Entre Ríos intensifica monitoreos para prevenir acción del picudo rojo.
La presencia de la plaga en Uruguay llevó a las autoridades argentinas a realizar monitoreos para evitar el ingreso en el país.Ante la expansión del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus) en Uruguay, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) argentino reforzó los monitoreos en la provincia Entre Ríos, para evitar el ingreso de esa plaga que afecta a palmeras nativas y ornamentales.
En colaboración con el Ministerio de Desarrollo Económico provincial y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), técnicos de la Coordinación de Protección Vegetal del Centro Regional Entre Ríos llevaron a cabo controles en las palmeras de la especie Phoenix Canariensis (palmera de las canarias) ubicadas en la banquina de la ruta provincial N° 2 a la altura del paraje Fortuna, departamento Federación y en traspatios de la zona.
Estos operativos contaron también con el acompañamiento del personal de la Dirección Zonal XIII de la Dirección de Vialidad Provincial con sede en Chajarí y el apoyo fundamental de los vecinos de la zona. Además de estos monitoreos, el Senasa recuerda la necesidad de que ante la sospecha de la presencia del picudo rojo, se notifique al Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de plagas (Sinavimo).
DESCRIPCIÓN DEL PICUDO ROJO – Aspecto: adultos de 2-5 cm de longitud, cuerpo pardo anaranjado o rojo ferruginoso, con o sin manchas negras en el pronoto. El macho tiene un cepillo de setas en el rostro, mientras que el de la hembra es liso.
Ciclo de vida: completo (huevo, larva, pupa, adulto).
Reproducción: tres generaciones al año, hasta 400 huevos por hembra.
Larva: inicialmente blanquecina, se vuelve amarillenta oscura, ápoda, segmentada, con cabeza roja-marrón oscuro y fuertes mandíbulas cónicas, alcanzando hasta 5 cm de longitud.
Pupa: construye capullos ovales de 4-6 cm con fibras de palmera. Esta fase dura 15-30 días, luego el adulto permanece 10 días en el capullo.
COMPORTAMIENTO E IMPACTO – Daño: las larvas se alimentan del tejido interno de las palmeras, debilitándolas hasta su muerte.
Síntomas: amarillamiento y secado de hojas, galerías y exudados en el tronco, caída de la corona.
Detección: vive y se alimenta dentro de las palmeras, lo cual dificulta la inspección visual.
Con datos de Senasa.