo fue presentado el jueves 8 en el marco del IV Congreso de Ciencias Sociales Agrarias en la Facultad de Agronomía estatal.
Además del interés que puede generar ese tipo de informe para el análisis y la definición de políticas públicas, es probable que sea un insumo a considerar por los potenciales inversionistas privados a la hora de decidir en qué lugares desarrollar sus proyectos.
Considerando las actividades desarrolladas por los ocupados en el informe, se caracterizó la especialización de las ciudades de más de 5.000 habitantes del interior de Uruguay.
De las 44 localidades analizadas, 32 presentaron un coeficiente de especialización productiva (CEE) superior al promedio de la economía, lo que indica que “en gran medida las ciudades intermedias del Uruguay dependen de manera significativa” de las actividades agroindustriales, concluye el trabajo.
Indica que 24 de las 44 localidades intermedias analizadas registran un CEE máximo y superior a la unidad en las CPA bajo estudio.
Las localidades con mayor especialización productiva relativa en las cadenas agroindustriales respecto al país son José Pedro Varela (Lavalleja) y Tranqueras (Rivera), destaca. Explica que la primera registra una mayor especialización en el cultivo de arroz y su procesamiento, en la etapa primaria de la ganadería y en servicios en el predio.
Tranqueras se caracteriza por la predominancia de sistemas silvo-pastoriles, con una mayor importancia relativa de la producción forestal, ganadera, servicios en predio, así como de la industria forestal, junto con otras actividades primarias, detalla.
El trabajo muestra que Guichón (Paysandú) y Tacuarembó presentan perfiles similares en cuanto a la preponderancia de la forestación. En Tacuarembó sobresale también la especialización en la industria cárnica, el sector arrocero y en los servicios en predio y logística. En Guichón también se registra una “fuerte presencia de ocupados en el área sojera y en servicios en predio”.
Tarariras, Tala y Rosario, en el departamento de Colonia, registran un perfil asociado a la ganadería de carne vacuna, leche y soja; y en el caso particular de Tarariras y Rosario destaca además la mayor especialización relativa del empleo en la industria cárnica y láctea, observándose por lo tanto una continuidad en la cadena.
La investigación detalla que San Ramón, Sarandí Grande, Juan Lacaze, Nueva Helvecia, Florida y San José reflejan una mayor especialización productiva relativa en la cadena láctea (fases primaria e industrial), aunque en el caso de Juan Lacaze hay además una combinación con la cadena forestal y en Nueva Helvecia se destaca también la preponderancia de servicios logísticos.
Lascano, Río Branco, Melo, Artigas y Treinta y Tres registran una mayor especialización relativa en sistemas que combinan el cultivo de arroz y la ganadería, y los servicios en predio son “relevantes” en esas localidades, y la producción de soja, forestal y el sector logístico son “importantes” en algunos de estos casos, de acuerdo al informe.
Señala que en el caso particular de Río Branco cobra importancia relativa en la ocupación del sector comercial no asociado a las cadenas agroindustriales.
Trinidad, Durazno, Sarandí del Yi y Paso de los Toros registran un perfil asociado a la ganadería vacuna, servicios en predio y sector logístico, reseña. Añade que el sector forestal también resulta “relevante” en la generación de empleo en las ciudades del departamento de Durazno.
En tanto, Dolores y Fray Bentos tienen un perfil productivo “fuertemente” asociado a la logística, dinamizados en ambos casos por la agricultura extensiva y el sector forestal, comenta.
El estudio revela que Cardona-Florencio Sánchez, Nueva Palmira y Carmelo reflejan una “fuerte especialización productiva relativa en servicios logísticos”, lo cual “tiene su lógica si se considera la cercanía de uno de los más importantes puertos marítimos de cargas del país en Nueva Palmira”. Esas tres ciudades muestran “un marcado perfil agrícola en la ocupación aunque la participación del empleo en el sector forestal no es despreciable”, indica.
Las autoras del trabajo destacan la participación que tienen Cardona/Florencio Sánchez y Carmelo en la industria láctea y, en el último caso, también los servicios vinculados a la actividad turística.
En el departamento de Río Negro, Young presenta una “vocación productiva” dedicada al sector agropecuario y agroindustrial, con especialización en diversos subrubros de las cadenas agroindustriales, indican. Y señalan que en esa localidad constataron junto a Mercedes y a Paysandú, que tienen un perfil un tanto más diversificado, una combinación de sistemas productivos mixtos agrícola-ganaderos, con una fuerte provisión de servicios en predio y de logística.
Altos costos y shocks
Para las técnicas de Opypa, entre los factores que se asocian a la diversificación productiva a nivel regional figura “la distancia respecto a los grandes mercados, dando lugar a que las regiones periféricas tengan estructuras productivas menos diversificadas”.
“El grado de diversificación está también relacionado positivamente al tamaño de la población o densidad poblacional según estudios empíricos”, consideran.
Afirman que “la radicación de empresas en zonas densamente pobladas se debe a los altos costos de transportes que deben enfrentar ciertos tipos de industrias”.
Entre los “beneficios asociados a la diversificación productiva regional a los efectos en derrame generados por la interacción de firmas de diferentes sectores, incremento de actores que conforman la matriz productiva y de las relaciones entre ellos, y una menor exposición a shocks externos”, evalúan.
Del análisis de los indicadores construidos a partir del empleo, “pareciera que tanto el patrón de diversificación como el de especialización de las CIU estaría vinculado tanto a la dotación de recursos naturales disponibles a nivel del territorio (lo que genera una cierta dependencia del mismo) como a la vocación productiva histórica (se constatan ciudades con especialización predominantemente forestal, agrícola, lechera, arrocera e incluso turística)”, sostiene la investigación.
Señala que “el tamaño de la CIU en términos de población también pareciera tener su incidencia en su perfil productivo, evidenciándose el aprovechamiento de las economías de urbanización: aquellas ciudades de mayor tamaño son más diversificadas que las de menor tamaño relativo”.
Las autoras destacan que “es posible identificar ciudades con fuerte presencia de la administración pública y otros servicios asociados al Estado, como salud, educación y servicios sociales”. En ese grupo figuran Artigas, Canelones, Durazno, Florida, Minas, Paso de los Toros, San Ramón, Fray Bentos y Rocha, entre otras.
Algunas ciudades “con fuerte vocación productiva asociada al manejo intensivo de recursos naturales o a la transformación de materias primas e insumos, con vocación en la provisión de servicios transversales (comercio, construcción, transporte y almacenamiento)”, y otras “con dedicación a los servicios turísticos y la oferta de bienes culturales y recreativos”.
En cambio, “no es posible detectar claramente la presencia de centros urbanos especializados en la provisión de servicios empresariales, como bancarios, financieros, de seguros, profesionales y técnicos”, reconocen. Y plantean que eso “estaría explicado por la centralidad histórica” que tiene Montevideo, en lo que refiere a la “localización de las principales compañías” de ese rubro.