El grupo UPM ganó 810 millones de euros hasta septiembre, un 10,5 % menos
El grupo finlandés UPM (HE:UPM), una de las mayores compañías forestales y papeleras de Europa, tuvo un beneficio neto de 810 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 10,5 % respecto al mismo periodo de 2018, informó hoy la empresa.
UPM incrementó un 1 % su beneficio bruto de explotación (ebitda) en términos interanuales, hasta 1.409 millones de euros, mientras que su ganancia operativa (ebit) se situó en 1.009 millones de euros, un 12,3 % menos que en los nueve primeros meses del año anterior.
La facturación de la compañía alcanzó los 7.791 millones de euros, un 0,5 % más, gracias al aumento de las ventas de papeles adhesivos y energía, que contrarrestaron la caída de papel de prensa y madera contrachapada.
Según UPM, su rentabilidad se vio afectada por las partidas extraordinarias y por el aumento de los costes variables, cuyo impacto en los resultados fue superior al efecto positivo del alza de los precios del papel.
La división de papel de prensa, su principal fuente de ingresos, vendió 5 millones de toneladas de papel, un 8,6 % menos en términos interanuales, aunque su facturación sólo se redujo ocho décimas, hasta 3.454 millones de euros.
En cambio, la división de celulosa, su segundo negocio más importante, apenas aumentó dos décimas sus ingresos y facturó 2.121 millones de euros, pese a que vendió 2,77 millones de toneladas, un 8,5 % más.
Esto se debió a que el precio medio de la celulosa comercializada por UPM, contabilizado en euros, cayó un 9 % interanual.
Esta división, que incluye también la madera y los biocombustibles, perdió rentabilidad y generó un beneficio operativo de 502 millones de euros, un 17 % menos.
Además de sus tres fábricas de Finlandia, UPM posee una planta de celulosa con una capacidad anual de 1,3 millones de toneladas en Fray Bentos (Uruguay), país en el que planea instalar una segunda fábrica en los próximos años.
La nueva planta, cuya construcción fue confirmada el pasado julio tras años de negociaciones con el Gobierno uruguayo, supondrá una inversión de 2.700 millones de dólares y tendrá una capacidad de 2,1 millones de toneladas anuales, lo que permitirá al grupo aumentar más de un 50 % su producción global de celulosa.