"UPM 2 debe ser la última planta de celulosa”, dijo el presidente de ARU
Dijo que desde ARU se ha “reclamado que toda las cadenas agroindustriales tengan las mismas condiciones para producir” para así lograr “un uso más eficiente de los recursos” y “una mejor asignación”.
Montevideo – TodoElCampo – “ARU considera que UPM 2 debe ser la última planta de celulosa que se instala en el país bajo las condiciones que se realizó este negocio y hasta tanto no se estudien detenidamente” todos aspectos relacionados con su instalación, dijo el presidente de la Asociación Rural del Uruguay.
La instalación de una nueva planta de celulosa no faltó en el discurso del Ing. Agr. Gabriel Capurro.
Dijo que desde ARU se ha “reclamado que toda las cadenas agroindustriales tengan las mismas condiciones para producir” para así lograr “un uso más eficiente de los recursos” y “una mejor asignación”.
“La Asociación Rural considera que la inversión de UPM va a contribuir al crecimiento de económico del país” además de consolidar “un sector forestal muy dinámico que ha diversificado la matriz productiva de Uruguay, ha ayudado a su crecimiento económico y en ese sentido es positiva”.
Pero también “ha provocado múltiples controversias en la sociedad con respecto a su impacto ambiental y al costo - beneficio para el país”, dijo Capurro.
“Por eso creemos cuando se negocia una inversión de esta envergadura que compromete al país por tantos años hubiera sido bueno que participaran los representantes de los principales partidos políticos del Uruguay para darle el respaldo, la solidez y la transparencia que una negociación de este tipo debe darle a la sociedad. Acá no solo se negoció la exoneración del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) y una zona franca, también se comprometió el pago de energía a un precio fijo por 20 años, una energía renovable que en el mundo su precio está bajando; se comprometió una infraestructura muy importante que compromete a los uruguayos por muchos años, se negociaron aspectos de la enseñanza, se negociaron dos oficinas del Ministerio (de Trabajo) que pagamos todos los uruguayos para prevenir posibles conflictos en relaciones laborales que son complejas. En fin se negociaron una serie de cosas y nosotros creemos que la cadena forestal del Uruguay tiene suficientes ventajas comparativas y no precisa tantos beneficios para funcionar”, señaló.
En la gremial también “genera dudas si la estrategia del Uruguay debe ser negociar con estas empresas que tienen grandes poderes económicos, la capacidad de torcerle en brazo a los Estados y generan una dependencia que al final comprometen al país”.
La ARU reflexiona que tal vez “la estrategia debería ser apostar más fuertemente y darle más ventajas a las pequeñas y medianas empresas que generan más empleo y nunca causan problemas si tienen dificultades y deben cerrar”.
Son preocupantes “estas grandes empresas que llegan a la integración vertical adquiriendo grandes superficies de tierras, provocan una concentración importante de la tierra y adquieren un dominio del mercado con un porcentaje de la producción que muchas veces puede condicionar el negocio del resto de los productores que están en el sector. Eso debe analizarse con mucho cuidado”.
“También creemos que las ventajas que ha adquirido la forestación con todos estos beneficios está determinando que muy buenas tierras para la producción de alimentos se están volcando a la producción de celulosa, no nos queda claro” el balance que hace el país sobre si en “el futuro debe apostar a la producción de alimentos o de celulosa”.
“En base a lo anterior la ARU considera que UPM 2 debe ser la última planta de celulosa que se instala en el país bajo las condiciones que se realizó este negocio y hasta tanto no se estudien detenidamente todas estas consideraciones”, concluyó.