Inversión de US$ 18.000 millones, creación de 30.000 empleos y apoyo de Unión Europea a Uruguay en un sector
Autoridades del bloque europeo han planteado una serie de herramientas de apalancamiento para que este país se convierta en líder productor y exportador de energías limpias.El V Foro de Inversión Europea ayer en el Auditorio de Antel fue una plataforma de anuncios sobre los negocios en el sector de las energías renovables y la cooperación entre la Unión Europea (UE) y el país.
Autoridades nacionales y de la UE, participantes en el evento, coincidieron en que Uruguay tiene las condiciones para posicionarse como un referente en este nuevo sector y ser un suplidor confiable para el bloque europeo.
Hay que avanzar en el camino de conseguir más inversionistas en este nuevo negocio, financiamiento adecuado y desarrollar capacidades técnicas específicas. El tema de las certificaciones de calidad también estuvo sobre la mesa.
El evento contó con la participación especial de la Comisaria Europea de Energía, Kadri Simson, quien impulsa las iniciativas de Global Gateway, un programa que busca conectar a inversores con proyectos amigables con el medio ambiente, incluyendo a América Latina y a Uruguay.
Simson afirmó que “Uruguay está en el camino de ser líder en el desarrollo y exportación de energías renovables”. Por su parte, el embajador de la UE en Uruguay, Paolo Berizzi, destacó que la UE es el mayor inversor extranjero en este país, aportando más del 40% del total de la inversión extranjera directa (IED).
El canciller interino, Nicolás Albertoni, dejó en claro que la agenda nacional tiene la mirada en la apertura al mundo, con una “agenda verde” como prioridad.
La ministra de Industria, Energía y Minerí (MIEM), Elisa Facio, consideró que Uruguay podría pasar de ser importador de este tipo de energía a exportador. De hecho, este país ya está exportando energía eléctrica basada en fuentes renovables, lo que hace algunos años era impensable. En un tiempo, podría hacerlo mucho más, según la hoja de ruta del gobierno.
Facio dijo que se espera que en 2040 el país produzca un millón de toneladas de hidrógeno verde. "Esto significaría una inversión de US$ 18.000 millones y más de 30.000 puestos de trabajo para nuestro país", apuntó, quien hizo énfasis en la importancia que la UE le está dando a Uruguay en el tema de energías renovables.
En ese marco, la UE y Uruguay firmaron una declaración de adecuación y ampliación del marco normativo existente sobre energías renovables, eficiencia energética e hidrógeno verde, que incluye una subvención de 2 millones de euros para el país. Esto complementa un acuerdo de entendimiento firmado entre las partes en 2023.
Los temas centrales del foro fueron organizados en cuatro paneles: eficiencia energética y energías renovables, hidrógeno verde y sus derivados, financiación de la transición energética y nuevos desarrollos en hidrógeno verde (investigación).
Hoy martes se realizará una ronda virtual de negocios con la participación de más de cien empresas interesadas en integrarse a la “movida verde”.
Corredores de comercio
Simson, como máxima autoridad de energía en la UE, destacó que los países europeos necesitan proveerse de energías renovables del exterior. Y que también se requiere una red internacional de asociaciones, “para no quedar expuestos a la volatilidad de los precios”, afirmó.
En Europa, muchos países necesitan más hidrógeno del que pueden producir. De ahí, la iniciativa de la UE de estimular la inversión en lugares que cuentan con recursos naturales favorables para la producción de estas nuevas fuentes de energía, como Uruguay, que puede formar parte de estos nuevos “corredores de comercio”.
El mensaje más importante de Simson es el apoyo que Uruguay tiene de la UE para convertirse en “líder en el desarrollo y exportación de energías renovables”, insistió.
Financiamiento
La banca ha puesto a los proyectos amigables con el medio ambiente como prioridad a la hora de otorgar créditos.
Recientemente el Banco Europeo de Inversiones (BEI) se ha sumado a este objetivo en Uruguay, ya lo viene haciendo por ejemplo en Chile, ofreciendo financiamiento con condiciones atractivas, por ser una institución de desarrollo triple A.
Alejandro Staff Varela, representante del BEI para América Latina, destacó que la banca pública de Chile asumió la función de crear un mercado en torno a los negocios sustentables y que algo similar podría hacer Uruguay con el Banco República (BROU), UTE y otras instituciones del Estado.
