Ese tren llamado deseo
El Uruguay ha dado otro paso hacia la modernidad. Con la llegada esta semana del llamado tren de UPM al puerto de Montevideo, se ha convertido en realidad un servicio de transporte de carga acorde a los tiempos que se viven y al aumento de volumen de nuestras exportaciones.
Si por algo se destaca este gobierno, entre otros logros, es el de haber concretado (hechos y no palabras) una inversión en infraestructura vial impresionante, entre carreteras, rutas y puentes, además de obras portuarias. Y ahora la concreción del nuevo ferrocarril.
Por supuesto, la oposición en su conjunto, dedicada a la crítica constante al gobierno, ya sea por lo que hace o lo que deja de hacer, alza su voz para subrayar que ese proyecto comenzó con el gobierno del FA. Aunque, justamente, esa fue otra aventura (estilo Antel Arena) basada en cálculos tan errados que cabe preguntarse si es otro ejemplo de ineptitud (menos mal que la obra se concretó bajo el gobierno actual) o hubo otras razones. El propio ministro Falero aseguró el otro día en el Parlamento, que tamaña improvisación de la anterior Administración obligó hacer frente a un costo 30% mayor para cumplir con el compromiso, dado el contrato de obra ya firmado, de una operación que sufrió múltiples modificaciones. Estaban previstas 250 expropiaciones y en total fueron 1029 padrones. Además estimaron que los servicios públicos afectados serían 237 y finalmente fueron 2.235. O sea que la obra les costó a los contribuyentes, en vez de los supuestos U$$ 959 millones, una suma de U$$ 1246.700 millones.
Con la irrupción de las nuevas tecnologías el Uruguay se ha despegado de la región. Durante los primeros meses se hicieron las pruebas de los trenes sobre las vías. Desaparecieron los vetustos carteles y en la actualidad todo se maneja desde un punto neurálgico. Las locomotoras tienen sus pantallas y se comunican con el centro de control, donde reina una de supertamaño que transmite los recorridos. Para poner en práctica el novel mecanismo se contrataron técnicos especializados en el exterior, a fin de capacitar al personal para estos procesos de cambio. Uruguay aplicará un sistema de control de trenes automáticos conocido como Sistema Europeo de Control de Trenes (ETCS) pionero en América Latina. La magna obra fue realizada mediante Participación Público Privada (a cargo de la misma estuvo el MTOP) con un consorcio integrado por empresas locales y extranjeras, el cual deberá ocuparse del mantenimiento por los próximos 15 años. El MTOP será el encargado de la gestión del sistema ferroviario mientras que el grupo Portren, dueño de las locomotoras, vagones y un Centro de Mantenimiento, subcontrata a la empresa DBCC para la implementación de los servicios de transporte, utilizando el material rodante para atender a UPM a la vez de adjudicar a otro conglomerado las operaciones ferroviarias a lo largo de los 273 km. entre la planta y la capital.
El ministro Falero, quien ha demostrado ser un hombre no solo de acción sino de ejecución, dio salida rumbo al puerto al convoy que por primera vez traía un cargamento de celulosa, luego de atravesar a casi todo el país desde el norteño Tacuarembó. Se calcula que por el Ferrocarril Central se podrán transportar anualmente hasta 4 millones de toneladas, de las cuales 50% corresponderán a UPM. También hay otros posibles clientes y ya hay proyectos más y menos avanzados. Entre los primeros figura el grupo Ras, la empresa de logística que en 2020 inauguró el Polo Logístico de Ruta 5, que cuenta con tres ramales ferroviarios y una terminal de contenedores fuera del puerto de Montevideo. Por otro lado, hay otro aún más verde (valga la connotación medioambiental) relacionado con el muy en boga hidrógeno verde. Hace poco el gobierno francés le transmitió al presidente Lacalle Pou, interés en implementar el transporte de pasajeros, entre Montevideo y Florida, mediante ese revolucionario sistema energético que se viene. El análisis de viabilidad lo hará una empresa francesa que ya recibió un apoyo no reembolsable, de dicho país.
La seguridad, entre lo que figuran adelantos como los rieles soldados, durmientes de hormigón y un sistema de última generación, sumado a la necesidad de una campaña para preparar a la gente para estar alertas ante el paso de los trenes, son aspectos que los responsables tienen muy en cuenta en estos días. Así como tomar precauciones ante la posibilidad de actos vandálicos y robos, del momento que ya han tenido que lidiar con ellos y se trata de un delito no menor, tal como lo señalara el director de Saceem, ya que se pone en peligro la protección del sistema y de las personas.