incendio canadaMás sequías, incendios e inundaciones: la alarmante previsión de la ONU en América Latina por el cambio climático

La Organización Meteorológica Mundial advirtió que los fenómenos climáticos se agravan en el continente. El año pasado hubo 1.153 víctimas mortales a causa de tormentas, inundaciones, huracanes e incendios forestales.Sequías, ciclones, deshielo de glaciares, incendios forestales. Todos fenómenos que se están agravando en América Latina y el Caribe, creando un “círculo vicioso” que acelera el calentamiento global en una zona especialmente vulnerable a la crisis climática , alertó ayer miércoles la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El ente, oficina especializada de la Organización de Naciones Unidas (ONU), presentó en La Habana su informe El estado del clima en América Latina y el Caribe, en el que destaca que “los fenómenos meteorológicos extremos y los choques climáticos se están agravando” en la región.

Esto está acelerando “la tendencia al calentamiento a largo plazo y el aumento de nivel del mar”. Según los registros de la OMM, las temperaturas han aumentado en la región un promedio de 0,2 grados centígrados por década en los últimos 30 años, la mayor tasa constatada a nivel global.

Según la OMM, la crisis climática (y recientemente también el fenómeno de La Niña) está provocando sequías prolongadas -que conllevan un descenso de la producción hidroeléctrica y un aumento del uso de combustibles fósiles, peores cosechas e incendios forestales sin precedentes-, el deshielo de los glaciares de la región, y los ciclones y las lluvias torrenciales, que causan inundaciones con graves daños personales y materiales.

Además, “el creciente aumento del nivel del mar y el calentamiento de los océanos plantean riesgos cada vez mayores para los medios de subsistencia, los ecosistemas y las economías de las zonas litorales”, afirma en un comunicado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

El informe, divulgado en el marco de una convención internacional sobre medio ambiente y desarrollo que sesiona en La Habana, “pone de relieve el círculo vicioso de los crecientes impactos” del cambio climático sobre la región.

En concreto, la OMM registró el año pasado “78 peligros meteorológicos, hidrológicos y climáticos” en América Latina y el Caribe.

Se trató principalmente de tormentas e inundaciones, pero también se produjeron huracanes, sequías e incendios forestales que dejaron al menos 1.153 víctimas mortales documentadas y daños económicos por valor al menos 9.000 millones de dólares.

El informe destaca los daños causados en 2022 por los huracanes Iona, Lisa e Ian, las lluvias en Petropolis en Brasil (230 muertes), la sequía en la cuenca del Paraná-Río de la Plata (la peor desde 1944, Uruguay la está padeciendo), la megasequía de 14 años en Chile y los incendios forestales en Argentina, Paraguay, Bolivia y Chile (con las emisiones de CO2 que suponen).

La OMM propone ante esta situación actuar sobre “las principales esferas prioritarias”: la agricultura, la seguridad alimentaria y la energía (con especial énfasis en la expansión de las renovables).

“Existe la posibilidad de aprovechar los recursos solares y eólicos de la región, que en 2020 representaban solamente el 16% de la generación total de energías renovables”, y en su mayoría provienen de la hidroeléctrica, apunta el informe de la OMM.

Según la OMM, “muchos de los fenómenos extremos estuvieron influidos por el episodio de larga duración de La Niña, pero también” son el resultado de un clima modificado “por las actividades humanas”.

El fenómeno de El Niño de 2018-2019 dio lugar a un episodio especialmente largo de casi tres años de La Niña, que causa los efectos contrarios, entre ellos una bajada de las temperaturas.
EUROPA
La crisis del agua
El comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius, calificó de “crisis” la situación del agua en Europa. “Digo crisis porque es la palabra correcta. Estamos lidiando con sequías, inundaciones y contaminación del agua todo a la vez”, recalcó Sinkevicius en el Comité de las Regiones, que debate la revisión de la legislación europea sobre tratamiento de aguas.

Décadas de calor
Para la OMM, en las próximas cuatro décadas van a producirse cada vez más olas de calor, inundaciones, sequías y huracanes en América Latina y el Caribe.

Petteri Taalas, secretario general de la OMM, hizo esta advertencia en una entrevista a EFE en el marco de la XIV Convención Internacional sobre Medioambiente y Desarrollo que se celebra en La Habana.

“Tenemos que adaptarnos al cambio climático, porque esta tendencia negativa en los patrones meteorológicos va a seguir hasta la década de los 60 hagamos lo que hagamos, lo que significa que veremos más olas de calor, más inundaciones, sequías, y huracanes más intensos”, señaló Taalas.

Entre estas medidas de adaptación se encuentra el establecimiento en todos los países de América Latina y el Caribe de sistemas de alerta temprana, porque en la actualidad “solo una fracción” de las naciones de la región cuentan con tecnología apropiada en este ámbito.

