Mega acuerdos petroleros dan paso a una era de incertidumbre energética
Quienes apuestan a que las transacciones de Chevron y ExxonMobil indican un fuerte crecimiento de la demanda deberían pensarlo dos veces.El ministro de Energía saudita, el príncipe Abdulaziz bin Salmán, cree que el regreso de los mega acuerdos petroleros es "testimonio" de que "los hidrocarburos están aquí para quedarse".
Su opinión, compartida por muchos en el sector petrolero, es que ¿por qué invertirían Chevron y ExxonMobil más de US$120 mil millones en conjunto en la compra de Hess y Pioneer si pensaran que la demanda de petróleo corre el riesgo de entrar en declive?
"No creo que nadie compre un activo que tendrá que congelar y no utilizar", dijo el martes el príncipe Abdulaziz en una conferencia en Arabia Saudita.
Mike Wirth, director general de Chevron, dice que no ve un pico inminente en la demanda de petróleo y se presenta como un realista entre lo que él considera un grupo cada vez más numeroso de ideólogos ecologistas.
Según Wirth, la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el organismo de control del petróleo en Occidente, no tiene "ni remotamente razón" en cuanto a que todos los combustibles fósiles, incluyendo el petróleo y el gas, registrarán un pico de demanda antes de finales de esta década.
"Se pueden construir escenarios, pero vivimos en el mundo real y tenemos que asignar capital para satisfacer las demandas del mundo real", le dijo el mes pasado al Financial Times (FT).
La OPEP, dominada cada vez más por Arabia Saudita, pronosticó hace dos semanas que, en lugar de alcanzar un máximo, la demanda de petróleo aumentaría en torno a un 15 por ciento de aquí a 2045, hasta alcanzar los 116 millones de barriles diarios.
Los miembros del grupo acusan a la AIE de haberse politizado y afirman que ha avivado la volatilidad de los mercados petroleros.
Para un sector que en los últimos años ha sido machacado por todos lados, desde los activistas medioambientales hasta los inversionistas inseguros sobre su futuro a largo plazo, resulta tentador creer que el petróleo ha recuperado su confianza.
¿ Pico de demanda? Quizá no durante nuestras vidas, dicen. Basta con ver dónde ponen su dinero las grandes compañías petroleras. Hay que poner a trabajar las plataformas a menos que quieras leer sobre el último arresto de Greta Thunberg a la luz de una vela.
Pero quizá sea buena idea hacer una pausa y pensar en quiénes son los mensajeros. Quizás los ministros de energía de la OPEP y los ejecutivos petroleros no (digamos esto en voz muy baja) están del todo libres de prejuicios.
La opinión contraria es que la ola de gastos de Chevron y Exxon no está dando paso a una prolongada era del petróleo, sino que refleja lo que podría denominarse "la nueva era de la incertidumbre energética".
Aumentar la escala ante un futuro cuestionable puede ser una postura defensiva para las grandes compañías petroleras. Las pequeñas compañías independientes parecen contentas de vender. Los mayores productores no se verán necesariamente perjudicados por un descenso de la demanda si pueden producir los barriles necesarios con más eficiencia que sus rivales.
Pero la incertidumbre genera temor. Y la AIE — que antes se consideraba el patrón oro de las previsiones petroleras — ha sido cuestionada por muchos devotos del sector.
Fatih Birol, su director ejecutivo — que antes trabajó para la OPEP — ha sido tachado por algunos de traidor desde que alegó en 2021 que no era necesario explotar nuevos yacimientos de petróleo y gas si el mundo quiere limitar el calentamiento global a 1.5°C en el marco del Acuerdo de París.
Tanto los críticos como los partidarios de la opinión de Birol tienden a pasar por alto el matiz, que consiste en que la opinión sólo se aplicaría si los gobiernos tomaran medidas para frenar la demanda de combustibles fósiles lo suficiente como para reducir las emisiones, lo cual, hasta la fecha, no han hecho.
Sin inmutarse, la AIE publicó esta semana sus "escenarios" anuales sobre lo que considera es el futuro de la demanda de petróleo. Aunque intenta reflejar la enorme incertidumbre sobre cómo serán los mercados energéticos dentro de tres décadas, debería ser una lectura aleccionadora para los inversionistas en petróleo.
Según la agencia, si los gobiernos mantienen sus políticas actuales, la demanda de petróleo sí alcanzará su punto máximo esta década, gracias al rápido aumento de los vehículos eléctricos en China. Pero el consumo no disminuirá significativamente, sino que se estabilizará en los próximos 30 años.
Pero en el escenario de que los gobiernos cumplan las promesas medioambientales que ya han hecho — pero que aún no se han aplicado plenamente — el panorama cambia radicalmente. La demanda de petróleo se reducirá casi a la mitad de aquí a 2050, hasta apenas 55 millones de barriles diarios.
Yendo un paso más allá, en el escenario "cero emisiones netas" más ambicioso de la AIE, si los gobiernos toman en serio el objetivo de 1.5ºC, la demanda de petróleo prácticamente se desplomará en los próximos 25 años, cayendo a aproximadamente una cuarta parte de su nivel actual.
Por supuesto, se puede creer que la AIE se ha equivocado enormemente. O que los gobiernos se cansarán de abordar el cambio climático, si sus poblaciones lo consideran demasiado complicado o caro.
Pero dentro de los amplios márgenes y la incertidumbre de los escenarios de la AIE se vislumbra cuál es el camino probable para el sector petrolero. Los inversionistas deben tener cuidado con acercarse muy confiadamente a él.
Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 26 Octubre 2023