El diputado de Cabildo Abierto "demasiado independiente" que se ganó la confianza de Manini
El abogado constitucionalista Eduardo Lust se sumó al sector en setiembre de 2019
Si no hubiera grabado ese audio, Eduardo Lust Hitta nunca hubiera llegado al Parlamento. El diputado electo de Cabildo Abierto vuelve a esa tarde de 2017 en la que su hermana Silvia, veterinaria, le preguntó cómo podía explicarle a sus colegas el fundamento jurídico de la obligatoriedad de implantar chips subcutáneos a los perros.
“Es ilegal”, recuerda que le respondió en un mensaje de voz de WhatsApp, y en pocos minutos resumió sus argumentos en un tono coloquial, “de hermano a hermana”, porque no anticipaba que ese audio se iba a difundir decenas de miles de veces y la prensa lo contactaría para dar su versión.
“Fue revelador”: el profesor grado cuatro de Derecho Constitucional jura que hasta entonces nunca había pensado en difundir lo que tenía para decir. Pero también confiesa que la visibilidad que le dio ese audio fue lo que más adelante motivó su arremetida contra lo que él define como “el cáncer de Uruguay”: el contrato que firmaron el gobierno y la empresa finlandesa UPM.
Son las diez de la mañana y Lust recibe a El Observador en su oficina, ubicada en la planta baja de un edificio céntrico de Montevideo. La sala principal es un espacio sin ventanas, con un escritorio en el que se apilan las carpetas de los casos en los que Lust está trabajando. También hay libros de derecho con tapas de cuero que se entremezclan con ediciones antiguas de novelas clásicas y hojas A4 garabateadas.
En las repisas de las paredes, en cambio, se amontonan latas y más latas de cerveza sin abrir de todos los tamaños, colores y procedencias. Por inesperada, esta colección siempre es el primer tema de conversación entre Lust y quienes llegan a su despacho.
El diputado electo cuenta que empezó con ese pasatiempo 15 años atrás, cuando compró una lata de la marca sudafricana Castle, y desde entonces ha acumulado cerca de 3.000. Sus piezas favoritas de la colección son las latas australianas: “Tienen una historia muy linda y muy trágica que hace que sean especiales”, dice.
El comienzo de su carrera política
Lust comienza a hablar antes de que le hagan preguntas. “Yo tuve una vida lineal. Nací en 1959, soy de Paysandú y tuve una familia extraordinaria. Papá, camionero. Mamá, maestra. Tres hermanas divinas: Alicia, Silvia y Cristina”, relata.
Se reconoce como un intelectual y se refiere a sí mismo y a sus opiniones como alguien que ha dedicado a ello demasiado tiempo. Para hablar de su incursión en la política, el dirigente de Cabildo Abierto cita a la Divina Comedia de Dante Alighieri. Quienes lo conocen saben que tiende a poner su visión del mundo en palabras a partir de los textos que ha leído. Entonces, para explicar y explicarse termina hablando de Freud, Rousseau, de Quevedo, Montesquieu, Marx, San Agustín, Calderón de la Barca, Ortega y Gasset, la Biblia, el Corán y la Torá.
Antes de postularse como diputado en estas elecciones, la militancia de Lust se había limitado a respaldar a la Lista ACF del Partido Nacional cuando era estudiante en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República –a la que ingresó en 1979– y compartía el salón de clase con algunos de los actuales legisladores, entre ellos el diputado blanco Pablo Iturralde.
En esa casa de estudios, a su vez, inició la carrera docente, en la década de 1990. Él asegura que hasta el año pasado no tenía mayores ambiciones que continuar con los cursos. “Pero las mentiras del gobierno me calentaron”, acota, y de este modo se refiere a las supuestas irregularidades e inconstitucionalidades presentes en el acuerdo entre UPM y el gobierno.
Cuando se firmó el contrato, se acordó de su hermana Silvia, el audio que había grabado en 2017 y la repercusión mediática que tuvo.
Motivado por ese recuerdo, Lust produjo una treintena de mensajes, cada uno dedicado a un aspecto puntual de las presuntas irregularidades, y los divulgó entre las personas que también estaban en contra del acuerdo con la multinacional. “Las reproducciones empezaron a subir y a subir”, asegura.
El intento frustrado de Salle
El respaldo no solo llegó de las organizaciones civiles. Los políticos también fueron receptivos. El candidato a diputado dice que recibió ofertas del Partido Nacional –aunque él le llama “Partido Blanco”, porque entiende que “nada le queda de los principios de Wilson Ferreira"–, así como de otros lemas, entre ellos el Partido Ecologista Radical Intransigente.
Gustavo Salle, el excandidato del Partido Verde Animalista, contó a El Observador su frustrado intento de encolumnar al catedrático detrás de él. La idea surgió una noche invernal en su casa, ubicada en Guarambaré 1363. Había invitado a Lust, Hoenir Sarthou, Raúl Viñas y Enrique Viana –los detractores del contrato con mayor exposición– “para comer una picada, tomar un buen whisky, comer salchichas y queso fundido en la estufa a leña”.
