López Mena y chinos interesados en instalar un nuevo dique flotante en Puerto de Montevideo
La Administración Nacional de Puertos (ANP) efectuó el llamado para dar en concesión un área lindera a la terminal pesquera de Capurro para incorporar uno dique flotante nuevo (a dos años del hundimiento del dique de Tsakos) y establecer allí un “polo de reparaciones navales de nivel internacional”, según nota de la colega Ana Morales en semanario Búsqueda.
La licitación ya despertó el interés de dos privados que compraron los pliegos: el grupo de Juan Carlos López Mena, dueño de Buquebus, y un conglomerado chino, pero es posible que el negocio atraiga a más empresas, ya que hubo consultas del astillero argentino Tandanor, por ejemplo, dijeron a Búsqueda fuentes del sector.
El interés de López Mena en continuar invirtiendo en el puerto no es algo que sorprenda. El empresario ha presentado varias iniciativas en los últimos tiempos, como la de construir una terminal de pasajeros en la zona del dique Mauá, una idea de la que finalmente desistió y ofreció hacer un paseo público para donar a la Intendencia de Montevideo.
El último anuncio del presidente de Buquebus fue la incorporación de un ferry eléctrico para la ruta Colonia-Buenos Aires, una inversión de unos US$ 170 millones, que el Ministerio de Transporte presentó como la primera "operación azul" realizada en Uruguay por su valor de sostenibilidad medioambiental en la gestión marítima.
Antes de la primera vuelta electoral, López Mena asistió a los eventos que en setiembre y octubre los candidatos del Partido Nacional y del Frente Amplio realizaron del otro lado del charco para empresarios argentinos. Al finalizar una de estas charlas, dijo en rueda de prensa que seguiría invirtiendo en Uruguay gane quien gane en las urnas y afirmó que tenía promesas de ambos presidenciables a autorizarlo para construir "una muy buena terminal" en el puerto de Montevideo.
Un negocio "estratégico"
El dique es una estructura metálica sumergible, compuesta por uno o varios tanques, que puede soportar uno o más buques para luego ser elevados y realizar las reparaciones "en seco". El de Tsakos era de 1989.
Entre el accidente ocurrido con el dique a fines de 2022, que se hundió, y los intentos frustrados por sustituirlo por uno usado o, incluso, invertir en uno nuevo, a principios de este año la empresa de origen griego Tsakos Industrias Navales anunció el cierre de su astillero, lo que implicó el despido de 200 trabajadores. Tsakos operaba en el país bajo este nombre desde 1975.
A los que más les hace falta un dique de las dimensiones y la capacidad como era el de Tsakos es a la flota pesquera de bandera extranjera para realizar las tareas de mantenimiento en Montevideo y no tener que derivarlas a algún astillero de Argentina, Brasil, e incluso España o Sudáfrica. Los pesqueros tienen que hacer un mantenimiento al menos bianual para estar en condiciones y al día con las certificaciones que se les exigen para volver a altamar en la siguiente zafra. Ir a dique implica que el barco esté "en seco" para inspeccionar las condiciones del casco, su limpieza y mantenimiento de pintura, etcétera. Cada cinco años la tarea es mucho más técnica y abarcativa. En ambos casos, estas operaciones se programan con antelación.
La pesca nacional, que tiene barcos más chicos, está haciendo las reparaciones y mantenimiento en el dique de la Armada Nacional y principalmente en un varadero privado en el Cerro. Si bien ambos están funcionando, por calado o capacidad de carga tienen restricciones para atender buques de mayor porte, explicó a Búsqueda Aldo Braida, presidente de la Cámara de Agentes de Pesqueros Extranjeros (Cape). Además, están sobrecargados de trabajo y hay meses de espera para poder recibir asistencia.
Para la flota pesquera extranjera que opera con base en Montevideo (unos 165 buques que realizaron unas 360 escalas en 2023), es la segunda o tercera temporada que no pueden hacer la parada de mantenimiento, por lo que se han perdido "muchas escalas" de reparación y permanencia en la terminal, lo que normalmente ocurre entre fines de octubre y mayo, dijo Braida. Eso ha hecho que también se pierdan de trabajar talleres navales y empresas que venden insumos y proveen de alimentos al personal a bordo.
"Es mucho dinero que se pierde Uruguay con cada barco que no hace la parada técnica en Montevideo (...). Los pesqueros teníamos turno reservado un año antes con Tsakos por la demanda que tenía. Llegaba a subir cinco barcos para el mantenimiento de 15 o 20 días", resumió. Recordó que una ida a dique estándar, dependiendo del tamaño del barco, podía rondar los US$ 250.000 de costo general.
Para Braida, con la demanda insatisfecha de reparaciones y todo lo que genera y deja el mantenimiento naval, el dique es un "muy buen negocio y una decisión estratégica" para el país.
Concesión a 30 años
El pliego de la licitación publicado a fines de setiembre por la ANP ofrece la concesión por 30 años de un área terrestre y un espejo de agua para la instalación de un dique flotante -nuevo o usado- y reparaciones navales en la zona de Capurro, en el Puerto de Montevideo. Aclara que el régimen es de "no exclusividad" porque la ANP se reserva el derecho a otorgar nuevas concesiones o permisos con el mismo objeto en otros terrenos.
El pliego tiene un costo de US$ 5.000 más IVA. La apertura de ofertas está prevista para el 18 de diciembre.
El llamado establece que, tras la entrega del área al concesionario, el dique deberá estar operativo en un plazo no mayor a los 36 meses.
Quien resulte adjudicatario deberá pagar al menos un canon fijo mensual de US$ 1,10 por metro cuadrado por el área terrestre definida (de unos 14.000 metros cuadrados) y un canon variable de 1,5% de la facturación mensual por los servicios de reparación prestados en el dique, a partir del inicio de las operaciones.
Además de la oferta económica, la ANP puntuará con la misma relevancia las dimensiones y antigüedad del dique flotante. También valorará aquella oferta con el menor plazo declarado en que el dique y las instalaciones queden operativas, así como aquella que se comprometa a incorporar en su futura plantilla de personal estable a "la mayor cantidad" de trabajadores de Tsakos.
La ANP entrega el área acuática con la profundidad y dragado existentes y será el concesionario quien deberá dragar y mantener a su costo las profundidades necesarias para operar el dique y las embarcaciones relacionadas.