Aprobaciones y controversias sobre la instalación de la segunda planta de UPM en Uruguay
UPM-Kymmene Corporation, conocida habitualmente como UPM, es una empresa finlandesa dedicada a la fabricación de pulpa de celulosa, papel y madera. UPM-Kymmene fue conformada por la fusión en 1996 de Kymmene Corporation y Repola Ltd y su subsidiaria United Paper Mills Ltd. La planta más antigua de la compañía es Papeteries de Docelles, situada en el Noroeste de Francia, que produce papel desde fines del siglo XV.
Lo cierto es que la instalación de la segunda planta de esta empresa viene generando información y controversia desde el momento que desde el gobierno se da como “un tema cerrado” en cuanto a que el acuerdo es total, desde la empresa se estima que “aún hay que ajustar algunos puntos”, más allá de lo que implica la aprobación por parte de la asamblea de accionistas. También desde el PIT-CNT se pone reparos respecto a exigencias de UPM que pasa por la “seguridad” de que no hayan conflictos que perturben la continuidad en el funcionamiento. Los trabajadores sindicalizados anunció que no permitirá que se aprueben disposiciones laborales “a la medida” de quien lo requiere, en clara alusión de que no se harán excepciones en cuanto al respeto de los derechos laborales.
A todo esto, es bueno considerar los anuncios oficiales realizados desde el Estado anuncios sobre lo que es la antesala de la instalación de la segunda planta de UPM en el país.
Es así que el MTOP firmó el pasado viernes 10 el contrato para el inicio de obras del Ferrocarril Central con el consorcio Grupo Vía Central, trabajos que implicarán la construcción y mantenimiento de 273 kilómetros de vías férreas entre el puerto de Montevideo y Paso de los Toros. El proyecto requerirá una inversión cercana a los 1.000 millones de dólares y demandará unos 36 meses de trabajo.
“Se trata de un paso muy significativo para Uruguay”, destacó el ministro Rossi, durante la firma del contrato con el consorcio Grupo Vial Central en la sede ministerial. En la firma también estuvieron presentes, el prosecretario de la Presidencia de la República, Juan Andrés Roballo, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y el presidente de la empresa Saceem, Alejandro Ruibal.
“En los próximos días se irá dándole forma al proyecto de ingeniería en detalle y, aproximadamente un mes y medio, podrían iniciarse las obras”, estimó Rossi, quien añadió que la inversión va a oscilar alrededor de los 1.000 millones de dólares.
El proyecto implica la construcción de 273 km de vías entre Paso de los Toros y Montevideo, un tramo doble inicial de 26 kilómetros, una docena de carriles secundarios para cruces de trenes, un acceso industrial y la edificación de más de 40 puentes.
“Las habilitaciones necesarias se van concediendo de manera gradual, según las etapas que se van abordando, y hasta ahora hemos venido teniendo las habilitaciones de acuerdo a la fase en que estamos”, explicó, al ser consultado por la prensa acerca de la autorización de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).
El ministro reconoció que los trabajos pueden generar incertidumbre y molestias pero aseguró que el Gobierno informará al conjunto de la población las características de las obras y los objetivos a lograr.
En ese sentido, adelantó la realización de una audiencia informativa a la población el próximo 23 de mayo en Paso de los Toros y otra el 6 de junio con la empresa constructora adjudicataria en Montevideo.
Un error histórico garrafal
Por su parte, el ministro de Economía, Danilo Astori, consideró que se trata de un paso fundamental para corregir “un error histórico garrafal” cometido décadas atrás, en referencia a la activación del sistema de ferrocarriles de Uruguay. “Hoy estamos percibiendo el costo de aquella enorme decisión”, añadió.
Para el jerarca la construcción del Ferrocarril Central permitirá mejorar los niveles de competitividad de Uruguay.
Agregó que, más allá de la concreción del proyecto para la construcción de la segunda planta de celulosa de UPM en el centro del país, el nuevo ferrocarril está asociado a sectores productivos “que todavía no existen y están esperando su funcionamiento”.
“También transportará volúmenes de producción que hoy no son competitivos”, precisó, en clara respuesta a reclamos por parte de quienes denuncian que esas mejoras en el transporte no se realizan para transportar la producción nacional.
A través de Presidencia de la República, entre tanto, se anunció en los últimos días que el gobierno nacional y UPM acordaron todos los puntos que se plantearon para llegar a un acuerdo. Ahora aguardan definición de asamblea de accionistas. El 17 de mayo llega el presidente de la empresa desde Finlandia para recibir la información. En la misma fecha visita Uruguay el presidente del BID y la Corporación Andina de Fomento para firmar el contrato final e iniciar las obras del ferrocarril.
El presidente de la República, Tabaré Vázquez, realizó declaraciones de ese tenor en lo que fue una improvisada rueda de prensa realizada con motivo de llevarse a cabo otra actividad.
