Ceres: el optimismo, la promesa que no se sabe si se cumplirá, la prioridad para el gobierno que viene y más
Ignacio Munyo ve buenas señales económicas para 2025, pero insta a que se reforme el Estado y que el éxito de los sectores forestal y tecnologías de la información se replique en lácteos y turismo.La transformación del Estado es “la” prioridad que debería emprender el próximo gobierno, para impulsar el país, según el director ejecutivo del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres)Ignacio Munyo.
A su entender, el diálogo social del próximo año debería concentrarse en lograr una mayor eficiencia de los servicios públicos (no dilapidar esfuerzos en otros frentes), además de evaluar que, así como los sectores forestal y tecnologías de la información (TI) destacan en rentabilidad, otras áreas también pueden llegar a resultados de alto impacto en el Producto Interno Bruto (PIB).
En tal sentido, lácteos y turismo son los sectores que Ceres identifica como “lejos del techo” en este momento, lo que se podría aprovechar.
En línea con el título de su disertación en el Desayuno Ceres — “El Uruguay optimista, lecciones para avanzar al desarrollo”—, Munyo valoró la democracia y la solidez de las instituciones en el país, pero advirtió: “cuidado de no retroceder en lo que hemos logrado, que fue lento pero importante”. Esta advertencia la da en la antesala de un cambio de gobierno (gane quien gane la Presidencia, aclaró).
Dos buenas noticias comunicó en el evento: según previsiones meteorológicas, la probabilidad de que la sequía (el fenómeno de “la niña”) sea intensa ha disminuido para el primer trimestre de 2025 (con todo lo que significa para el agro) y, en otro orden, el impuesto mínimo global a la renta empresarial “está en el freezer”.
Ese nuevo tributo que impone la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) a las multinacionales que facturan más de 750 millones de euros, ha tenido nerviosas a las zonas francas, dado que impide los estímulos fiscales a la inversión que tiene Uruguay. “Eso (el freezer) es bueno para Uruguay, no sólo para las zonas francas, sino para todos los regímenes de promoción de inversiones que hay que revisar, porque significan la casi totalidad de las inversiones que hay en el país”, afirmó.
A su juicio, los temas que estarán sobre la mesa en 2025, serán: primera infancia, inversión e innovación, regulación laboral, seguridad y crimen organizado y, como una variable transversal a todo ello, la transformación del Estado para que éste sea más eficiente y así se atraigan inversiones que impulsen el conjunto del país.
Sobre el crimen organizado, Munyo dijo que el gobierno de Javier Milei tiene previsto plantear mecanismos de coordinación a nivel del Mercosur en materia de políticas de lucha contra este flagelo.
Algo más de cara a 2025: el economista prácticamente recomendó no intentar medir más el crecimiento potencial de Uruguay que el actual gobierno utiliza para la regla fiscal. “Ese número no existe ante tantos factores externos que no dependen de este país”, criticó. Indicó que el crecimiento del PIB promedio entre 1985 y 2024 ha sido del 2,9%, y que en años de condiciones externas favorables alcanzaría el 5,9%.
En lo que a factores externos se refiere, el próximo año será especialmente complejo con dos guerras en curso, Donald Trump en la presidencia de EE.UU., una Eurozona estancada y China con una demanda de importaciones que podría disminuir.
En esa dinámica, los precios de los commodities podrían sufrir considerables variaciones, y hay mucha incertidumbre. Ceres proyecta, en base a diversas fuentes, que en los primeros meses de 2025, la soja caerá en su precio debido a una mayor oferta, la carne continuará su alza, los productos lácteos tendrán un leve aumento, el arroz sufrirá un leve deterioro por incremento de la producción global y la celulosa estará expuesta a una presión a la baja pero estable.
Respecto al precio del petróleo, se prevé una tendencia bajista por el impacto de la victoria de Trump en el sector —dijo Munyo—, lo que por supuesto favorecería a Uruguay.
No hay que olvidar el efecto en Uruguay de los países vecinos, con un Brasil que no presentará mayores novedades en 2025 (pero que será más barato que Uruguay), y una Argentina que, al decir del Munyo, es una “montaña rusa”.
Suba de impuestos
Munyo advirtió que Uruguay no tiene espacios para subir impuestos ni el gasto público —que se ha elevado bastante últimamente—, por lo que hay que “pensar bien” dónde se colocan los recursos.
