Uruguay, elecciones y contradicciones
Los últimos días antes de las elecciones en Uruguay, merecen un análisis del partido de gobierno, el Frente Amplio, que busca un cuarto mandato consecutivo pero que a diferencia de los comicios anteriores, no la tiene tan fácil en cuanto a la posibilidades de volver a gobernar.
¿Por qué a pesar de tantos errores y de los casos de corrupción, hay fieles que aún creen en el Frente Amplio?. Analicemos:
Con más de un 35%, cifras más o menos y haciendo un promedio entre los datos de algunas empresas encuestadoras, que aunque ha disminuido, sigue siendo notorio el número de adherentes a la coalición de izquierda, a pesar de hechos comprobados que podrían minar su credibilidad.
Entre los casos más notorios está el escándalo de la renuncia obligada del vicepresidente de la República, Raúl Sendic, procesado penalmente por corrupción mientras estuvo al frente de Ancap, la petrolera estatal, en un caso único nunca antes ocurrido en el país.
La escandalosa subasta de los aviones de Pluna, durante el gobierno de José Mujica, que terminó con los procesamientos del entonces ministro de Economía, Fernando Lorenzo y del presidente del estatal Banco República, Fernando Calloia, tampoco parece hacer mella en los fieles frenteamplistas.
La seguridad pública que ha fracasado en forma rotunda y no ha podido ser combatida por los tres gobiernos del Frente Amplio, son otro síntoma inexplicable de la tolerancia que le tienen los votantes a su partido.
Solo en el año 2018 las cifras oficiales dieron cuenta de 414 homicidios y casi 30.000 rapiñas. Este año la violencia sigue en auge y los delincuentes continúan dueños de las calles mientras los ciudadanos honestos deben vivir encerrados en sus viviendas, que también son atacadas y copadas con inusitada saña por parte de los antisociales.
Inocentes asesinados en manos de la delincuencia y la falta de eficacia del gobierno para contener estos delitos, parecen no afectar el amor de quienes siguen a la coalición de izquierdas.
Si estos acontecimientos narrados líneas arriba, ocurrieron durante otros gobiernos que no fueran de la coalición frenteamplista las protestas y las manifestaciones serían masivas, pero los defensores del Frente Amplio siempre encuentran una justificación para exonerar a los suyos, señalan desde los sectores de la oposición.
El caso de la empresa finlandesa UPM que instalará su segunda planta de celulosa en Uruguay, es un asunto “secreto” para el gobierno de Tabaré Vázquez, que no permite conocer lo que se ha firmado a espaldas de la gente.
Los millones de dólares gastados en la famosa planta regasificadora, un negocio fracasado que pagan todos los uruguayos, es otro hecho que a algunos poco y nada les importa, junto al cierre masivo de empresas internacionales que se han ido por no poder soportar la dura e injustificada carga impositiva, con la consecuente pérdida de las fuentes laborales.
El próximo domingo 27 de octubre, las urnas dirán quienes siguen a la segunda vuelta electoral y lo que los uruguayos pretenden para su futuro.
R.C. Gómez