El sector agrícola puede liderar producción diferenciada
El director de Servicios Agrícolas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Federico Montes, aseguró que «la trazabilidad, la certificación, la inocuidad y el sello ambiental» debe ser «la forma» que tendrá Uruguay de «producir commodities diferenciados», donde el sector agrícola puede ser líder.
En la alocución de cierre del 8º Encuentro de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos (MTO), que se desarrolló en la Cámara Mercantil de Productos del País (CMPP), Montes también remarcó que en el MGAP «estamos comprometidos» para que el sector agrícola liderado por la soja sea «cada día más rentable y derrame esa prosperidad en la sociedad», sumando «un fuerte compromiso con el ambiente y la salud humana».
Ante un auditorio compuesto por los principales actores del sector agrícola, Montes comenzó agradeciendo el apoyo recibido durante los tres años y medio de gestión al frente de la DGSA, donde «me tocó (afrontar) una tormenta de viento», en alusión al proceso de firma de un protocolo para el comercio de soja con China.
Montes calificó ese hecho como «un momento difícil y complicado, donde hubo que escuchar y entender» las distintas opiniones para «visualizar un camino de estabilización» de la producción sojera. Agregó que «el desafío más grande era generar certezas y decir que en Uruguay es posible producir y cumplir con las exigencias de los mercados».
China es el principal destino de la soja uruguaya y en la última campaña 2018/2019 adquirió el 85,6% del grano al 5 de agosto pasado, según datos oficiales. Según los datos de la MTO divulgados este jueves, el área de soja de la última zafra alcanzó a 1,08 millones de hectáreas, con una producción de 3,2 millones de toneladas. Las divisas por exportaciones superaron los US$ 1.000 millones, el 1,5% del PBI.
El camino recorrido
Montes aprovechó el momento para realizar un balance de lo hecho. Primero dijo que como país productor de alimentos no hay que olvidar que «producimos proteínas de origen animal y vegetal para el mundo» y agregó que «debemos posicionarnos en calidad».
El jerarca elogió los esfuerzos realizado en el ámbito de la MTO para empezar a tener datos metódicos y continuos de caracterización de la soja, que sean validados de manera oficial. Y aseguró que seguirá trabajando para medir los componentes del grano, como el porcentaje de proteínas.
Por otra parte, Montes reflexionó que «en Uruguay hay que ir hacia modelos de producción diversos y flexibles» para que «el que es agricultor también piense en otros rubros y opciones». Abogó por diversificar la producción y, citando un concepto del director de Recursos Naturales del MGAP, Fernando García Prechac, reconoció que «tal vez cometimos algunos errores, como apartarnos de la rotación de los cultivos con pasturas».
«Esa es una lección aprendida y ojalá venga una soja a 500 dólares la tonelada y más inversiones porque la soja está entrelazada con los centros urbanos, las escuelas y los cauces de agua, y tendremos que transitar algunos caminos diferentes», dijo Montes, en alusión al cuidado del ambiente y la salud.
El director de Servicios Agrícolas subrayó que «la agricultura vino para quedarse. Uruguay transitará caminos más sustentables, pero cuando uno mira al sector agrícola ve también una inversión gigantesca en logística, en los puertos, plantas de almacenaje, rutas, conectividad, plataformas de investigación a través de las nuevas tecnologías».
Desafíos en el horizonte
En el tramo final de su oratoria, Montes mencionó algunos desafíos cercanos. En materia de mercados, «esta cadena tendrá que mirar la diversificación y tratar de no ser tan dependiente de un solo mercado. Y así suavizar posibles inestabilidades mundiales».
En segundo lugar mencionó los seguros agrícolas. «Se ha trabajado mucho y hay que profundizar. Es una herramienta fundamental para darle sostenibilidad en el tiempo al sector agrícola. Hay que acentuar la coordinación porque no es bueno que el área a sembrar dependan de una sequía o exceso de lluvia».
Por último, Montes dijo que el tema ambiental «también vino para quedarse» y recordó que el acuerdo en marcha del Mercosur con la Unión Europea (UE) incluye cláusulas en la materia. Sin embargo, Uruguay «tiene enorme oportunidad de destacarse, de diferenciarse a partir de su institucionalidad, su capacidad de investigación y las plataformas gremiales, como forma de revertir opiniones adversas a la producción, en especial de soja.
Finalmente, mencionó «tres elementos fundamentales», que son «la demostración de un balance de carbono positivo; hay un componente de fósforo y agroquímicos, pero la utilización de agroquímicos para controlar malezas bajará cuando volvamos a la rotación de cultivos con pasturas».
Los problemas suscitados en algún caso por aplicación de agroquímicos, que afectaron a centros poblados o escuelas, «han sido exclusivamente ocasionados por no respetar las normas del país», enfatizó Montes. Y agregó: «Podríamos haber evitado algunos errores que nos costaron muy caros, pero hoy estamos en un camino muy positivo y solucionando estos problemas. La herramienta del monitoreo satelital de aplicaciones de agroquímicos es una respuesta ara revertir esas situaciones».
Por otra parte, el jerarca aseguró que «la soja es un sector que tendrá los mismos caminos que tiene la ganadería y la carne: la certificación de los procesos, desde el campo hasta que sube al barco. La trazabilidad, la inocuidad en su máxima expresión de haber cumplido los requisitos de producción, amigable con el ambiente y la salud humana».
Por último, Montes mencionó el sello ambiental, al remarcar que «la trazabilidad, la certificación, la inocuidad y el sello ambiental será un distintivo de la forma que tendremos que producir commodities diferenciados. Ese es el camino de Uruguay y el sector agrícola hará punta».