“No sé si se podrá cumplir la promesa de no subir los impuestos”, dijo en relación a los compromisos expresados por los candidatos Yamandú Orsi y Álvaro Delgado en campaña electoral. “Espero que sí cumplan, porque si se elevan los impuestos, se afectará el motor productivo empresarial”, agregó.
Las recomendaciones para 2025
Ceres realizó una serie de recomendaciones. Entre éstas, destacó que Uruguay necesita un “Consejo Asesor de Productividad”, que permita emprender mejor la reforma de Estado (sería un órgano independiente), así como la incorporación de gerentes profesionales en la administración publica en cargos de alta especilización para impulsar un funcionamiento más eficaz de los entes estatales (esto se hizo en el pasado y, a su juicio, arrojó buen resultado).
Además, recomienda ejecutar una revisión exhaustiva del gasto público con inteligencia artificial (Ceres lo ha hecho), para identificar superposición o duplicación de funciones, y mejorar así la coordinación de políticas públicas, evitando fragmentaciones.
“Desfragmentar se puede hacer con inteligencia artificial, pero ejecutar es una decisión política, es lo más difícil”, comentó al respecto Munyo.
Finalmente, recordó que en 2025 habrá elecciones de gobiernos locales, en las que se elegirán más de 125 alcaldes, unos 500 concejales, 19 intendentes y 589 ediles. Todo un desafío de gobernanza a distintos niveles que el nuevo gobierno deberá enfrentar.
Otros puntos clave
"Turistas argentinos irán a Brasil". La brecha de precios entre Uruguay y Argentina se ha ido reduciendo; el pico máximo del diferencial fue de 180% en septiembre de 2023, mientras que hoy es del 47%. Esto ha actuado como desestímulo para viajar a Argentina por parte de los uruguayos. Al mismo tiempo, los argentinos de mejores ingresos han seguido viniendo a Uruguay. “Este año hay expectativas acá de buenas cifras de llegada de argentinos para la temporada, pero hay que moderarlas, porque para ellos está más barato Brasil que Uruguay”, advirtió Munyo.
Éxitos forestal y de IT. Dos casos de éxito demuestran, según Munyo, “que se puede crecer”. Uruguay —que otrora tenía una industria forestal en algún sentido similar a la de Argentina—, actualmente se acerca mucho a la de Finlandia, que es líder en este sector. UPM y Montes del Plata son los motores, pero hay compromisos de nuevas inversiones en madera para 2025. Algo parecido ocurre con las tecnologías de la información (TI), cuyos servicios han ido creciendo y hoy Uruguay supera a Dinamarca como líder en el rubro.
Crecen economías asiáticas. Como potencia, se proyecta que China crecerá 4,8% en 2025 (aunque una mayor guerra comercial con EE.UU. podría significarle bajar su demanda e importaciones). En cuanto a otros países asiáticos en los que se prevé alza del PIB para 2025, están Vietnam (6,1%), Filipinas (también 6,1%), Indonesia (5,1%), Malasia (4,4%). India por su parte, tendría un aumento del 6,5%. Esta realidad contrasta mucho de, por ejemplo, una golpeada Eurozona con una crecimiento del 1,2% y un panorama chato en ese sentido para los próximos años.
Munyo: "Sonó el despertador con el triunfo de Trump"
El futuro de Uruguay se juega, en gran parte, en lo que suceda globalmente, dado que es casi imposible para un país pequeño como éste amortiguar muchos impactos que provienen del exterior.
En tal sentido, la mirada está puesta, por ejemplo, en lo que haga el presidente electo Donald Trump cuando asuma su posición en la Casa Blanca.
“Sonó el despertador económico mundial con el triunfo de Trump”, dijo Munyo. Y agregó: “En documentos de Estado de EE.UU. sólo hay una frase sobre América Latina y es que se reevaluarán y mejorarán los programas de ayuda a esta región, sobre todo los que promuevan el libre mercado y las ideas democráticas”.
Es claro que las prioridades de EE.UU. no están en esta región, sino por ejemplo en China, de lo que habla constantemente Marco Rubio, el primer latinoamericano en el cargo de secretario de Estado (canciller).
En cuanto a Uruguay específicamente, el interés será ver qué pasará con los costos y tasas del financiamiento global.
Ese indicador dependerá de los datos de inflación y empleo en EE.UU. “Hoy la inflación en EE.UU. está por encima del 2% —el objetivo de la Reserva Federal (Fed) es llegar al 2%—, por lo que no hay comodidad para que las tasas sigan bajando”, advirtió Munyo.
EE.UU. cerrará con un alza del PIB del 2,8%y se proyecta del 2,2% para 2025.