Olmos volverá a producir: ¿quién es el empresario privado que reflotó esa industria?
La cooperativa de trabajadores fabricará cerámicas para una empresa privada que compró la marca, distribuirá la mercadería y es dueña del predio
“Volver a ser el motor del pueblo”. Con esa esperanza reabrió oficialmente este martes la planta de cerámicas Olmos. La histórica y emblemática fábrica retomará la producción bajo gestión de sus trabajadores en el viejo predio que ahora lleva el nombre de Parque Industrial Olmos.
En diciembre del año pasado, el empresario José Andrés Guichón pagó US$ 1,5 millones y se quedó con las tierras de la ex Metzen & Sena, cuyos últimos propietarios estaban vinculados a la firma postal Tiempost. En la actualidad, hay más de una decena de proyectos en carpeta para desembarcar en el nuevo parque.
La Cooperativa de Trabajadores Cerámicos (CTC) producirá vajilla y artículos sanitarios. A diferencia de la etapa anterior, la cooperativa solo fabricará los productos y venderá la mercadería a una sociedad anónima propiedad del empresario Guichón, que se dedicará a la distribución y comercialización.
La cooperativa dará trabajo a unas 80 personas en el área de producción. A eso se agregan otros puestos de trabajo que irá generando el desarrollo del polo industrial con otros emprendimientos.
“Vamos a alquilar el espacio necesario para el funcionamiento productivo. La cooperativa le pone precio a cada pieza en la puerta del horno y el empresario nos compra. Sin dudas que en una primera etapa será para el mercado interno donde hay buenas posibilidades”, dijo a El Observador el directivo de CTC, Jorge González.
Una de las grandes dificultades con las que lidió la cooperativa en su corta historia es el costo energético para poder producir. A eso se agregaba el costo general para mantener la totalidad de la fábrica (90.000 metros cuadrados techados), y que según González era demasiado alto para funcionar a 10% de capacidad. Ahora la cooperativa alquilará 22.000 metros cuadrados dentro del predio propiedad de Guichón.
Los hornos utilizarán energía eléctrica y gas natural (cuya disponibilidad desde Argentina volvió a ser una opción después de varios años). En ese sentido, González dijo que están “muy esperanzados” en la posibilidad que el precio del gas siga bajando. “Ha tenido una baja importante en el último tiempo. Está en un precio muy bueno y eso nos entusiasma porque podemos abaratar costos”, afirmó el cooperativista.
Para volver a funcionar utilizarán dinero ya desembolsado por el Fondo para el Desarrollo (Fondes) e ingresos obtenidos por mercaderías en stock que fueron vendidas.
La parte comercial funcionará de manera independiente a la cooperativa y será gestionada por Guichón que también adquirió la marca Olmos. “Absorbimos gente de la cooperativa para que trabaje bajo mi mando en una sociedad anónima nueva que va a distribuir los productos. Estamos en proceso de armado, dado que el stock va estar completo cuando salga la primera producción en unos 40 días”, explicó el ejecutivo a El Observador.
El empresario dijo que la apuesta inicial será al mercado local, para luego ver la posibilidad de exportar. “Es una marca con mucho renombre. Está en nosotros dar un buen servicio a todos los clientes, tener stock y entregar en tiempo y forma. Tenemos mucha convicción de revertir rápidamente esta situación”, afirmó.
La historia
Metzen & Sena fue fundada en 1937. En diciembre de 2009 dio quiebra y paralizó su actividad, después de períodos en los que se hizo fuerte en la producción de cerámicas. Por ese entonces empleaba a 600 operarios y entró en concurso voluntario de acreedores con un pasivo cercano a los US$ 100 millones
En julio de 2013, tras cuatro años de inactividad, la fábrica volvió a funcionar impulsada por una cooperativa conformada por varios de sus empleados y un préstamo del Fondes de US$ 13 millones.
CTC continuó fabricando artículos de cerámica porque cuando se remataron las máquinas de Metzen & Sena se llegó a un acuerdo con el comprador (el fondo de inversión Uruguayan Forestry) para seguir utilizándolas.
Sin embargo, las dificultades para poder exportar sus productos al mercado argentino, sumado a las que presentaba el mercado interno terminaron siendo un problema que complicó su viabilidad. Pronto el grueso de su plantilla (unos 150 trabajadores) pasaron a seguro de paro rotativo que se fue renovando con el tiempo.
Cuando comenzó su actividad el emprendimiento tenía tres unidades productivas dedicadas a revestimientos cerámicos de piso y pared, artefactos sanitarios y porcelana de mesa. En 2016, se interrumpió la producción de cerámica por problemas de rentabilidad.
De ahí en más se pasó a producir de forma discontinuada, dada las dificultades financieras y los altos costos energéticos que representaba el encendido del horno, hasta paralizar su producción este año.
Al cierre de 2018 la previsión contable del Fondes para créditos incobrables era de US$ 35,2 millones. Entre ellos estaba el CTC por US$ 16,3 millones.
¿Quién es Guichón?
Guichón es un empresario de Florida propietario de Belco Pinturas. A fines de 2018 “se enteró por casualidad” sobre la existencia de una licitación para la venta del predio en el marco del proceso de liquidación de la ex Metzen & Sena. Fue el único oferente en el remate judicial y pensó en comprarlo como negocio inmobiliario para luego venderlo. El dinero de la operación se volcó para cubrir créditos laborales de los extrabajadores de Tiempost
“Con el paso de los días surgieron negociaciones y fui viendo el potencial que tenía el predio para hacer otras actividades. Ahí definí que lo ideal era un parque industrial”, explicó.
El lugar cuenta con 90.000 mil metros cuadrados construidos (60% pronto para ocupar), capacidad energética de hasta 40 MW y planta de GLP. El tamaño original del bien era de 28 hectáreas, pero el inversor compró más tierras y ahora cuenta con 180 hectáreas.
Hoy funcionan emprendimientos como la fábrica de pinturas Belco y la distribuidora de productos Olmos, además de depósitos de bebidas y almacenamiento de mercaderías varias, entre otros. Y está en carpeta la instalación de fabricas de aguas y refrescos, hormigón premoldeado y adoquines, por ejemplo. Además, en poco tiempo volverá el tren de pasajeros a Empalme Olmos para facilitar el transporte de trabajadores desde las localidades cercanas hacia el parque, según se informó.
“Acá hay buena gente con ganas de hacer cosas. (…) El gobierno ha hecho todo lo posible por colaborar en este proceso”, dijo el ministro de Trabajo, Ernesto Murro durante la inauguración del polo industrial.
Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 16 octubre 2019