Ingresos de Copec y CMPC suben más de 100% en diez años y mercado destaca planes de inversión
Las utilidades de Copec se han elevado 86% en diez años, mientras que las ganancias CMPC suben 93% en el mismo periodo. El positivo desempeño también se refleja en el alza de más de 100% en los ingresos de ambas compañías desde 2009. ¿La receta? Altos precios de la celulosa y constantes planes de inversión.
“No destacaría como especialmente relevantes las diferencias en utilidades de las empresas sino más bien el crecimiento de las mismas durante los últimos 10 años.
Parte importante de lo anterior se debe a los precios de la celulosa, los que alcanzaron su máximo histórico en 2018, experimentando un alza de más del 75% en el caso de la fibra corta, y larga entre los años 2009 y 2018”, explica el analista de Inversiones de Banco Securtiy, Juan Carlos Prieto.
Si en 2009 la producción de celulosa de CMPC se ubicaba en 1 millón 850 mil toneladas de al año, en 2018 sus cuatro plantas elaboraron el récord de 4,1 millones de toneladas.
En el caso de Copec, que participa en el negocio forestal a través de su filial Arauco, la producción de celulosa alcanza los 3,8 millones de toneladas, lo que se compara con los 3,1 millones apuntados hace diez años.
En 2013, la compañía ligada a la familia Matte, inició la ejecución de unos de sus proyectos más relevantes: la construcción de una segunda línea de producción en la Planta Guaíba. Este plan implicó una inversión de US$2.100 millones y permitió aumentar la capacidad de producción de celulosa en 1,3 millones de toneladas por año.
“Las compañías han realizado importantes planes de inversiones con el fin de garantizar el crecimiento de sus operaciones y lo siguen haciendo. Es así como CMPC invirtió cerca de US$4.000 millones durante los últimos 5 años, siendo su inversión más relevante Guaíba II, la que le permitió a la compañía triplicar su producción de celulosa en Brasi”, destaca Prieto.
En tanto, Copec adoptó una estrategia similar, y en el mismo periodo, la compañía ha desembolsado más de US$6.000 millones con el objetivo de incrementar su capacidad.
En esa línea, el proyecto Modernización y Ampliación Planta Arauo (MAPA) es un pilar principal para la compañía de propiedad de la familia Angelini, cuya construcción comenzó el año pasado. En concreto, la iniciativa demanda una inversión de US$ 2.350 y busca aumentar la capacidad de producción del complejo a 2,1 millones toneladas de celulosa al año.
Vientos en contra
Si bien las dos empresas muestran una sólida evolución, los resultados en los últimos diez años no fueron siempre positivos. La inestabilidad económica y la depreciación del tipo de cambio las golpeó.
Los problemas para CMPC comenzaron en 2011, cuando sus utilidades alcanzaron los US$391, lo que supone una fuerte caída de 39%.
Según explicó la empresa en ese momento, la economía mundial mostró una progresiva desaceleración a causa de problemas de solvencia fiscal tras la crisis financiera de 2008.
En 2012 fue el turno de Copec, cuyas utilidades registraron una caída de 56% y alcanzaron los US$413 millones.
“China, destino principal de las exportaciones de Chile y de nuestras empresas, se ha desacelerado moderadamente y han surgido dudas sobre su capacidad de seguir creciendo a tasas elevadas”, explicó Copec, lo cual impactó en la demanda de celulosa. Ese año, la economía china se desaceleró a 7,9% desde un crecimiento de 9,5% apuntado en 2011.
En tanto, CMPC despidió 2015 con pérdidas de US$8 millones debido al débil crecimiento de la economía global.
La recuperación
Según estaba previsto en el cronograma del proyecto, en mayo de 2015 CMPC puso en marcha su tan esperada Línea Guaíba II en Brasil.
“CMPC apostó fuerte por la expansión en el mercado de la celulosa, en tanto Copec fue más cauta”, agrega el analista de Renta Variable en Tanner, Francisco Soto.
Los resultados se reflejaron al cierre de 2017, año en el que la compañía se recuperó de las pérdidas y alcanzó utilidades por US$103 millones.
El rally que vivió la celulosa en el 2018 llevó a ambas compañías a obtener resultados históricos. Copec, por su parte, elevó sus utilidades 67% hasta los US$1.071 millones.
“El incremento en el resultado operacional se origina fundamentalmente en el sector forestal, donde Arauco mejoró su desempeño producto de mayores ingresos en sus principales líneas de negocio, destacando la de celulosa, como consecuencia de mayores precios durante todo el año”, indica la memoria de Copec.
Las ganancias de CMPC, en tanto, registraron un fuerte crecimiento de 386% hasta los US$503 millones.
“Por cierto que nos vimos beneficiados por la confluencia de una activa demanda mundial de celulosa, una oferta estable y precios que alcanzaron niveles promedios anuales de US$838 en el caso de la fibra larga y de US$746 para la celulosa de fibra corta”, explicó CMPC.
El año pasado, los precios de la celulosa de fibra larga se elevaron 29%, mientras que la fibra corta registró alza de 25%. A lo anterior se sumó el hecho de que la compañía alcanzó una producción récord de 4,1 millones de toneladas de la materia prima, gracias a que las plantas operaron durante el año toda su capacidad.
Además, la compañía se vio beneficiada por las favorables condiciones del mercado de la celulosa durante el año, lo que se tradujo en un aumento de precios de 29% para fibra larga y 25% para fibra corta.
El impacto de la guerra comercial
La estabilidad económica de China es de especial relevancia para ambas compañías, al ser uno de sus principales destinos de exportación. Y en medio del incierto futuro por guerra comercial, la celulosa ya está sintiendo los impactos.
Actualmente, la celulosa de fibra corta se cotiza en los US$1.041 la tonelada, lo que supone una caída de 15% desde que se interrumpió el rally a finales del año pasado.
De hecho, Copec comenzó a sentir los efectos del conflicto comercial en el cuarto trimestre del año pasado, cuando alertó de una debilidad en la demanda y un crecimiento en los inventarios mundiales.
En la misma línea, CMPC detalló en su memoria anual que a finales del año pasado, y en medio de las tensiones comerciales, se observaron caídas importantes en ambas fibras dada la ralentización en la demanda de papel en China, y la depreciación de monedas locales frente al dólar.
“Hay un arancel del 5% sobre la celulosa estadounidense enviada a China. El efecto es bajar el precio para los productores estadounidenses en una cantidad igual. Pero, los verdaderos problemas son la debilidad en los mercados mundiales de papel y el gran exceso de inventario que se ha desarrollado en lo que va del año”, advierte el analista de Bloomberg Intelligence, Jason Miller.