El gobierno avanza con el controvertido proyecto para desarrollar un puerto en Martín Chico
El proyecto había quedado envuelto en una polémica ambiental con los vecinos y mencionado en el caso Astesiano.El Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) aprobó el anteproyecto para la construcción y explotación de dos terminales portuarias sobre el Río de la Plata, en el paraje Martín Chico, una localidad ubicada en el departamento de Colonia, entre Carmelo y Conchillas.
El principal objetivo del puerto multipropósito es el trasbordo de cargas (graneles sólidos) que llegan por barcazas provenientes de la hidrovía Paraná-Paraguay y eventualmente también de la hidrovía del Río de la Plata, aguas arriba de Salto Grande.
El proyecto —presentado por Mangle S.A—, había quedado envuelto en medio de una polémica ambiental luego de que el año pasado un establecimiento rural lindero al predio involucrado, presentó objeciones, pidió al Ministerio de Ambiente (MA) que se rechace la solicitud de autorización ambiental previa (AAP) y que se cumpla con la normativa ambiental.
El reclamo, liderado por productores agropecuarios y vecinos de la zona, se centró en la preocupación por el impacto ambiental del proyecto ya que, según afirmaron, por ser una zona rural está prohibido construir una terminal portuaria con esas características.
Sin embargo, según el MTOP, el pasado 5 de diciembre se celebró la audiencia pública y no se presentaron oposiciones al proyectos. Además, el gobierno defendió la iniciativa y dijo que “el proyecto de las terminales portuarias propuesto resulta de interés para el Estado en la medida que contribuye al desarrollo de infraestructura para la zona y la dinamización del mercado regional”, según consta en el documento que lleva la firma del presidente Luis Lacalle Pou y a la que accedió El Observador.
La iniciativa de desarrollar un puerto en Martín Chico había aparecido también en el expediente del exasesor presidencial, Alejandro Astesiano. En octubre de 2022, Andrey Kashtanov y Olesia Dzhumelia, una pareja de rusos que se casó en el Chuy, se había contactado con Astesiano para obtener documentación uruguaya y le habían mencionado su intención de realizar una inversión millonaria en un “puerto hub de la hidrovía” en esa zona, según consignó La Diaria.
Los detalles del proyecto
Con fecha 20 de junio, el MTOP emitió una resolución en la que aprobó el anteproyecto presentado por Mangle para construir y desarrollar dos terminales graneleras en Martín Chico.
Cada terminal comprende un muelle de ultramar con dos puestos de atraque y un muelle interno para barcazas, ambos conectados entre sí y a tierra por una galería de transferencia.
La aprobación implica que el Estado otorgará una concesión por 50 años, para la creación y explotación de las dos terminales y otra concesión de ocupación de la fracción del Río de la Plata (involucra unas 172 hectáreas aproximadamente), necesaria para su construcción. Asimismo, el MTOP otorgará a Mangle un permiso para efectuar el dragado del Río de la Plata.
Según había informado El Observador en enero de este año, la obra propuesta involucra una inversión de unos US$ 1.500 millones y de acuerdo a lo detallado en ese entonces por la cartera de Ambiente, el puerto brindará servicios de transferencias de cargas, con hasta cinco terminales de transferencia: tres de cereales, una de mineral de hierro y una de carga general.
La resolución del MTOP estableció que, a partir de ahora, la empresa tendrá un plazo máximo de nueve meses para presentar el proyecto ejecutivo de las obras y ser aprobado por la cartera. Entre otras cuestiones, esa aprobación exigirá que la empresa compruebe que la construcción de las obras no implicará riesgos para terceros.
Asimismo, el Estado le exige a la empresa una garantía de US$ 250.000, la cual deberá presentar al MTOP dentro de los 30 días siguientes al de la notificación de la resolución y cuya vigencia tendrá que extenderse hasta que la concesión quede sin efecto.
Por otra parte, el MTOP estableció que una de las dos terminales portuarias proyectadas deberá iniciar su operativa antes de transcurridos 36 meses a partir del día siguiente al de la notificación de la resolución y que “en ningún caso”, la operativa de las terminales podrán obstaculizar la navegación en la zona.
“Será de responsabilidad y cargo del concesionario gestionar ante los organismos competentes todas las autorizaciones y obtener las habilitaciones que resulten necesarias de acuerdo con la legislación vigente”, especificó la resolución. Esto contempla las autorizaciones ambientales, por ejemplo.
Como ocurre con las otras concesiones de álveos de dominio público, la empresa deberá pagar al Estado un canon anual, salvo durante los primeros tres años de la concesión.