Sacyr acelera con su ferrocarril en Uruguay y se convierte en revulsivo económico
La española anticipará nueve meses la llegada del acero desde Europa para el Ferrocarril Central
Uno de los mayores proyectos de la cartera de Sacyr en Latinoamérica, el de la remodelación y mantenimiento del Ferrocarril Central de Uruguay, se ha convertido en antídoto contra la crisis generada por el Covid-19 en el país. Y la española está pisando el acelerador para asegurar el cumplimiento del calendario del contrato pese al contexto económico.
El Banco Central de Uruguay (BCU) señaló una evidente preocupación en su último informe de política monetaria (correspondiente al primer trimestre y publicado el 7 de mayo) ante el parón de grandes proyectos de construcción, como es esta obra ferroviaria o la de la planta de tratamiento de celulosa UPM, debido a las restricciones para frenar la pandemia. Tras ello, el órgano financiero espera una recuperación de la actividad en V, en este segundo trimestre, que evite el descalabro del PIB. Se fían buena parte de las expectativas a las inversiones de la concesionaria del Ferrocarril Central.
Esta iniciativa era tenida por el BCU como palanca para la economía local en 2020 y 2021, tal y como reflejan distintos informes del año pasado. La infraestructura de Sacyr, pensada esencialmente para el tránsito de trenes de mercancías a 80 kilómetros por hora, y con 22,5 toneladas por eje, merece la inversión más destacada en obra pública jamás proyectada en el país sudamericano, y se ha convertido en su mayor iniciativa de colaboración público privada hasta el momento.
El Banco Central de Uruguay califica de clave la obra para reactivar la economía en pleno paso del Covid-19
La concesionaria Grupo Vía Central, de la que Sacyr Concesiones es primer accionista con el 40%, está dando los pasos para asegurarse miles de toneladas de acero y cumplir con el calendario de una línea ferroviaria que se llevará 1.084 millones de dólares (995 millones de euros) de inversión.
Para la compañía que preside Manuel Manrique, este proyecto, por el que también pugnó Acciona hasta la final, supone trabajos de construcción y una cartera de ingresos de unos 2.200 millones de euros en mantenimiento, según consta en distintas presentaciones realizadas por Sacyr.
Miles de rieles
La semana pasada llegó a Montevideo el segundo de los tres cargamentos de acero esperados para la remodelación del trazado, de 273 kilómetros, entre el puerto de Montevideo y la ciudad Paso de los Toros. Sacyr recibió más de 12.000 rieles que han cruzado el Atlántico, procedentes de Polonia, y está previsto que la tercera entrega alcance puerto uruguayo en septiembre. Será con nueve meses de antelación sobre lo previsto, según ha anticipado la concesionaria Grupo Vía Central.
El proyecto, con 1.000 millones de euros de inversión, consiste en renovar 273 kilómetros de vía sobre un antiguo trazado
Solo la descarga de este material duró cinco días, almacenándose en el puerto para después ser trasladado en más de 500 viajes en camión de plataforma flexible hasta la planta de soldadura ubicada en el departamento de Florida. Un primer lote de rieles había llegado el 26 de febrero a Uruguay, con lo que el consorcio constructor cuenta ya con más de 25.000 toneladas de material para el avance del proyecto.
Con estos segmentos de vía de 18 metros de longitud ya ubicados en la planta, en julio comenzarán a soldarse para formar tramos de 234 metros, que se instalarán en la traza y se ensamblarán entre sí a través de una junta soldada. Una segunda fijación, ésta a los durmientes de hormigón a través de elementos elásticos, buscará reducir ruidos y vibraciones, mejorando la sensación de viaje.
Reforma integral
El Ferrocarril Central de Uruguay, adjudicado hace justo un año, debe concluir sus obras en junio de 2022 y entrar en operación en septiembre, tras el periodo de pruebas.
El grupo español espera ingresar 2.200 millones de euros por el mantenimiento de la línea durante 15 años
Además de la renovación de vía prácticamente sobre el trazado ya existente, se trata de reducir el impacto acústico, instalar un nuevo sistema de señalización con altas prestaciones de seguridad, mejorar los pasos a nivel, o rehabilitar un total de 25 estaciones y paradas de viajeros actualmente en uso.
Esta concesión está consolidada por puesta en equivalencia en las cuentas de Sacyr, teniendo previstos en el futuro mecanismos que mitigan el riesgo de demanda.
La citada inversión cercana a los 1.000 millones de euros, al cambio actual, sitúa a esta iniciativa a la altura de la construcción de la autopista chilena Vespucio Oriente, en la que Sacyr cuenta con el 50% del capital. Ambos proyectos lideran la cartera de inversiones previstas por Sacyr Concesiones en Latinoamérica.
Una vez que arranque el primer tren, después de tres años de diseño y construcción, Sacyr y sus socios (la francesa NGE con el 27%, y las locales Saceem con el 27% y Berkes con el 6%) tendrán 15 años de mantenimiento de la línea.
El grupo español viene de poner en marcha en 2019 las Rutas 21 y 24, primeros proyectos viajes de participación público privada en Uruguay.
DETALLES DE UN MACROPROYECTO DE MEJORA
Actividad a largo plazo. El proyecto del Ferrocarril Central de Uruguay fue promovido por el Ministerio de Transportes y Obras Publicas del país sudamericano y adjudicado a finales de mayo del año pasado. El consorcio liderado por Sacyr estará al frente de obras y labores de mantenimiento durante 18 años.
Arranque. El contrato contempla 36 meses en los que la concesionaria debe realizar el diseño, levantar la financiación y construir el trazado.
Trabajos adicionales. Además de la línea Paso de los Toros-Puerto de Montevideo, el consorcio de Sacyr actuará sobre ramales de vías secundarias, por lo que se instalarán 340 kilómetros de vías en total. El trazado nuevo es idéntico al existente en su mayor parte, lo que limita los movimientos de suelos y la tramitación e inversión en expropiaciones.
Financiadores. Los fondos para llevar a cabo el levantamiento de la vieja infraestructura e instalar los nuevos rieles, una vez realizada la nueva cartografía y los ensayos de suelo, han sido prestados por el BID, CAF, CAFAM y por distintos bancos privados internacionales.