El excandidato ya conocía a Lust de sus épocas estudiantiles en la Facultad de Derecho: lo recordaba como alguien “ameno, vivaz y muy buen compañero”. Pero la “brillante exposición” que el catedrático hizo esa noche, picada mediante, condujo a que le propusiera sumarse a su campaña. Lust rechazó esta oferta, según dice, desmotivado por "las divisiones internas” del Partido Verde Animalista.
“Me dediqué a recorrer los pasillos del Palacio Legislativo, como ya había hecho en otras oportunidades, asesorando a los políticos que querían escuchar lo que tenía para decir sobre el contrato con UPM desde un punto de vista constitucional”, recuerda Lust sobre los meses que siguieron y precedieron a la llamada de Salle.
El líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, también lo contactó para hablar del acuerdo con UPM. “Pero él no me pidió que me sumara al partido”, aclara Lust.
Quienes lo contactaron fueron Víctor Núñez y los demás fundadores de la lista 84 de Montevideo, que en las elecciones internas había sido la menos votada de la capital. Lust no recuerda la fecha exacta, pero calcula que “habrá sido cerca del 20 de setiembre”, es decir, a poco más de un mes de las elecciones parlamentarias.
Esta vez consideró la oferta porque entendía que Cabildo Abierto, a diferencia de otros partidos, le permitiría dar la batalla legal contra el contrato firmado por el gobierno.
El abogado admite que “a 90% de la gente" que integra su lista no la conoce. Además dice que si eventualmente no estuviera de acuerdo con la disciplina partidaria de Cabildo Abierto, la rompería, y reconoce que no todos los integrantes del partido le caen bien.
Pero aunque no comparte las ideas de algunos de sus futuros compañeros de bancada, Lust reivindica el derecho a la libre expresión. Por eso defiende al diputado electo Martín Sodano y su controversial “si te gustó, bancátela” para referirse al aborto: “Él fue auténtico y después le cayeron con todo. Así es como debería ser, en vez de reprimir algo que de todos modos va a seguir pensando”, afirma.
"Demasiado independiente", según Manini
“Manini me reprocha que soy demasiado independiente”, comenta Lust riendo.
Aun así, Lust sabe que se convirtió en un referente para el exgeneral. Manini Ríos no solo le pidió asesoramiento cuando debió enfrentar a la Justicia por presuntamente no haber denunciado que José Nino Gavazzo –ante un tribunal de honor, cuando era comandante en jefe del Ejército– confesó que en 1973 había tirado el cuerpo de Roberto Gomensoro al río Negro. El excandidato también le confió la responsabilidad de instruir a los legisladores electos sobre derecho constitucional y el funcionamiento del Parlamento.
Hay algo sobre lo que Lust no quiere hablar: el 19 de marzo de 2014, la Suprema Corte de Justicia lo inhabilitó de forma temporaria para ejercer como escribano. “Es un tema privado sobre el ya hablé 20 veces, en 20 lugares. El que quiera aceptar la explicación que di, que la acepte, y el que no, no me interesa”, zanja.
Una de las veces que lo explicó fue en el programa Diario de campaña, de Nuevo Siglo TV. El diputado electo dijo que en 2013, en el estudio que compartía con su excuñado se produjo “un problema notarial” que pronto se solucionó. “Basta que yo presente una nota solicitando el reintegro de la profesión para que a mí me reintegren”, aseguró.
Su vida familiar
Lust está divorciado y hace tres años formó una nueva pareja. No obstante, sigue diciendo “mi esposa” y “mi suegra” cuando le preguntan por la madre o la abuela de sus tres hijos, dos mujeres de 24 y 26 años, y un varón de 20.
El abogado constitucionalista todavía no tiene claro qué lo llevó a tomar la decisión de divorciarse. “Como que el amor de pareja se terminó y siguió otro tipo de amor”, aventura. Señala, además, que el pasado fin de semana fue al campo de la familia de su exesposa y que con ella suele pasar las fiestas.
En cambio, dice que por su nueva pareja, a quien conoció en un asado organizado por uno de sus clientes, siente “otro tipo de amor". “Nos queremos mucho, pero yo no me enamoro, y tampoco creo que ella esté enamorada de mí”, reconoce.
El diputado de electo de Cabildo Abierto cree que la familia no se define por los roles o los lazos sanguíneos, sino que son esas personas “que siempre te van a auxiliar” y donde “vas a encontrar refugio”. “Miguel de Unamuno dice que la filosofía y la poesía son hermanas gemelas. Citándolo, yo digo que las cosas importantes son dos: la salud y la familia”, señala. Para él, su familia son sus tres hijos, su pareja y su exesposa: las únicas personas a las que les consultó antes de presentar su candidatura.
Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 07 diciembre 2019