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De taller metalúrgico a multinacional uruguaya con negocios por más de US$ 200 millones: la historia inspiradora de Berkes

"Hay que soñar y se puede hacer las cosas bien", son algunas de las lecciones aprendidas por el presidente de Berkes, Pablo Bocchi, quien afirma que “hay un potencial infinito para hacer negocios en India”.En el año 1997 Pablo Bocchi adquirió la mayoría del paquete accionario de Berkes "con gran esfuerzo" y "a pagar a 12 años".

POR RAÚL SOARES NETTO
Actualmente, la empresa lleva adelante unos 30 contratos en Uruguay y el mundo, y proyecta cerrar este año con una facturación de US$ 230 millones, afirmó el empresario en entrevista con El País, donde además abordó la generación de energía y el hidrógeno verde, el precio del dólar y los desafíos de Uruguay.

El presidente de Berkes nació hace 61 años en Montevideo. Creció y se educó en el barrio Brazo Oriental. “Mi mamá me inculcó esa pasión por salir adelante, crecer y por proyectar. En mi casa nunca tuvimos auto, pero había una gran biblioteca: teníamos muchos libros y discos”, sostuvo el empresario. Bocchi es ingeniero industrial y civil egresado de la Universidad de la República. Tiene cuatro hijos: Nicolás (34), Valentina (32), Sebastián (30) y Romina (28). Además, es abuelo de Gianluca de 18 meses, hijo de Nicolás. En su tiempo libre, juega al tenis y disfruta de navegar.

A continuación, un resumen de la entrevista.

—Fundado como taller metalúrgico en el año 1939 por el inmigrante húngaro Julio Berkes, hoy Berkes tiene casa matriz en Montevideo y oficinas en España, Dinamarca, India y Brasil para la ejecución de unos 30 contratos entre Uruguay y el mundo. ¿Cuál es la actividad desarrollada por la empresa, que tiene ingresos por unos US$ 200 millones anuales?

—Creada hace 84 años, Berkes actualmente se dedica a la construcción, montaje mecánico (industria), montaje eléctrico, energía y vialidad. También tenemos áreas complementarias, como el desarrollo inmobiliario y las obras públicas por concesión. Actualmente tenemos en ejecución entre 20 y 30 contratos anuales. En total contamos con unos 2000 empleados propios, entre técnicos y administrativos, además de los que incorporamos según los requerimientos para la realización de determinados proyectos.

Desde1997 venimos creciendo. Ese año compré la mayoría del paquete accionario de Berkes y, con mucho trabajo y esfuerzo de todo el equipo, seguimos creciendo. El año pasado cerramos con una facturación cercana a los US$ 200 millones. Y este año vamos a alcanzar unos 230 millones. El 50% de los ingresos se están generando a nivel local y el otro 50% en el exterior, que era el objetivo buscado aunque la actividad desarrollada en el exterior sigue en acelerado crecimiento.

—Ingresó a trabajar en la empresa en el año 1985, en 1996 fue designado gerente general y al año siguiente adquirió Berkes. Bajo su liderazgo ya como empresario, transformó a la empresa en una multinacional uruguaya. ¿Cómo fue ese proceso de cambios?

—Es así, somos una empresa de capitales 100% uruguayos que opera en varios países. Ahora, estamos realizando obras en Guayana Francesa, Perú, Colombia, Brasil, España, Eslovaquia y en el caso de India estamos realizando seis trabajos. Tras la finalización de las obras de construcción de la segunda planta de UPM en el país, cerramos tres contratos que suman US$ 100 millones.

—¿Alguna vez soñó o planificó esta realidad de Berkes?

