POSICIÓN
Para la supergremial empresarial es el momento de “apoyar” al gobierno electo
El presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales dijo que los empresarios deben “tender la mano” al gobierno de Luis Lacalle Pou y que hay coincidencias en varios de sus anuncios.
Desde el sector empresarial este momento es para apoyar, para tender la mano, alentar y mirar qué es lo que va a hacer” el gobierno electo, dijo ayer el presidente de la Confederación de Cámaras Empresariales, Gerardo García Pintos. Señaló que hay coincidencias en varios anuncios hechos por Luis Lacalle Pou y que “los primeros nombres” de ministros que se han conocido comparten “el enfoque macroeconómico, productivo y social” de la gremial.
Al participar de un evento organizado por la Liga de Defensa Comercial (Lideco) titulado “Desafíos 2020-25 en el escenario político, económico y social post-elecciones”, García Pintos dijo que los empresarios “vamos acomodando el caballo según cómo viene el río”, y en este caso imagina “un Uruguay volcado a la exportación de bienes y servicios, con un agro fuerte y con las TIC (tecnologías de la información y comunicación)” como sector clave.
Sostuvo que si el próximo gobierno logra impulsar eso, habrá un derrame sobre el mercado interno, que por ejemplo reactivará el comercio. “Si logramos un país con esas tendencias seguro nos irá mejor”, añadió.
Consultado por El País, el presidente de la confederación que agrupa a las principales gremiales empresariales expresó que “hay que darle tiempo (al nuevo gobierno) para que se arme” y que “no es momento de pedir cosas”. Aunque durante su discurso, indicó que “importan las señales que se den en los 100 primeros días” del período, y planteó rebajar el gasoil y la tarifa eléctrica.
Son dos variables de costos que “cruzan a todos los sectores productivos”, y también llegan al “consumidor final, porque el flete afecta a todos los precios”.
“Uruguay necesita un shock de confianza, que dé tranquilidad (a los empresarios) para invertir”, dijo el líder gremial.
Además, manifestó que “el gobierno recibirá una economía complicada”, en especial por el nivel del déficit fiscal, por lo que “satisface” la promesa de ahorrar US$ 900 millones el primer año de gobierno, aunque “podría ser más”.
En esa línea, comentó que “la dirección” del nuevo gobierno “debe contener elementos como un Estado más racional, un gasto público más ordenado, cuentas públicas en orden y más competitividad”.
También García Pintos elogió “que el presidente electo hable de la necesidad de dar ritmo” al gobierno a través de una ley de urgente consideración, porque “el sector empresarial necesita ritmo ya que la competitividad está afectada y no podemos darnos el lujo de perder empresas”.
Otros aspectos que mencionó el líder gremial pensando en los próximos cinco años fueron incorporar una regla fiscal, reducir la cantidad de empleados públicos, mejorar la gestión de las empresas públicas y firmar nuevos acuerdos comerciales -“no podemos pagar millones en aranceles”, señaló.
Los próximos desafíos.
Del evento también participaron los economistas Julio De Brun -expresidente del Banco Central (2002-2005)- y Hernán Bonilla -director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED)-, así como Rafael Porzecanski de Opción Consultores.
De Brun dijo que el principal desafío del nuevo gobierno es asumir “una economía estancada”, donde solo crecen los sectores del “PIB público” como las telecomunicaciones y la generación eléctrica, siendo “la contracara” de este proceso la pérdida de puestos de trabajo en los últimos años.
Este fenómeno sumado al “atraso cambiario” -tipo de cambio por debajo del nivel de equilibrio- produce lo que De Brun definió como “estanapreciación” (estancamiento económico con suba del peso ante el dólar). Agregó que el proceso de aumento salarial de los últimos años “ha sido sostenible por la apreciación de la moneda local”, lo que no puede mantenerse en el tiempo al menos que mejore la productividad, para lo que consideró fundamental “un cambio profundo en el sistema educativo”.
