PENSANDO EN OCTUBRE
¿Por qué ahora los candidatos hablan de medioambiente y presentan propuestas para el futuro?
El medioambiente pasó de tener apenas alguna mención casi por compromiso en los programas electorales, a ser un tema en el que hacen foco los candidatos en muchas apariciones públicas.
¿Qué tienen en común las cianobacterias, los tornados y temporales de vientos huracanados, la construcción de una nueva planta de UPM en el río Negro y el agua turbia de OSE? Son episodios que han puesto el tema del medioambiente en agenda en los últimos años y han contribuido a que, por primera vez en la historia de las campañas electorales uruguayas, los candidatos le dediquen atención a un asunto que hasta ahora era absolutamente marginal.
El medioambiente pasó de tener apenas alguna mención casi por compromiso en los programas electorales, a ser un tema en el que hacen foco los candidatos en muchas apariciones públicas. Así, el presidenciable blanco Luis Lacalle Pou y el del Partido Independiente, Pablo Mieres, quieren crear un Ministerio de Medio Ambiente, mientras que el frenteamplista Daniel Martínez y el colorado Ernesto Talvi han convocado a conferencias para presentar propuestas específicas. Y a esto se suma la presencia de dos partidos que se presentan como ambientalistas: el Partido Ecologista Radical Intransigente (PERI) de César Vega, que tiene chances de acceder al Parlamento, y el Partido Verde Animalista de Gustavo Salle.
¿A qué se debe esta repentina atención de los partidos al medioambiente? ¿Es una preocupación genuina o responde a intereses partidarios? ¿Hay un nicho electoral a aprovechar?
Ignacio Zuasnabar, director de Opinión Pública de la consultora Equipos, dice a El País que el tema ambiental es uno de los grandes cambios de valores de la sociedad global y de la uruguaya también. “Es un fenómeno generacional que involucra a los más jóvenes pero no solo a ellos; este proceso de cambio de valores también se registra en el resto de las generaciones”, afirma Zuasnabar y agrega que estas preocupaciones ambientales tienen un correlato en la agenda política. Pone el ejemplo de las recientes elecciones europeas, donde los partidos verdes tuvieron buenos resultados.
En la misma línea que su colega, el sociólogo Eduardo Bottinelli, director de Factum, dice que a nivel internacional el tema ha ido ganando terreno desde hace unos 30 años, pero aquí se posicionó recién ahora gracias a, entre otros temas, la instalación de la planta de Botnia en 2005 y ahora UPM2, el debate por el proyecto Aratirí, los fenómenos meteorológicos vinculados al cambio climático (el famoso “esto antes no pasaba”) y la calidad del agua.
Eso sí, el medioambiente sigue sin aparecer entre las preocupaciones principales de los ciudadanos, al menos según las encuestas de Factum. Siempre gana la seguridad, el empleo y la educación: “En encuestas abiertas aparece con 1% de menciones, y en encuestas con opciones aparece en el lugar séptimo u octavo”, afirma el sociólogo. ¿Y entonces quiénes se preocupan por estos temas? Tiende a ser gente autoidentificada con la izquierda, con interés en la política y de niveles educativos y socioeconómicos medio-altos y altos.
Quizás son pocos, pero muy interesados. “Son personas ávidas por conocer qué se propone. Sin llegar a ser militantes, están interesados y se informan”, afirma Bottinelli.
Pueblo Centenario, donde se instalará la nueva planta de UPM. Foto: Fernando Ponzetto
El antropólogo Javier Taks, quien se ha especializado en temas ambientales y es docente de la Universidad de la República, opina que una generación de jóvenes votantes es más sensible a estos temas por haber atravesado la educación con importantes contenidos de educación ambiental.
Además, dice Taks, hay toda una corriente de la economía que entiende que el desarrollo económico irá por procesos de restauración ambiental y de tecnologías, así como “empleos verdes”. Y concluye: “Entonces hay que mostrar los problemas de degradación y escasez que justifiquen inversiones públicas y privadas”.
El antropólogo también afirma que ha crecido el sector ambiental en el Estado, lo cual provoca que haya más difusión de proyectos y acciones que se catalogan de “ambiente”. Eso hace que plantar una huerta hoy, por ejemplo, “sea una actividad ambiental cuando en la década de 1980 podía estar más asociado a cuestiones de tradición, alimentación y subsistencia”, dice Taks.
Karin Nansen, fundadora de Redes-Amigos de la Tierra, cree que la conciencia mundial por la crisis que “amenaza la vida en el planeta” incide en la posición de los candidatos, que saben que “no podemos continuar emitiendo gases invernadero a la atmósfera” y que queda poco tiempo para hacer un cambio radical. “Hay una necesidad de los políticos de responder a esta conciencia mayor de la población”, indicó la experta ambiental. Pero también advierte por el posible “oportunismo” en la campaña electoral y dice que hay que vigilar que las promesas se traduzcan en “compromiso” real tras las elecciones nacionales.
Nansen no está tan segura que sea necesario hoy un ministerio específico: “Más que discutir la institucionalidad, hay que discutir qué apuesta política se hará”.
Para Bottinelli, en tanto, el vuelco medioambiental también se explica por algo mucho más simple. Los candidatos tienen necesidad de mostrar agenda y propuestas y no saturar siempre sobre los mismos clásicos y machacantes temas: educación, seguridad y empleo.