Según la OMM, agregó, estos sistemas deben servir para detectar “múltiples peligros”, incluyendo “riesgos meteorológicos, hidrológicos, geofísicos y oceánicos”, pero además deben prever el impacto de estos fenómenos en “la agricultura, la seguridad pública, el transporte, la salud pública y el sector energético”.

INCENDIOS
El documento de la OMM destaca los incendios forestales en Argentina, Paraguay, Bolivia y Chile (con las emisiones de CO2 que suponen). Actualmente se están registrando devastadores incendios forestales en Canadá.

INUNDACIONES

La OMM registró el año pasado “78 peligros meteorológicos, hidrológicos y climáticos” en América Latina y el Caribe, principalmente tormentas e inundaciones, que dejaron al menos 1.153 víctimas mortales.

SEQUÍA

En Colombia el fenómeno de El Niño significa una sequía prolongada. El documento de la OMM destaca la sequía en la cuenca del Paraná-Río de la Plata (la peor desde 1944) y la megasequía de 14 años en Chile.

Martes 4 de julio, el día más caluroso
El pasado martes 4 de julio fue el día más cálido jamás registrado y esta semana la media global de las temperaturas rompió un récord por segundo día consecutivo, según datos preliminares publicados ayer miércoles por el observatorio de meteorología estadounidense.

La temperatura media del aire de la superficie de la Tierra fue de 17,18°C el 4 de julio, indicó la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) de Estados Unidos.

El lunes 3 la temperatura media global superó por primera vez los 17°C y fue de 17,01°C, un nuevo indicador del impacto en el clima de la quema de combustibles fósiles. Estos registros rompen el récord anterior de 16,92°C marcado el 24 de julio de 2022, según las recopilaciones de NOAA que comenzaron en 1979.

La temperatura media del aire de la Tierra, que fluctúa habitualmente entre 12°C y 17°C, fue en promedio de 16,2°C a principios de junio, entre 1979 hasta 2000.

El observatorio meteorológico de la UE, Copernicus, confirmó a AFP que el lunes fue el día más cálido en sus registros que comenzaron en 1940. Todavía no están disponibles los datos del martes.

La temperatura media global habitualmente sigue subiendo hasta finales de julio e inicios de agosto debido al verano boreal.

El mes pasado, las temperaturas medias globales fueron las más altas registradas por Copernicus para comienzos de junio. Las temperaturas podrían subir aún más y marcar nuevos máximos debido al fenómeno de El Niño.

MENSAJE DE LA ONU

Anticiparse para “salvar vidas”
La ONU pidió esta semana a los gobiernos que anticipen las consecuencias del fenómeno meteorológico de El Niño “para salvar vidas”.

El Niño acaba de empezar y normalmente se asocia a un aumento de temperaturas. Este fenómeno continuará todo el año.

La Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) anunció el 8 de junio el inicio oficial de El Niño, advirtiendo que “podría generar nuevos récords de temperaturas”. En algunas zonas del sur de América Latina, del sur de Estados Unidos, en el Cuerno de África y en Asia central, El Niño está relacionado con un aumento de precipitaciones. Y puede provocar sequías en Australia, Indonesia, el Sudeste Asiático y en Centroamérica.

En cambio, sus aguas calientes pueden alimentar huracanes en el centro y este del océano Pacífico, y pueden frenar las formaciones de estos ciclones en el Atlántico.

Los efectos en las temperaturas suelen notarse al año siguiente del desarrollo del fenómeno. “La llegada de El Niño aumentará de forma considerable la probabilidad de batir récords de temperatura y de activar un calor más extremo en numerosas regiones del mundo y en los océanos”, alertó Petteri Taalas, secretario General de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

Este anuncio del episodio de El Niño “es una señal para los gobiernos para que se preparen a limitar los efectos en nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías”, añadió el responsable de esta agencia de la ONU.

Por ello, señaló, son importantes los sistemas de alerta precoces y las medidas de anticipación de los fenómenos meteorológicos extremos “para salvar vidas y medios de subsistencia”.

El Niño de 2018-2019 dio lugar a un episodio especialmente largo de casi tres años de La Niña, que provoca los efectos contrarios, como la bajada de las temperaturas.

El Niño se produce de media cada dos a siete años, y suele durar entre nueve y doce meses. Se trata de un fenómeno climático natural asociado al calentamiento de las temperaturas de superficie del océano, en el centro y el este del Pacífico tropical.

Con la perspectiva de este fenómeno, la OMM pronosticó en mayo que al menos uno de los próximos cinco años, y el lustro entre 2023 y 2027 en su conjunto, serían los más calurosos jamás registrados.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 06 Julio 2023