Falta de costumbre y "tontería": proyecto de hidrógeno verde genera diferencias entre Industria y Ancap
El subsecretario de Industria afirmó que Ancap no va a ser socio en el negocio de HIF Global; para el presidente de la estatal sería “una tontería perder ese derecho”.La participación que tendrá Ancap en la planta de hidrógeno verde que la empresa HIF Global busca construir en Paysandú, provocó diferencias entre jerarcas del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y la empresa estatal, quienes tienen visiones opuestas respecto de cuál debería ser el rol del ente en el proyecto.
El subsecretario del MIEM, Walter Verri afirmó a El Observador que Ancap solo va a participar como proveedor del dióxido de carbono (CO2) biogénico que la planta precisa para producir combustibles sintéticos, pero que “no va a poner (plata) para participar en el negocio, ni va a ser inversor”. A su entender, “la participación tiene que ser pequeña” y “no es aconsejable” que Ancap se involucre como socio del proyecto.
La visión del presidente de la estatal, Alejandro Stipanicic es completamente diferente. Según dijo el jerarca a El Observador, “tomar la decisión de no entrar” como socio del negocio “es una pérdida para el país” y enfatizó que “sería una tontería perder ese derecho” de participación.
Asimismo, el presidente de la estatal dijo que el negocio de la venta de CO2 por parte de Alur, subsidiaria de Ancap, “no es significativo” en términos de los ingresos que le va a reportar. El ente le venderá a HIF Global unas 150.000 toneladas por año, lo que significa alrededor del 20% de las 700.000 toneladas que el proyecto demanda.
La definición respecto del rol que tendrá Ancap deberá tomarla el ente una vez que HIF Global haya concretado el proyecto de ingeniería de detalle, las tecnologías y equipos necesarios, el diseño de una arquitectura de financiamiento, el cierre de todos los contratos que se precisan para la producción y compra de la biomasa y de la energía eléctrica (en la que participarán UTE, generadores privados y otros proveedores de residuos agrícolas y forestales), así como el cierre de los contratos con los clientes que comprarán el producto final.
Stipanicic estimó que la decisión final de inversión (presentada por la empresa privada) se dará a conocer el año que viene y es a partir de ese momento que Ancap deberá decidir si quiere participar como socio o no. “Estamos lejísimos de tener que tomar esa decisión todavía, mucha agua va a pasar por debajo de los puentes”, señaló el jerarca.
De concretarse, el proyecto de HIF Global para producir hidrógeno verde y combustibles sintéticos en Paysandú, significará la mayor inversión privada en la historia del país con un total de US$ 6.000 millones.
Inicialmente, el gobierno había anunciado una inversión de US$ 4.000 millones, pero la empresa privada concluyó que en el país no estaban dadas las condiciones para comprar la totalidad del CO2 que el proyecto demanda, por lo que decidió que se encargará de construir las instalaciones para producir su propio CO2, lo que hizo aumentar el nivel de inversión.
El proyecto consta de dos partes: una de generación eléctrica, en la que pueden participar UTE y actores privados; y otra química, vinculada con la producción de gasolinas, en la que Ancap tiene permitido participar en hasta un 30% del negocio.
Esa segunda parte del proyecto implica una inversión aproximada de US$ 3.600 millones, por lo que si Ancap decidiera formar parte del negocio, deberá aportar por su cuenta unos US$ 1.080 millones aproximadamente.
El presidente de la estatal reconoció que es “muchísimo dinero” pero defendió que la decisión de Ancap de participar o no, como socio, se hará con la ventaja de tener “un grado de certeza” del negocio “que los operadores privados no tienen”.
En ese sentido, dijo que todo el dinero que se ha gastado hasta el momento en la elaboración conceptual del proyecto y el estudio de factibilidad, ha sido por cuenta de HIF Global. Por lo que, en caso de decidir no formar parte del negocio “habremos perdido tiempo pero no plata”, afirmó Stipanicic.
El derecho a formar parte en hasta un 30% de este negocio, es igual al formato que Ancap establece en otros proyectos como en el de la exploración de petróleo en el mar uruguayo. En ese caso, la estatal deja en manos de los privados la búsqueda y sus costos asociados, pero ante una eventual explotación de petróleo, tiene derecho a participar en hasta un 25%.
La estatal estima que en los próximos cuatro a 10 años podrá necesitar financiamiento por entre US$ 3.000 a US$ 4.000 millones aproximadamente, si quiere participar de estos y otros proyectos energéticos.
Para conseguir ese dinero, Ancap evalúa la posibilidad de crear un instrumento financiero, similar a un fondo de inversión, en el que puedan participar pequeños ahorristas, empresas y grandes inversores como las AFAP.
Si bien Stipanicic indicó que la idea todavía “está muy en pañales”, dijo que ya trabaja junto al Banco República (BROU) y a República Afisa para delinear los detalles del instrumento financiero.
Las decisiones de inversión a las que el ente puede verse enfrentado en la próxima década “exceden no solo la capacidad (financiera) de Ancap, sino también la capacidad de saber entender y gestionar esos riesgos”, reconoció el presidente de la estatal. Por eso, consideró que “lo mejor es tener una contraparte que estructure el fondo de inversión y que sea la que tenga la relación con los inversores, mientras que Ancap queda en el gerenciamiento y en la gestión frente a terceros solo como operador técnico”.
En caso de que esa idea prospere, Ancap comercializará en el fondo los derechos de participación que tiene en los diferentes proyectos y la garantía para los inversores serán los ingresos futuros que generen esos negocios.
Al ser consultado sobre el nivel de acuerdo del directorio de Ancap respecto de la decisión de crear este instrumento financiero, Stipanicic dijo que tanto en la decisión de ser socio de HIF Global como en la creación de un fondo de inversión, “hay un consenso general” en el directorio, aunque admitió que “son ideas preliminares” que deberán decidirse más adelante.
Respecto a la postura de Verri en cuanto a que “no es aconsejable” que Ancap participe como socio del negocio de HIF Global, Stipanicic defendió que los US$ 1.080 millones “van a tener una rentabilidad” y agregó que “hay mucha ansiedad” por el tema porque “en Uruguay no estamos acostumbrados a manejar tanta información ni proyectos de estas dimensiones”.