—Antes de adquirir la empresa, yo trabajaba todo el tiempo como ingeniero, tenía mis cuatro hijos. En 1996 la empresa estaba en serias dificultades, al borde del cierre por una relación muy desgastada entre los socios. Berkes adolecía de los típicos problemas de las empresas familiares. Nunca había soñado con ser empresario; yo era un buen ingeniero, nada más... pero quería hacer algo por una empresa que realmente amaba. Esta actividad, mi profesión, es una pasión. Así me ofrecen primero la gerencia general y al año siguiente terminé comprando la empresa. Y recién ahí descubrí que tenía la habilidad de emprender y desarrollar nuevos negocios, de querer hacer cosas, de innovar y crecer empresarialmente. Todo este proceso de expansión se dio a partir de los valores de la seriedad, cumplir, hacer bien las cosas, sentir tanto pasión como orgullo por lo que uno hace, pero sin perder la humidad y el pensamiento crítico. Hoy somos una empresa pujante, que crece, da empleo, paga impuestos, que trabaja y fomenta el formalismo. Hoy, estamos capacitados para trabajar en cualquier parte del mundo.

—Parece fácil ese proceso de crecimiento y salida al exterior para buscar clientes. ¿Qué pasó en la crisis económica de 2002, la más grande en la historia de Uruguay?

—Fue tremendo. En 1997 compré la empresa con gran esfuerzo, a pagar a 12 años. La pagué con el propio giro de la empresa y mis ahorros que eran de US$ 70.000. Para el 2002, nos golpeó la crisis de 2002. Estuve un año sin dormir, pendiente del valor del dólar y la suba del riesgo país... Una noche, desesperado por pagar las cuentas, me desperté de madrugada y abrí al azar una página de la Biblia; la leo, me entra una paz y, en definitiva, me digo que “sea lo que Dios quiera”. Y es ahí cuando decido ir a Brasil todas las semanas en ómnibus. Así se crea con unos socios brasileños Berkes do Brasil para el montaje de calderas industriales para la generación de energía, a partir de la biomasa. En 2006, la facturación ya estaba cerca de US$ 6 millones y tomamos en Fray Bentos una obra civil en la construcción de la planta de celulosa de Botnia (luego UPM) que significó duplicar la actividad de la empresa en un año. Esto se logró con la colaboración y el gran esfuerzo del personal. Actualmente, muchos de los gerentes integran el Directorio como socios. Se sufrió mucho con ese enorme crecimiento de la actividad y casi se nos va la empresa de las manos. En ese difícil momento logramos salir adelante, con el asesoramiento de “Lito”: el Cr. (Isacc) Alfie, quien se desempeñó durante algunos años en el Directorio. Hoy Berkes se encuentra en una destacada posición a nivel local e internacional gracias a la capacidad profesional, la dedicación y el amor a la empresa de directores, gerentes y todo el equipo de colaboradores, que han dado todo y mucho más en beneficio de la empresa. Tengo un especial orgullo por el equipo de directores que me acompaña en llevar adelante a la empresa hasta donde hoy está posicionada. Cuando hablo con colegas y clientes, me llena de satisfacción escuchar cómo me destacan su profesionalismo y dedicación. En Berkes aprendemos todos los días de nuestros clientes, nuestros colegas y los mercados que vamos conquistando.
Firmamos un contrato para desarrollar seis plantas de energía en India, quemando paja de arroz y mostaza.

—¿Cuándo abrió una oficina en España?

—En 2009...Tras el desembarco en España, otra vez hubo dificultades de crecimiento, como resultado de duplicar el nivel de actividad y trabajar en el exterior captando nuevas oportunidades. Salimos adelante otra vez de las dificultades con los conocimientos adquiridos y el gran esfuerzo del equipo gerencial y la dirección de la empresa.

—En 2021 Berkes concretó otro hito con la adquisición de BWE, una empresa danesa de 150 años dedicada a la fabricación de calderas para la generación de energía a partir de biomasa. ¿Un nuevo desafío, que además permite poner un pie en India?

—Todo esto parece que fue un plan estratégico pero, en realidad, las cosas se fueron dando con trabajo, seriedad y esfuerzo, que nos han llevado a aprovechar las oportunidades que se fueron presentando. La compañía Burmeister & Wain Energy (BWE) no sólo tiene una destacada presencia en Europa, también cuenta con una filial en India.

—India es un país que está fuera del radar de los negocios de Uruguay en su búsqueda de tratados comerciales. ¿Cuáles son las expectativas para Berkes?

