Si fuera por nosotros ya hubiéramos marcado" el inicio de la obra, admitió Tabaré Vázquez
Previo a decidir su inversión, UPM exige acuerdos laborales para que la construcción de la planta dure un máximo de 30 meses
escribe Juan Pittaluga
"Todos nuestros sueños pueden convertirse en realidad si tenemos el coraje de perseguirlos”. La frase, atribuida a Walt Disney, acompaña una enorme imagen del puente que atraviesa el Río Negro para unirá Paso de los Toros y Pueblo Centenario. Domina el gimnasio polideportivo de esa ciudad, donde el lunes 18 el gobierno se reunió para dejar en claro que intentará hasta el final del período cumplir con su deseo de que UPM instale una segunda pasta de celulosa en esa zona.
Durante dos horas el presidente Tabaré Vázquez defendió todas las aristas de la inversión (daños medio ambientales, exoneraciones fiscales, beneficios del ferrocarril, creación de empleos) en un atípico Consejo de Ministros abierto, dedicado exclusivamente a la promoción de UPM2.
"Lo que yo necesito sin ningún tapujo es saber la fecha de inicio de obras", le preguntó un empresario local a Vázquez, entusiasmado con que el incentivo económico de una planta de celulosa rescate a su empresa de la quiebra. "El señor necesita una seguridad y me pide saber cuándo será el inicio de la obra. La misma preocupación, créame señor, la tenemos nosotros y se la planteé al presidente de UPM", respondió Vázquez, contundente respecto a la urgencia del gobierno para que se concrete el proyecto. "No depende de nosotros marcar el inicio, si fuera por nosotros ya lo hubiéramos marcado. Pero yo creo que en un plazo no muy alejado UPM va estar decidiendo si se instala o no".
La empresa finlandesa tiene tiempo hasta el 15 de febrero de 2020 para definir si construye una nueva fábrica. Por ahora sus plazos en el proceso de negociación están dentro de lo estipulado, aunque el gobierno como manifestó el propio Vázquez, hubiera preferido que la decisión ya estuviera tomada y la obra programada.
Jussi Pesonen, CEO de la pastera, afirmó semanas atrás a los accionistas que UPM aguarda avances en infraestructura y temas laborales antes de invertir. Fuentes del Poder Ejecutivo señalaron a Búsqueda que, más allá de los permisos ambientales que se necesitan para los avances del ferrocarril central, la empresa necesita acuerdos laborales con el gobierno que le otorguen "fluidez y seguridad" a la construcción de una eventual planta.
"El proyecto completo durará de 24 a 30 meses cuando se tome la decisión final de inversión”, enfatizó Pesonen a los accionistas el 31 de enero. Bajo ese plazo la empresa negocia con el gobierno: las fuentes señalaron que debido a la envergadura de la inversión (2.000 millones de euros) y a la previsión anual de producción de celulosa, UPM necesita que en un máximo de 30 meses la planta esté pronta para operar y evite los problemas que debió sufrir Montes del Plata.
Para eso, desde 2017 ha discutido con el Ministerio de Trabajo y el PIT-CNT respecto a salarios, capacitación, normas de seguridad e higiene y contratación de mano de obra e industria nacional; con protocolos de prevención de conflictos, la finlandesa quiere asegurarse que si cumple con lo pactado los trabajadores no realizarán huelgas, paros u ocupaciones que estiren el período previsto para construir la fábrica.
Aunque su cartera está en plenas gestiones para pulir diferencias con UPM, el domingo 17 el ministro Ernesto Murro responsabilizó de la demora a otros actores. "Lamentamos los palos en la rueda que se están poniendo a estos proyectos, particularmente por parte de algunos dirigentes de la oposición política en el Uruguay que parecería que no quieren ni que vuelva a funcionar el ferrocarril en Uruguay ni que se haga la tercera planta de celulosa. Esa gente que está poniendo palos en la rueda tendrá que explicar por qué no quiere que en este gobierno se inicien las obras del ferrocarril y de la segunda planta de UPM”, criticó en rueda de prensa.
La planta en Colonia. En enero de 2011 la pastera Montes del Plata anunció la mayor inversión privada en la historia de Uruguay: US$ 1.900 millones para construir una planta de celulosa en Conchillas, Colonia. En un comunicado de aquel entonces Montes del Plata aseguró que preveía que la nueva planta estuviera operativa en el primer trimestre de 2013. Sin embargo, las obras comenzaron en mayo de 2011, la fábrica pudo empezar a operar en junio de 2014 y se inauguró en septiembre de 2014, para un total de entre 37 y 40 meses de construcción.
La situación generó una demanda de Andritz, la empresa austríaca que abastece las tecnologías necesarias para la producción y equipamiento de plantas de celulosa. Andritz reclamó más de US$ 200 millones por demoras en la entrega, construcción, instalación, comisionamiento y finalización de los principales componentes de la fábrica de Conchillas, y Montes del Plata respondió con una contrademanda por el no cumplimiento de Andritz de sus obligaciones contractuales. En 2015 ambas alcanzaron un acuerdo millonario.
Con eso en mente, en sucesivos comunicados de prensa y reportes financieros, UPM reiteró que necesita “un entorno operativo estable y predecible” para concluir con éxito la segunda fase de negociación e iniciar su proceso regular de análisis de inversión.
Por lo pronto, el lunes Vázquez volvió a mostrarse optimista. "Todas las tratativas que estamos haciendo, los trabajos en conjunto, van muy bien encaminados. Desde mi punto de vista se va a invertir, pero tenemos que esperar algunos elementos que tenemos que trabajar en conjunto. Nosotros estamos trabajando para que esta planta se pueda instalar porque va a traer mucho trabajo para los uruguayos, ingresos de divisas y, entre otras cosas, va a mejorar mucho la infraestructura de la región", señaló. Además defendió las prácticas medio ambientales de UPM, muy criticadas por parte de la población de Pueblo Centenario y Paso de los Toros. "Acá en Uruguay tenemos una muy buena experiencia con respecto a la primera planta que se instaló. No es UPM la que más contamina el Río Uruguay".