rinconbonete uteUn insólito error

La historia que sigue a continuación es digna de Ripley, ¡aunque usted no lo crea! Resulta que desde hace un tiempo UTE quiere llevar a cabo un proyecto para incrementar el nivel del embalse de la represa de Rincón del Bonete. Pero, para concretarlo, debe expropiar tierras en el centro del departamento de Durazno y así llevar la cota del embalse a 81 metros. La idea ha ido tomando forma, con el rechazo expreso de productores de la zona y de los vecinos de San Gregorio de Polanco, que temen ver afectadas sus playas.

A principios de diciembre la ministra de Industria, Carolina Cosse, había anunciado que se crearía una comisión interministerial para estudiar en forma profunda el asunto antes de decidir nada. Hasta no tener ese estudio de impacto, el gobierno no autorizaría las expropiaciones, más allá de la posición de UTE.

 

Es más, la ministra y ahora precandidata anunció que el equipo multidisciplinario estaría integrado por representantes de los ministerios de Vivienda y de Ganadería, la OPP, la UTE, intendencias y de la sociedad civil.

Por todo eso, los vecinos y productores recibieron en enero casi como una broma de mal gusto la noticia de que al final sí se concretarían las expropiaciones. ¿La palabra de Cosse no valía nada? ¿El gobierno había cambiado de posición?

El 7 de enero el presidente Tabaré Vázquez, la ministra y el subsecretario Guillermo Moncecchi firmaron dos decretos que autorizaban las expropiaciones en la quinta sección de Durazno para que UTE pudiese seguir adelante con su proyecto. Se argumentaba que correspondía la expropiación para que UTE “brinde el servicio de electrificación con mayor eficacia y seguridad”, dado que el lago de Rincón del Bonete “constituye la herramienta fundamental para la gestión de la energía”.

Cuando la información se hizo pública, mientras Cosse estaba de vacaciones y se preparaba para un intenso año electoral, el Ejecutivo volvió a cambiar su postura: decidió suspender la aplicación de los decretos, argumentando que se trataba de una equivocación. Y es que fue, como mínimo, un grueso error administrativo, una desprolijidad pocas veces vista. Un tema serio tratado en forma poco seria, porque en este tema hay muchas cosas en juego. Para empezar, la posibilidad de que la playa de san Gregorio quede bajo agua, al igual que varios campos de la región. Algunos productores perderían hasta una tercera parte de sus terrenos, por ejemplo. Así las cosas, el asunto debe analizarse en forma detenida.

Nunca quedó del todo claro la necesidad del aumento de la cota de Rincón del Bonete, máxime cuando la matriz energética de Uruguay se ha diversificado. UTE argumenta que con este aumento de cota se podría ahorrar US$ 205 millones en 20 años. Pero aunque así fuera, no parece una cifra que mueva la aguja de las finanzas del ente. Bastaría con que el gobierno le pidiera un poco menos de contribución a Rentas Generales para financiar el déficit fiscal para que mejore la caja de UTE

El subsecretario de Industria, Guillermo Moncecchi, escribió en su cuenta de Twitter que “suponer que un error administrativo es contradecir una decisión política de alto nivel es o no entender cómo funcionan las instituciones o tener mala intención”. Pero, más que preocuparse respecto a las intenciones de los medios de comunicación, el jerarca debería estar preocupado del error garrafal cometido en un tema tan sensible.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 23 enero 2019