“Necesitaba árboles para darle abrigo y sombra al ganado"
La forestación en el establecimiento “El Trebal” ubicado en Flores aumentó el potencial de producción de carne porque los montes actúan como parideras artificiales donde una parte de la majada pare en condiciones protegidas
¿Cómo ingresaste en el negocio forestal siendo productor agrícola -ganadero?
En 2008 yo tenía mucha inquietud de forestar en busca de tener una empresa diversificada. Mi idea era plantar un monte forestal para que se integre al rubro ganadero en la parte del campo que no tenía ni un árbol. Principalmente, lo que buscaba con la forestación es el abrigo y la sombra para el bienestar de nuestro ganado.
Creo que es muy importante diversificarse para mantener el equilibrio entre los rubros, nosotros buscamos que al cierre de cada ejercicio cada rubro pese un porcentaje similar para no depender exclusivamente de uno solo.
La diversificación es una fortaleza en un establecimiento y ese acercamiento con la forestación se dio con Montes del Plata con quienes empezamos a diseñar la estrategia y forestamos unas 100 hectáreas.
Hicimos mucho hincapié en que no sea un bloque cerrado donde sea difícil trabajar, buscamos una extensión de campo con restricciones productivas donde calzaba bien la forestación.
El primer contrato lo hicimos en 100 hectáreas, que quedaron bien desparramadas y donde se generan muchos espacios entre los rodales para poder trabajar con el ganado.
Entre un rodal y otro buscamos un espacio muy abierto donde se generan bolsones y un microclima bueno, a su vez se disfruta porque es lindo andar entre esos espacios.
¿Qué impacto tuvo en la interacción con el ganado?
Desde el primer momento nosotros sabíamos que íbamos a tener un beneficio en cuanto a la sombra y el abrigo, hay incluso estudios y publicaciones que demuestran que hay mejores ganancias de carne cuando el ganado accede a sombra y abrigo. Hubo un buen impacto incluso en lanares que son clave para nosotros.
Nosotros tenemos el 8% del campo forestado, no se trata de hacer un bloque de montes ni de resentir otros negocios sino de hacerlo más productivo y diversificado al establecimiento.
Cuando hablo de espacios abiertos entre rodales, concretamente apuntamos a mejorar esos espacios con pasturas de muy buena calidad, que producen arriba de 300 kilos de carne anuales por hectárea, eso combinado con los árboles permite una muy buena productividad.
Por ejemplo, en esos bosques hacemos parir las majadas, en general elegimos la melliceras, y logramos señaladas del 163%. Es un porcentaje que en una cuchilla pelada no se logra. Es clara la sinergia que existen entre los rubros.
Creo que en una empresa diversificada todo se retroalimenta, si la soja te hace una guiñada fea, la carne o la forestación te da el equilibrio para equiparar las cuentas.
¿Qué tipo de negocios establecieron con Montes del Plata?
Nosotros hicimos un arrendamiento con pago adelantado a 10 años porque necesitamos ese tipo de negocio. Nuestro segundo contrato se firmó en 2017, son unas 15 hectáreas con una renta anual actualizada en dólares.
Es importante saber que el negocio forestal parece sistematizado pero permite muchas opciones de negocios: la capitalización adelantada, el pago anual o la medianería, hasta incluso pasar a convertirse en productor forestal.
¿Qué le dirías a otro productor que esté pensando en forestar?
No dejen de analizar la propuesta de negocios. Son momentos en que hay que ingeniársela para buscar recursos y que los números cierren a fin de año, y en ese sentido la forestación da una mano y ofrece estabilidad a una empresa y para las generaciones siguientes.
Montes del Plata tiene un abanico de fórmulas que calzan a cada productor o a las necesidades de cada uno. A pesar de ser mi primera experiencia, no tengo ninguna duda de que va a salir bien, por ejemplo me lo demuestra que dos años antes de recoger la cosecha Montes del Plata ya está diseñando los caminos. Eso me da tranquilidad, saber que va quedar mejor que antes el campo, por ejemplo con caminería nueva.