—Con una población que supera los 1400 millones, India es el país como más habitantes del mundo; ya pasó a China. Y se define como la mayor democracia del mundo. Su economía está creciendo a un ritmo del 8% anual, buscando atender los problemas sociales, bajando los niveles de pobreza y generando más empleo.

—¿Para Uruguay, existen mayores posibilidades de concretar un TLC con India?

—Es muy probable. Ahora se creó la Cámara de Comercio Uruguayo-India. El embajador uruguayo en India, Alberto Guani, nos ha apoyado mucho. Somos la única empresa uruguaya con operaciones en India, aunque, para India, se da la curiosidad que somos una empresa danesa. Entre India y Dinamarca hay un importante acuerdo de cooperación para la transferencia de tecnología. Hay un potencial infinito para hacer negocios con India. Ya hemos firmado un contrato para el desarrollo de seis plantas de energía en India, quemando paja de arroz y de mostaza con el uso de la tecnología innovadora de la empresa danesa adquirida. BWE es una empresa más pequeña que Berkes, pero que nos permite ofrecer soluciones aún más amplias. Vemos que nuestro crecimiento no tiene límites sobre la concreción de nuevos negocios y más contratos. Recientemente, hemos firmado con un contrato con un cliente colombiano.

—Berkes ya es un grupo que en sus líneas de negocios tiene una fuerte presencia en la generación de energía a partir de fuentes renovables. ¿Cómo analiza el presente y futuro del sector energético?

—Es un sector que ofrece muchas oportunidades de negocios. La energía eléctrica generada a partir de la biomasa no tiene límites. Es una solución probada, segura, competitiva y amigable con el cuidado del medio ambiente. También estamos participando en las nuevas tecnologías, en todo lo que hace con el desarrollo del hidrógeno verde y los combustibles sintéticos. Además, la guerra de Rusia en Ucrania impactó en la producción tanto del petróleo como del gas natural, que cuadruplicó su precio. Europa está toda conectada con el gas natural de Rusia y está decidida a poner fin a esta dependencia energética. En esa línea, han optado por desarrollar plantas de energía a base de biomasa para sustituir al gas natural. En Rumania, para un cliente francés, recién hemos culminado la construcción de una planta de 16 millones de euros para generar energía térmica (vapor) y eléctrica a base de la quema de los residuos de la cáscara de girasol de forma eficiente y amigable con el medio ambiente. Esta planta se va a repagar en un plazo de dos años.

“EL PRECIO DEL DÓLAR COMPLICA A TODOS”

“El actual precio del dólar complica a todos. Habrá que ver cómo evoluciona”, sostuvo Bocchi, quien asegura que la actividad de Berkes seguirá creciendo en todas las áreas. A nivel local, la empresa participa en varios proyectos: Neptuno Arazatí y el Ferrocarril Central. También promueve un puerto de pasajeros en el Dique Mauá, que está en discusión. “Para el puerto de Montevideo, sería un cambio radical trasladar la terminal de pasajeros hacia un área exterior sin afectar la operativa”, dijo Bocchi.

—Uruguay también comenzó a recorrer el camino de la producción del hidrógeno verde. ¿Piensa participar con proyectos?

—También ahí existen oportunidades. Tenemos un equipo de 150 ingenieros enfocado, en un gran número, en el área de la energía. El hidrógeno verde es un tema que se viene; Uruguay es otro país que se está subiendo a su explotación. Desde el área de ingeniería, exportamos servicios desde Uruguay al mundo con el diseño y ejecución de distintos proyectos.

—¿Qué opinión tiene de Uruguay?

—Uruguay es un país fantástico, donde nos criamos y educamos. Estoy muy agradecido a este país y a la Universidad de la República. Uruguay tiene condiciones absolutamente excepcionales. Tenemos una muy buena base cultural; somos un país de gente preparada. Tenemos un problema y es que debatimos demasiado los temas; debemos ser más pragmáticos y tomar decisiones.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 30 Julio 2023