“Hay que prepararse para este mercado del hidrógeno que va a llegar”, dijo.
Asimismo, afirmó que Brasil, a diferencia de Uruguay, no está mirando la producción del hidrógeno con fines de exportación, sino fundamentalmente para su mercado interno. Ese enfoque está siendo adoptado por varios países de la región, en la medida en que preparar la infraestructura de puertos para la exportación del producto suele demorar significativamente.
Minutos antes, Facio había explicado en el foro la estrategia de Uruguay de proponer la producción local para exportación (del hidrógeno verde y sus derivados) como una forma de apalancar el consumo de este producto a nivel local.
En relación a Uruguay, el BEI está interesado en apoyar proyectos vinculados a: parques fotovoltaicos y eólicos, agua y saneamiento y movilidad urbana sostenible, detalló el ejecutivo.
Por su parte, Esteban Gherardi, director de Banca Comercial Corporativa del Banco Santander, compartió que, además de apoyar inversiones de mayor porte, esta institución se enfoca en hacer viables plantas pilotos de entre US$ 40 millones y US$ 50 millones en sectores que no están acostumbrados a trabajar en este tipo de energías.
Andrés García, representante Corporate & Investment Banking de BBVA, reconoció que los bancos necesitan nuevas estructuras para estos nuevos negocios y que sus principales funciones son: movilización de capital, asesoría y administración de riesgos.
El BBVA tiene la meta de contar con un portafolio “carbono neutral” para 2050, y en este último año movió unos 300 millones de euros para negocios en el sector de las energías renovables.
Algunos otros aportes
Carlos Álvarez, oficial de Relaciones Internacionales de DG ENER de la Comisión Europea, señaló que hay que tener un “enfoque global” para desarrollar proyectos de energías limpias y que este era el momento de unirnos con apoyo técnico, acuerdos de financiamientos y trabajando en las certificaciones correspondientes.
Silvia Emaldi, presidenta de UTE, explicó la apuesta de este país en materia de integración energética y comentó que Uruguay, Argentina y Brasil sufren especialmente el cambio climático, por lo que se requieren mayores trabajos conjuntos para enfrentar este fenómeno.
Anabela Aldaz, vicepresidenta de la Cámara de Comercio y Servicios de Uruguay, destacó a InsPYraMe de la UE, que es un proyecto que impulsa las pymes. Advirtió que todavía existen muchos desafíos para que las pequeñas empresas adopten prácticas hacia modelos sustentables.
Sebastián Risso, director ejecutivo de Uruguay XXI, comentó que “la industria forestal es más que la celulosa”, apuntando a que en ella se origina el CO2 biogénico, con todo el potencial que implica en otras áreas.
Aram Sander, director de Enertrag para la región, dijo que el Proyecto Green Tambor que se lleva a cabo su empresa se encuentra en “estado avanzado”, sin dar más detalles. La meta es producir 15.000 toneladas de hidrógeno verde anual. También defendió la idea de que Uruguay debería tener más “visibilidad” ante los países de la UE para facilitar las inversiones.
Raphaël Barine Bonaire, gerente general de Air Liquide, compartió que el proyecto que adelantan sobre movilidad forestal limpia en Uruguay avanza a buen ritmo y que en menos de dos años harán entrega de las estaciones para los camiones. Valoró que el desarrollo del hidrógeno es una manera de traer tecnología europea al país y a la región, siendo muy importantes los equipos de captura de CO2.
En esa línea, María de los Ángeles Valenzuela, gerente de la consultora Hinicio Chile, valoró la riqueza en CO2 de Uruguay, lo que lo ubica en una posición privilegiada. Hizo referencia al proyecto de producción de hidrógeno verde de HIF, que incluye la de etanol y e-gasolina en Paysandú y que de concretarse será la mayor inversión de la historia de Uruguay .
Cuando le llegó el turno, Julia Godoy, ingeniera del grupo francés Setec, explicó el estudio de viabilidad que realizan para reestablecer un tren de pasajeros en el ferrocarril central.
Finalmente, Nicolás Spinelli, gerente general de Ancap, explicó el rol clave que ejerce esta empresa estatal y su “brazo verde” ALUR para el desarrollo de planes de hidrógeno a nivel nacional, que incluye por ejemplo el proyecto de combustible limpio para aviación.