PREOCUPACIÓN
Por crisis energética, la Unión Europea restringirá uso de gas
El plan detallado en el documento pide a los estados del bloque que promulguen restricciones vinculantes sobre calefacción y refrigeración en esos edificios públicos.Europa comienza a ahorrar energía ante el temor cada vez mayor de quedarse sin el suministro del gas ruso.
La Comisión Europea pedirá la próxima semana a los estados de la Unión Europea (UE) que limiten la calefacción a 19º y la refrigeración a 25º en edificios públicos, para reducir la demanda de gas.
La intención de la medida es reducir el consumo europeo de gas en entre 25.000 y 50.000 millones de metros cúbicos, como parte del esfuerzo para enfrentar una eventual caída en el suministro ruso de gas, o hasta un cese.
“Actuar ahora podría reducir en un tercio el impacto de una ruptura repentina” de abastecimiento, argumenta la Comisión (el brazo ejecutivo de la UE) en un documento, que debería tornarse público el 20 de julio y estará sometido a eventuales cambios.
Según el documento, un ahorro de unos 11.000 millones de m3 podrían ser resultado de la reducción en la calefacción o refrigeración de edificios públicos.
El plan detallado en el documento pide a los estados del bloque que promulguen restricciones vinculantes sobre calefacción y refrigeración en esos edificios públicos.
Además, destaca el texto, “se pueden lograr ahorros significativos mediante el despliegue de fuentes de calor alternativas para la calefacción urbana” en viviendas particulares.
Igualmente, pide campañas de comunicación para animar a los hogares a bajar 1 grado el termostato este invierno.
El texto apunta que los “clientes protegidos” (hogares, servicios sociales, pymes) representan menos del 37% del consumo total en la UE. Por ello, “las simulaciones muestran que no se verían afectados a gran escala” por la escasez de gas, apuntó la Comisión. Por lo tanto, prefiere apuntar a las centrales eléctricas y la industria, los grandes consumidores.
Interrupciones repentinas en el suministro “podrían paralizar industrias que tienen poco margen para reducir repentinamente su producción o cambiar a otros combustibles, porque utilizan el gas como materia prima”.
“Sería significativamente más barato reducir moderadamente la demanda durante un período más largo, comenzando antes”, reforzó.
Estas propuestas estarán en el centro de la agenda de una reunión extraordinaria de ministros europeos de energía prevista para el 26 de julio en Bruselas.
Esperando lo peor
El documento de la Comisión Europea subraya que los flujos de gas desde Rusia han caído un 30% en comparación con la media del periodo 2016-2021 y parte de esta reducción “ha sido el resultado de acciones repentinas, injustificadas y unilaterales de Gazprom para disminuir o detener las entregas a consumidores europeos con el objetivo de trastocar la actividad económica y manipular los precios”.
“No hay razones para pensar que este patrón cambiará. En cambio, una serie de señales, como la última decisión de reducir aún más el suministro a Italia, apuntan a un probable deterioro de las perspectivas de suministro de gas”, advierte la Comisión Europea.
“La Comisión apoya firmemente las mejores prácticas, como la idea de subastas o sistemas de licitaciones para incentivar una reducción del consumo de consumidores industriales dejando que las industrias ofrezcan esas reducciones del consumo de gas a cambio de compensación”, propone el documento.
Estas subastas podrían ser organizadas entre varios países “para maximizar las posibilidades de consumidores que operan en varios Estados miembros y para Estados miembros con menos medios fiscales”. Otra posibilidad son los llamados “contratos de interrumpibilidad”, que contemplan la concesión de compensaciones económicas para financiar una reducción predeterminada del consumo de gas durante un periodo de desconexión.