El expresidente del BCU opinó que los factores mencionados sumados al déficit fiscal alto generan “restricciones para el sector público”, aunque aclaró que “no hay riesgos inminentes con la deuda”. Las claves para revertir este panorama pasan por tener “la capacidad política” de “reformar el sistema presupuestario, la seguridad social y la educación”.
Por su parte, Bonilla dijo que “las calificadoras darán tiempo al nuevo gobierno antes de bajar la nota” de Uruguay, pero que reducir el déficit “será un problema para el nuevo gobierno en el corto plazo”. El otro tema relevante es “recuperar la competitividad”, para lo que “bajar las tarifas públicas es una medida acertada”.
Otras decisiones que ayudarían a ordenar las cuentas públicas, según Bonilla, son “topear la ejecución presupuestal, coordinar las políticas macroeconómicas, liberar la importación de combustible, agilizar la ejecución de las obras por PPP (Participación Público-Privada), y más incentivos para sumar inversión”.
“Mensajes” del electorado y los votantes “infieles”
“Hubo dos mensajes del electorado en 30 días”, señaló el director de Opinión Pública de Opción Consultores, Rafael Porzecanski: en octubre “un mensaje contundente de cambio” cuando se eligió el Parlamento, y en noviembre “un cambio con advertencias”, porque hubo “paridad” en el resultado por “la infidelidad” de los votantes del arco opositor, en especial los de Cabildo Abierto.
Explicó que cerca de 8 puntos porcentuales del electorado modificó su voto de una elección a otra, habiendo tres puntos que votó en blanco o anulado y luego optó por el Frente Amplio, y el resto fueron votantes de algún partido de la oposición que cambiaron su decisión en noviembre. “La sorpresa son los votantes de Cabildo Abierto, uno de cada cuatro votaron a Martínez”, indicó Porzecanski. Agregó que “el video (de Guido Manini Ríos antes del balotaje) no fue causa (del crecimiento del Frente Amplio) sino quizás consecuencia de eso”, porque la fuerza de izquierda “trabajó mucho sobre el electorado de Cabildo Abierto”.
En esa línea, sostuvo que “el electorado del Frente Amplio y el de Cabildo Abierto no están en polos opuestos”, y también analizó que Uruguay “no es un país polarizado” entre dos visiones políticas, porque “hay mayoría de gente de centro” según las encuestas de autopercepción ideológica. Donde sí identificó “quiebres” del electorado es en Montevideo y Canelones frente al resto del país -Martínez gana por 10 puntos en los primeros y Lacalle Pou por 15 puntos en el resto-, y por edad entre los mayores de 50 años -más votos a la coalición- y los menores -que eligen al Frente Amplio. A su vez, Porzecanski apuntó que “la apatía política” expresada por la baja votación en las internas (no obligatoria) es un fenómeno “que traspasa los partidos políticos” y se observa más en la periferia de Montevideo.
La opinión de los disertantes.
JULIO DE BRUN | ECONOMISTA
Julio de Brun. Foto: Francisco Flores
“Estanapreciación”
El estancamiento económico sumado al “atraso cambiario” produce un fenómeno que definió como “estanapreciación”. También dijo que el proceso de aumento salarial de los últimos años “ha sido sostenible por la apreciación de la moneda local”.
HERNÁN BONILLA | CED
Hernán Bonilla. Foto: El País
"Luces y sombras"
En el contexto internacional hay “luces y sombras”: China redujo su crecimiento y “es una locomotora que tira cada vez menos, lo que impacta en los commodities”; en contrapartida la Reserva Federal (Fed) “baja la tasa de interés lo que para Uruguay es una buena noticia”.
RAFAEL PORZECANSKI | OPCIÓN CONSULTORES
Rafael Porzecanski
"Gobernabilidad"
Al hablar de los desafíos del próximo gobierno, señaló que los socios de la coalición tienen “un incierto equilibrio”, porque “si solo cooperan quedarán atados al gobierno, y si se diferencian demasiado ponen en juego la gobernabilidad”.