En la oportunidad, anunció que el 17 de mayo llegará a Uruguay el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) para firmar el contrato final e iniciar las obras del ferrocarril. “Es firme, seguro. Las obras comenzarían inmediatamente. Ya está adjudicado, ya actuó el Tribunal de Cuentas que aprobó por unanimidad que se lleve adelante lo del ferrocarril. Eso está liquidado, se empieza a trabajar, y generará una cantidad de puestos de trabajo”, dijo.
El mismo día viaja a Uruguay el principal de UPM de Finlandia a recibir toda la información de sus representantes en el país, con los que el gobierno cerró en forma positiva todos los temas vinculados a la empresa. Dijo que la cláusula de prevención de conflictos se acordó con mucho trabajo y con la participación de todos los actores. Confirmó que, una vez que la máxima autoridad de UPM reciba la información la llevará a consideración de los accionistas en Finlandia y tomarán la decisión. “Todo viene a favor de que se instale la planta pero se debe aguardar la resolución de la asamblea de accionistas”, insistió.
Cuando la gente se expresa
La firma del contrato para las obras del ferrocarril central, uno de los requerimientos para que la futura planta de UPM pueda trasladar su producción culminó con la aparición de un activista en contra del proyecto, lo que se ha podido observar a través de los distintos medios que cubrían la instancia.
El activista identificado como Marcelo Hospitale increpó no sólo al Ministro Víctor Rossi sino también al prosecretario de la Presidencia Juan Andrés Roballo, a quien acusó de ocultar información al Poder Legislativo.
"El ministro le está regalando US$ 2.000 millones a una multinacional que va a contaminar el Uruguay", exclamó Hospitale.
En el vídeo publicado por Pablo S. Fernández, periodista del diario El País, se observa además, a Álvaro Pérez, exdirector del IMPO, diciéndole al activista "¡Payaso, payaso!".
El hecho tiene innumerables repercusiones, una de ellas de Gustavo Salle, candidato presidencial del Partido Verde-Animalista, quién calificó en su cuenta de Twitter de "Heroica y patriótica actitud de resistencia del valiente militante del Partido Verde Animalista Marcelo Hospitale recriminándole a los coimeros el contrato ROU-UPM Proyecto Ferroviario".
Pero también está la expresión de la población en general que queda marcada en encuesta que confirma que 6 de cada 10 uruguayos aprueba la instalación de la segunda planta de UPM
En el caso del Ferrocarril Central, la aprobación es aún mayor. Esto surge de un estudio de opinión pública realizado por Equipos a lo largo de tres años.
Entre 2016 y 2018 Equipos Consultores realizó 10 investigaciones de opinión pública sobre la posible instalación de una nueva planta de celulosa de UPM. Tres corresponden a 2016, tres a 2017 y cuatro a 2018.
Todas las mediciones arrojaron una posición mayoritaria favorable hacia la nueva planta, con una aprobación promedio del 60% y un rechazo del 20%. En noviembre de 2016, el 70% se manifestó de acuerdo, y el 16% en descuerdo, marcando los porcentajes máximos y mínimos, respectivamente.
Un año después, el acuerdo era del 59% y el descuerdo del 25%. En junio de 2018, bajó el desacuerdo al 17%. En octubre, la opinión favorable tuvo el mínimo porcentaje: 52% y el desacuerdo su máximo: 31%. Finalmente, en diciembre, el 55% se manifestó de acuerdo y 23% en desacuerdo.
Otros aspectos evaluados fueron la decisión de impulsar el Ferrocarril Central y un posible acuerdo para regular los conflictos sindicales. Sobre el ferrocarril las mediciones indican que prácticamente 8 de cada 10 personas están de acuerdo con invertir en el ferrocarril para facilitar la instalación de la planta. El desacuerdo osciló entre el 12 y el 15%.
Ante la pregunta directa ¿en qué situaciones los sindicatos deberían poder ocupar y hacer piquetes en sus lugares de trabajo? Hubo mediciones en diciembre de 2017 y marzo, junio, octubre y diciembre del año pasado.
En las cuatro primeras, la mayoría opinó que deberían hacerlo después de agotar otras instancias de negociación. En el entorno del 35% opinó que no deberían tener derecho a ocupar. En diciembre del año pasado, cambió la tendencia, pasando a una paridad del 46% entre ambas posiciones. Menos del 5% opinó que deberían hacerlo cuando quieran.
Antecedente de la primera planta
Según el análisis de Equipos, el juicio positivo respecto a la nueva planta se sustenta en buena medida por el antecedente de la primera planta instalada en Fray Bentos.
A lo largo de las mediciones entre el 60 y 70% opinó que la planta tuvo un impacto muy positivo o positivo. Quienes evaluaron que el impacto fue negativo o muy negativo no superaron el 16%.
Las encuestas fueron realizadas a mayores a 18 años, vía celular, con muestras de 400 personas en todo el territorio nacional. El margen de error fue de ± 5%.
La opinión favorable hacia la instalación de UPM se sustenta en el antecedente de la primera planta y en la evaluación del impacto ambiental que realiza la población, según analizó el director de Equipos, Ignacio Zuasnábar.
Sobre las demandas que hizo la empresa y la negociación llevada a cabo por el gobierno indicó que las posiciones están divididas en tercios.