Fuera del discurso ambientalista, los países no hacen nada para reducir las emisiones
El secretario general de la ONU advirtió que el mundo y la humanidad se encuentran en un momento “muy peligroso” y en “alerta roja” por la conjunción de la pandemia, el cambio climático y los conflictos crecientes.
Hébert Dell’Onte Larrosa – Montevideo – TodoElCampo – Mientras los discursos ambientalistas crecen y se escuchan en todas las tribunas, abarcando a todas las disciplinas y actividades humanas, ocurre que en los hechos el mundo se encamina hacia el lado opuesto, según las declaraciones del secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres: A fin de siglo estaremos con 2,7 grados por encima de lo que estamos hoy, dijo.
El sinceramiento del funcionario internacional deja en evidencia a aquellos que en nombre del cuidado ambiental arremeten contra la producción de alimentos y presionan a las principales actividades en la materia, la agricultura y la ganadería. Parece claro que fuera del discurso ambientalista los países no hacen nada para reducir verdaderamente las emisiones contaminantes.
Lo intelectualmente correcto sería que la ONU y demás instituciones u organismos reconocieran que tanto la agricultura como la ganadería, además de producir alimentos esenciales para la humanidad, son sectores en clara y permanente trasformación y superación, produciendo para una población mundial creciente en un mundo cada vez más difícil, y que países como Uruguay lideran con una agropecuaria cada vez más amigable con el medio ambiente.
LAS ADVERTENCIAS DEL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU.
Entrevistado por Televisión Española (TVE) Guterres explicó que por “un lado tenemos una pandemia que el mundo no es capaz de combatir con solidaridad y cooperación”, con países donde hay muchos vacunados y otros en que ocurre lo contrario.
“En mi país, Portugal, el 80% de las personas están vacunadas, pero hay países en África donde menos del 2% de las personas están vacunadas y esto es una desigualdad terrible y una injusticia profunda que causa una dificultad a los países del sur sobre lo que puedan hacer los del norte”, comentó.
A su vez dijo que “es una tontería” la actitud de algunos países de reservarse las vacunas para ellos y no ayudar a quienes la necesitan, porque “con un virus que se propaga muy rápidamente en el sur, la probabilidad de las mutaciones de ese virus es creciente, y sabemos que algunas pueden hacerlo inmune a las vacunas”.
Por tanto, cuestionó que se continúe con esta situación de “incapacidad de unir esfuerzos, incapacidad de crear un plan global de vacunación involucrando a todos los que tienen poder y capacidad de producir o distribuir vacunas”. Eso “genera una situación peligrosa para el mundo”, subrayó.
CAMBIO CLIMÁTICO.
El segundo tema es el cambio climático. Un reciente informe “dramático” de la Naciones Unidas “dice que deberíamos tener una reducción de emisiones del 45% en la década de 2015-2030 para llegar a la neutralidad carbónica en 2050”, pero “cuando medimos el resultado de la contribución y el compromiso de los países, eso conduce a que en 2030 no haya una reducción del 45%, sino un incremento. Quiere decir que si mantenemos el rumbo que tenemos hoy llegaremos al final del siglo con un aumento de temperatura de 2,7 grados lo que es catastrófico”, dijo Guterres.
MULTIPLICACIÓN DE CONFLICTOS.
Entonces tenemos “una pandemia que no somos capaces de combatir eficazmente, un cambio climático para el cual no encontramos una respuesta solidaria, y una multiplicación de conflictos con divisiones geopolíticas profundas que paralizan al Consejo de Seguridad (de la ONU) y no permiten la intervención de la comunidad internacional”.
“Ya vemos lo que pasó en Afganistán, lo que pasa en Yemen, en Mozambique, Siria, la no solución del problema Palestino”, mencionó a modo de ejmplo.
“No sólo no estamos en el camino del alto al fuego global” sino que “estamos incrementando los conflictos y llegando a un punto que es más difícil de solucionar y gestionar”
Esto es “muy peligroso para la seguridad, para las personas y para el planeta”, subrayó, a lo que sumó el protagonismo de Estados Unidos y China que “no permiten intervención internacional”.