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Molecor propone a Uruguay la planta para fabricar el tubo más grande de PVC-O de todo América
El PVC-O es un material testeado en Uruguay hace once años, pero que debe ser importado.De forma simple podemos decir que el PVC-O es el material que resulta de someter tubos de PVC convencional a un proceso industrial, mediante el cual se organiza la dirección de las moléculas, reorientándolas en las direcciones en las que el tubo realizara el mayor esfuerzo, es decir circunferencialmente.
De este modo se obtiene un material con altas prestaciones muy superiores a las que ofrecen los materiales plásticos convencionales. Su elevada resistencia y flexibilidad le conceden una vida mucho más larga, resultando un material más eficiente. Su producción podrá ser realizada en Uruguay con una planta con capacidad para fabricar el tubo de PVC-O más grande del continente.
“Comparándolo con otros procesos de producción, particularmente de tubería férricas, nuestro consumo de energía es muy inferior” nuestra huella de carbono puede llegar a ser una cuarta parte. Es sin duda el tubo más sostenible y amigable con el media ambiente, explica José Antonio Benedicto, director para Latinoamérica de la fábrica española Molecor. “Los tubos son más ligeros y fáciles de instalar. Su eficiencia como material aplicado a la producción de tubería, permite un rendimiento muy superior en el consumo de materias primas y por ende una menor dependencia del petróleo. Con la mitad de resina de PVC se logra un tubo mucho más resistente.
Molecor destaca por su compromiso con el medioambiente, avalado por los siguientes principios: eficiencia energética (el innovador proceso de Orientación Molecular permite reducir el consumo de energía y materias primas); mejor huella ambiental (reducción de emisiones de CO2 y menor consumo de energía durante su larga vida útil); optimización de recursos y total reciclabilidad del producto.
Hace unos años nadie valoraba la posibilidad de exportar tubería de PVC convencional a otros continentes. Hoy con el PVC-O se puede ser competitivo en todo el planeta.
De hecho, ya hay más de 200 kilómetros de tuberías extendidos por varios lugares del país. Siendo utilizado tanto en redes de abastecimiento de agua potable, agua residual y riego.
Para explicar con claridad el procedimiento de elaboración del PVC-O, Benedicto apela a una analogía: un plato servido de espaguetis los presenta desordenados y enredados, pero si se los toma con un tenedor y se los gira, se los orienta en un mismo sentido. El procedimiento TOM, registrado por Molecor, implica introducir el tubo en un molde, cerrarlo y someterlo a ciertas temperaturas, presión y velocidad para hincharlo, hasta que toma la forma del molde. Así es que sus moléculas se reorganizan. “Cuando se hace esto sobre el polímero el tubo logra un comportamiento y una resistencia mecánica muy superior”, afirma.
En cuanto a lo medioambiental, el PVC-O es el material que tiene menor pérdida de carga y, consecuentemente de energía respecto otros materiales. Por lo tanto, permite un ahorro considerable de la potencia necesaria a instalar y posteriormente contratar, y del propio consumo de energía en la explotación de cualquier red hidráulica. A estas ventajas se suman su eficiencia en costos de ejecución y un menor consumo energético durante su funcionamiento.
El proceso de orientación molecular implica un uso optimizado de materias primas. Además, la superficie interna es extremadamente lisa, lo que reduce al mínimo las pérdidas de carga y dificulta la formación de depósitos en las paredes del tubo. Esta circunstancia, permite para un mismo diámetro nominal reducir la velocidad o incrementar el caudal transportado.
Otra ventaja operativa es que el procedimiento permite crear grandes volúmenes y extensiones en tiempo récord. Por ejemplo, Molecor cuenta con experiencia en la ejecución de proyectos urgentes en situación de emergencia hídrica en el pasado. El proyecto de Pernik, en Bulgaria, le fue adjudicado debido a la durabilidad y fiabilidad de sus productos, así como la facilidad y rapidez de instalación. En dicho país se instalaron 12,5 km de tuberías TOM de PVC-O DN630 mm con una capacidad de 300 l/s. El trabajo completo desde la fabricación hasta la instalación se completó en 37 días. Gracias a la rápida actuación se pudo solventar el grave problema de sequía en Pernik, Bulgaria, proporcionando agua a la ciudad en tiempo récord.
La empresa, por otra parte, ofrece 50 años de garantía y estima que la vida útil del material se puede extender hasta los 100 años. Por lo tanto, afirman, es comparativamente menos nocivo para el medioambiente a largo plazo. Este sistema de orientación molecular de las tuberías evita la propagación de grietas y arañazos, por lo que disminuye el riesgo de fisuras rápidas, gracias a la estructura laminar del tubo. Además, tienen una gran resistencia ante golpes, minimizándose así las roturas durante la instalación o las pruebas en obras. Todos factores que contribuyen a su durabilidad y a una menor tasa de recambio y descarte.
Aunque el material llega a Uruguay desde hace 11 años mediante importaciones, hay grandes perspectivas para fabricarlo aquí. Desde Molecor aseguran que, en caso de que puedan recibir autorización en relación al proyecto de la potabilizadora Neptuno Arazatí, montarían una planta de fabricación de este ventajoso material en las cercanías de la ciudad de Libertad. Y, de acuerdo a sus proyecciones, sería la planta más grande de las que tienen en el continente (Sumando sociedades participadas y licenciatarios, Molecor está presente en Paraguay, Canadá, Colombia, Ecuador, Argentina y Brasil).
La empresa confía en la visión y compromiso medioambiental del país, expresadas en diversas políticas a largo plazo y también en decisiones ante situaciones de emergencia. “Conozco mucho Latinoamérica. Uruguay es el país con más sensibilidad ante el medioambiente. Tienen el mayor peso específico en todo lo que sea sostenibilidad medioambiental”, remató.