Daniel Martínez: reducir las emisiones de dióxido de carbono
Una de las propuestas que planteó hace pocos días el candidato frenteamplista Daniel Martínez es avanzar mucho más en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono y establecer una meta de neutralidad hacia el año 2050. Para reducir las emisiones de este gas, propone incorporar energías renovables en la flota de transporte, especialmente público. Además, plantea un 100% de cobertura eléctrica en las principales rutas nacionales. El candidato frenteamplista dice que es importante “preservar la biodiversidad de los ecosistemas nativos así como incrementar su y asegurar la sostenibilidad de los sistemas productivos”, según un comunicado de su comando de comunicación. Respecto al cambio climático, propone una apuesta a la eficiencia energética para no tener que contar con centrales térmicas.
Luis Lacalle Pou: creación del Ministerio de Medio Ambiente
El candidato nacionalista Luis Lacalle Pou plantea en su programa la creación de un Ministerio de Medio Ambiente. Dice que eso será posible “por la vía de una reubicación de funcionarios y de recursos presupuestales” que hoy están radicados básicamente en el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente. Esta reorganización “no solo asegurará un funcionamiento más ordenado y profesional, sino que fortalecerá las tareas de rectoría, regulación y habilitación”, que pasarán a ser ejercidas con independencia funcional y autonomía técnica, dice el programa blanco. También plantea que la “situación de emergencia” amerita incluir los delitos ambientales en la legislación penal y crear la especialización ambiental en la órbita judicial, como materia con alcance en todo el territorio.
Ernesto Talvi: indicadores ambientales en todas las áreas.
El programa del candidato colorado Ernesto Talvi propone fortalecer la medición y el seguimiento de los indicadores ambientales en todas las áreas. “No podemos gestionar lo que no conocemos”, dice Talvi. Y plantea indicadores sobre la calidad del agua, el aire, la erosión y la biodiversidad, que se puedan relacionar con resultados de la gestión y políticas ambientales. Los resultados de estas mediciones “deben ser transparentes y de acceso libre como forma de democratizar y fortalecer el control ciudadano”. Además, el programa colorado anuncia que habrá “una revalorización de los temas de ordenamiento territorial y medio ambiente” en el Ministerio de Vivienda, “que debe tener la competencia de toda la política pública en temas medioambientales”. Se reformulan las acciones de la Dirección Nacional de Medio Ambiente.
Pablo Mieres: la “voz ambiental” en el Consejo de Ministros
El candidato del Partido Independiente Pablo Mieres propone un Ministerio de Medio Ambiente “para que el tema se jerarquice en el Consejo de Ministros” y que “la voz ambiental esté presente en los debates corrientes de todos los días y que haya más recursos para este tema”. El nuevo ministerio debería tener la tarea específica de elaborar las políticas sobre el agua superficial y subterránea, ambiente, territorio y cambio climático, así como la coordinación de las acciones con los demás ministerios “para evitar el antagonismo entre la promoción productiva y los aspectos ambientales”. Respecto a los residuos, el programa dice que “la basura es un problema mundial derivado de los nuevos patrones de consumo” y plantean desestimular el uso de materiales descartables y asegurar que el consumidor pague por el costo de procesar ese residuo.
Guido Manini Ríos: evaluar la planta de UPM con agencias independientes
El programa del candidato de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, dice que la instalación de la nueva planta de UPM “deberá ser evaluada por agencias independientes” sobre el impacto que tendrá para el país. Si ese diagnóstico determina que la planta contaminará aún más el río Negro, “nos manifestamos totalmente en contra de su establecimiento”. Si el resultado del diagnóstico es que no contamina, “debemos evaluar cuánto le costará al país en términos de inversión y cuáles serán los beneficios”. Manini Ríos admite que “hay decenas de miles de hectáreas forestadas a las cuales se les deberá encontrar una salida porque se encuentran alejadas de las actuales plantas industriales”. Pero ese aspecto “no nos debe alejar de lo principal, que es cuidar los recursos hídricos y su entorno para lograr un correcto cuidado del medio ambiente”.
Edgardo Novick: un sistema integral de gestión de residuos
El candidato del Partido de la Gente, Edgardo Novick, plantea en su programa la creación de un sistema integral de gestión de residuos “para lograr altos niveles de reciclaje y que la necesidad de incineración de la basura sea mínima”. A su vez, Novick dice que contribuirá a formalizar a las personas que hoy se dedican a hurgar basura y a evitar que los niños realicen esa tarea. “La política involucrará a toda la población, haciendo énfasis en los contextos más vulnerables, a través de la educación, capacitación, concientización e inclusión de todos los estratos sociales”, dice el programa. Sobre el problema de la calidad del aire, el equipo de Novick promueve que se brinden exoneraciones tributarias sustantivas (menciona el caso del Imesi y Patentes) “para promover el uso de vehículos eléctricos y medios de transporte público eficientes”.
Gonzalo Abella: prohibir los transgénicos y agrotóxicos asociados
El deterioro ambiental es producido “por el modelo económico agroindustrial impulsado por los gobiernos de los partidos tradicionales y por el progresismo”, dice el programa de Unidad Popular. El candidato Gonzalo Abella afirma que “el cambio del modelo es condición para asegurar la soberanía alimentaria” con políticas de Estado para la prohibición y sustitución del cultivo y la industrialización de transgénicos “y los agrotóxicos asociados”. También plantean derogar la ley de riego y anular el contrato con UPM2, proteger por ley la apicultura, prohibir el fracking y el almacenamiento de residuos radiactivos. Además, promueven “la producción de alimentos sanos, libres de agrotóxicos, rescatar la calidad del agua”, así como “promover la protección de ríos, océanos y bosque nativo”.